DESCUBRIENDO A LOS VULTURIS CAPITULO 9

Esta historia le pertenece a Kassi del blog htpp://kassicrepulera.blogspot.com Espero que os guste y dejeis vuestros comentarios. Os aviso que contiene LEMON

DESCUBRIENDO A LOS VULTURIS

CAPITULO 9 

POV Edward

Feliz, era la única palabra que me podía describir en este momento, entrando a casa junto a toda mi familia, y Bella, me daba una paz interior que nunca había sentido. Como si estuviera completo de alguna forma, nunca supe que necesitaba esto, hasta que lo sentí y ahí supe que si no volvía a estar como en este momento acabaría muy mal.

-¿Quién es ese?-pregunto Carlisle al ver a Chase sentado sobre el sofá.

-Es un neófito, solo estará aquí unos días mientras se acostumbra a esto, se llama Chase-conteste.

-Hola Chase, soy Carlisle-mi padre se presento dándole la mano.

-Hola, oí hablar mucho de ti-su sonrisa parecía natural pero aún así seguía desconfiando de él.

-Oh, tú debes de ser Bella-el hombre se giro solo un poco y saludo a Bella con un beso en la mano y otra sonrisa.

-SI, hola-suspiro y volvió su cabeza mirándome si saber qué hacer.

Tomé su mano y se la retire de la de Chase, este me miro y sonrió de nuevo.

-Supongo que tenéis cosas de las que hablar-contesto guiñando un ojo para volver después a su sitio.

-Sí, vamos-la cogí de la mano y salimos de la casa, vagamos por el bosque durante unos minutos en silencio, hasta que decidí llevarla al lugar en el cual nos habíamos besado una vez.

-Hermoso lugar-susurro suspirando, cuando llegamos.

Estaba más hermoso desde la última vez que había venido, las flores cerca del rio habían florecido levemente dándole paso a una bella primavera y los arboles parecían haberse hechos más frondosos.

-Si supieras lo que es para mí hermoso-conteste mas para mí que para ella.

Se volvió y me miro sonriente.

-¿Estuviste bien con los Vulturis?-le pregunte acercándome a ella.

-No, pero ya estaba acostumbrada a ellos-respondió con voz triste.

-Estaba muy preocupado por ti…quiero decir, por vosotros-le acaricie la mejilla.

-Gracias…-susurro.

Me acerque a ella tanto que nuestros alientos se unieron en uno solo, ella alzo sus ojos de mis labios a mis ojos y me encontré con un brillo único en sus ojos, los cuales tenían un color escarlata por llevar alimentándose de humanos algunos años.

-¿Quieres besarme ya?-pregunto antes de agarrar mi camiseta para tirarme de ella, hasta unir nuestras bocas.

Sus labios tenían un sabor peculiar, y eran tan dulces que temía poder estropearlos, pero ella me beso fuertemente mordiéndome el labio inferior.

Me separe de ella un poco pero la volví a besar sin poder detenerme.

Lenguas danzando al compás de nuestros labios, dulces caricias en las mejillas y sus cabellos en el aire dejándome un olor singular. Uní mi frente con la suya con un gran cariño.

-Te quiero, no sé cómo ni porque, lo único que sé es que te quiero-susurre sonriéndole.

-Que suerte la mía-contesto ella con su risa cantarina.

-¿Sabes que vendrán a por mí, verdad?-dijo repentinamente seria.

-No lo permitiré, estaré contigo todo el tiempo-le volví a acariciar la mejilla.

-No quiero poneros en peligro, esto es cosa mía-

-No es solo cosa tuya, mi padre también está involucrado-le respondí.

-Este no es el mejor momento para discutir, quiero seguir disfrutando de ti-volvió a besarme y le respondí gustosamente.

Sus caricias quemaban en mi piel, proporcionándome un dulce dolor que me pedía ir mas allá de lo que mi cordura podía aguantar.

