Espero que les guste y dejen sus comentarios.
El día estaba nublado, el sol hacía tiempo que no se asomaba entre las nubes, y las gotas de lluvia se hacía persistentes día tras día.
Por desgracia, mi corazón se sentía igual que el clima.
Hacía tiempo que no tenía a nadie que hiciera desaparecer el mal tiempo que había dentro de mi.
Así que la tormenta que reinaba en mi cabeza, se apoderaba del resto de mi cuerpo, haciendo que el mal humor y las pocas ganas de hacer las cosas, se apoderaran de mi.
Salí de mi casa, una brisa de aire cálido me acarició con suavidad, y aunque eso era bastante raro en un día lluvioso, ya que lo normal sería lo del “frío”, esa brisa fue tan agradable como el canto de los pájaros por la mañana.
Me sentí bien, en mucho tiempo no me había sentido bien, y el solo pensar que había sido gracias a una cálida brisa, las comisuras de mis labios, se elevaron un poco.
Empece a caminar por la calle vacía de gente, y es que era normal ¿a quien le apetecía salir con ese tiempo?
Fui al parque al que siempre iba, y me senté en el banco en el que siempre me sentaba.
El banco estaba encarado al estanque, que al igual que las calles, estaba desierto.
Me senté, y saqué mi libro. Cuando leía, el tiempo pasaba rápido; me escapaba de la realidad, y me sumergía en mi propio mundo de fantasía.
Una vez por semana, ese banco era mio. Yo ocupaba ese lugar, y pasaba la tarde en él.
Poco a poco el tiempo pasaba, y solo me daba cuenta de eso, porque cada vez que levantaba la cabeza, las manecillas del reloj de la torre del ayuntamiento que se asomaba entre la copa de los arboles se había movido.
-Hola- me dijo alguien que se había sentado a mi lado- cada viernes veo que vienes te sientas en este banco y te pones a leer, y pues.. sentí curiosidad. ¿que estás leyendo?
Levanté la vista, y ahí me encontré con unos ojos color del sol. Unos ojos que me hipnotizaron. Unos ojos que no quería dejar de mirar.
-Esto yo.. yo estoy leyendo.. - tuve que mirar la portada del libro para leer el título, porque hasta eso se me había olvidado- “Acompañame a estar ¿solo?”, así se llama el libro..
Me quedé observando a aquel completo desconocido. Su pelo era rubio como los rayos que desprendía el astro rey que se empezaban a asomar entre las nubes. El sol había echo acto de presencia como aquel chico, de repente, sin esperarlo.
-Que poco caballeroso de mi parte. Mi nombre es Jasper.
-Yo soy.. La.. Laap, si, así me puedes llamar.
-Ok Laap, y de que va el libro que estás leyendo?
Por desgracia, mi corazón se sentía igual que el clima.
Hacía tiempo que no tenía a nadie que hiciera desaparecer el mal tiempo que había dentro de mi.
Así que la tormenta que reinaba en mi cabeza, se apoderaba del resto de mi cuerpo, haciendo que el mal humor y las pocas ganas de hacer las cosas, se apoderaran de mi.
Salí de mi casa, una brisa de aire cálido me acarició con suavidad, y aunque eso era bastante raro en un día lluvioso, ya que lo normal sería lo del “frío”, esa brisa fue tan agradable como el canto de los pájaros por la mañana.
Me sentí bien, en mucho tiempo no me había sentido bien, y el solo pensar que había sido gracias a una cálida brisa, las comisuras de mis labios, se elevaron un poco.
Empece a caminar por la calle vacía de gente, y es que era normal ¿a quien le apetecía salir con ese tiempo?
Fui al parque al que siempre iba, y me senté en el banco en el que siempre me sentaba.
El banco estaba encarado al estanque, que al igual que las calles, estaba desierto.
Me senté, y saqué mi libro. Cuando leía, el tiempo pasaba rápido; me escapaba de la realidad, y me sumergía en mi propio mundo de fantasía.
Una vez por semana, ese banco era mio. Yo ocupaba ese lugar, y pasaba la tarde en él.
Poco a poco el tiempo pasaba, y solo me daba cuenta de eso, porque cada vez que levantaba la cabeza, las manecillas del reloj de la torre del ayuntamiento que se asomaba entre la copa de los arboles se había movido.
-Hola- me dijo alguien que se había sentado a mi lado- cada viernes veo que vienes te sientas en este banco y te pones a leer, y pues.. sentí curiosidad. ¿que estás leyendo?
Levanté la vista, y ahí me encontré con unos ojos color del sol. Unos ojos que me hipnotizaron. Unos ojos que no quería dejar de mirar.
-Esto yo.. yo estoy leyendo.. - tuve que mirar la portada del libro para leer el título, porque hasta eso se me había olvidado- “Acompañame a estar ¿solo?”, así se llama el libro..
Me quedé observando a aquel completo desconocido. Su pelo era rubio como los rayos que desprendía el astro rey que se empezaban a asomar entre las nubes. El sol había echo acto de presencia como aquel chico, de repente, sin esperarlo.
-Que poco caballeroso de mi parte. Mi nombre es Jasper.
-Yo soy.. La.. Laap, si, así me puedes llamar.
-Ok Laap, y de que va el libro que estás leyendo?
-mm.. es de una pareja que el destino..
Entonces pasó algo que no hubiera podido imaginar, algo que no tenía planeado.. me besó.
Jasper, el completo desconocido que estaba sentado a mi lado, me había besado, y había sido el mejor beso de mi vida.
Un beso que me hizo estremecer, que hizo que todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo se alteraran, y que también hizo que el frío que sentía dentro de mi desapareciera, dejando en su lugar una suave brisa cálida como la que había sentido por la mañana y me había echo sonreír.
Cuando el se separó y yo abrí los ojos, las nubes del cielo había desaparecido por completo, en su lugar estaba el sol, que hacía tanto tiempo que esperaba, y como por arte de magia, yo, por dentro, me sentí igual.
-Lo siento Laap, yo.. no pude evitarlo, lo he estado deseando desde la primera vez que te vi sentada en este banco, leyendo uno de tus libros- me dijo mirándome a los ojos.
-Jasper.. yo.. no te preocupes, sino todo lo contrario, tú has echo desaparecer el frío que había dentro de mi..
No pude terminar de hablar porque mis labios volvían a estar ocupados en el caballero que había calentado mi corazón en el banco que está encarado hacía el estanco.
un desconocido qu ellega y te besa, mmmm, es mi sueño echo realidad
ResponderEliminary el titulo del libro es muy sujerente
un beso chicas
Irene
jajaja que bonito si ojala me pasara lo mismo pero con uno igualito a edward jajajaja hay mentiras eso solo pasa en los cuentos jaja pero soñar no cuesta nada
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