La abrace pegándola más a mí, tanto que casi podía sentir una calidez entre nuestros fríos cuerpos, acaricie su cabello bajando mi beso para lamer su cuello, mientras que ella soltaba un pequeño y adorable gemido. Mi cabeza empezaba a dar vueltas por la sensaciones tan agradable que me hacía sentir su contacto sobre mi piel, me quite mi camisa de un tirón para a continuación coger a Bella en peso por sus glúteos y pegarla a un tronco, bese sus labios tiernamente, pasando de su beso tierno a uno hambriento, mordía y saboreaba cada vez mas ansioso por penetrarla.

Ella se aparto un poco y yo reaccione con un pequeño gruñido, del cual ella se rio antes de quitarse su camisa dándome a ver una estampa muy sensual, sus pechos estaban cubierto por un sujetador de color blanco perla, volví a gruñir pero esta vez de impaciencia mientras acariciaba sus pechos sobre la tela para darle a probar una pequeña tortura encantadora. Nos quitamos los pantalones en segundos como si la vida nos fuera en ello, mantuve a Bella pegada contra el árbol, baje por todo su cuerpo dejando un rastros de caricias acompañadas de pequeños besos que tentaban su control, al fin cogió mi cara con sus manos y la subió hasta que me tope con sus labios.

-Anhelaba ser amada como lo haces tú, sigue acariciándome-susurro Bella gimiendo.

Aparte sus braguitas para poder acariciar su clítoris y darle el placer que ella tanto se merecía, aunque además de eso deseaba verla disfrutar como nunca se lo había hecho disfrutar a nadie.

Arranque su sujetador de un mordisco y su braguita de un tirón, la mire a los ojos al sentir su intensa mirada sobre mí, tan lujuriosa mientras que se relamía los labios a la espera de mi primera envestida, me di tanta prisa como pude en quitarme los bóxers para poder poner mi erección en su entrada.

Cuando con una embestida entre en ella, mordí mi labio al notar su calor alrededor de mi, y con el sonido de uno de sus gemidos entre en ella más fuertemente y con una rapidez que hacia justicia a mi naturaleza de vampiro, casi podía sentir como el árbol se sacudía por mi fuerza mientras que Bella ponía sus pies alrededor de mis caderas pidiendo más.

-Sigue, joder, Oh, sí-gemía Bella.

Cambie de posición a Bella y la tendí sobre el suelo, ella se subió sobre mí para tomar el control de la situación. Se paro y movió sus caderas haciendo círculos volviéndome loco.

-Bella, no tientes mi autocontrol-gruñí, ella rio y su ritmo aumento.

Sus manos acariciaban mis pectorales al ritmo de las embestidas; yo baje mi mano para acariciar su intimidad, tan suave, tan tierna; llegamos al clímax juntos y ella me araño por la intensidad de las oleadas de placer.

-Espera necesito hacer algo-le dije con voz ronca moviéndola solo un poco, la baje de mi y saboree su intimidad lo justo para disfrutar al cien por cien.

Me miro con ojos lujuriosos y cariñosos a la vez y por primera vez sentí como me derretía ante su mirada.

“Te amo” gritaba mi mente, pero no se lo podía decir, ¿Cómo se lo iba a decir si apenas nos conocíamos?, era totalmente absurdo que ella lo aceptara, que aceptara mis sentimientos por ella y la peor pregunta era ¿Y si no me quería como yo la quería a ella y me rechazaba?, no podía pensar en eso, solo quería preocuparme del presente, solo debía preocuparme de ella.

POV Demetri

Olfateaba, intuía, y gruñía cual depredador tras su presa. Bella estaba a mi alcance, lo sabía.

Corría tratando de buscar su olor inconfundible, pero ya no tenía que buscar más, porque su olor se encontraba en el aire al igual que el de Carlisle, lo podía sentir en mi nariz, ese dulce olor que siempre estaba en su piel.

Mi mente al igual que mis sentidos funcionaban al cien por cien, buscando respuestas a mis preguntas, hacia poco que había decidido llevar a Bella con los Vulturis pero después ¿Qué?, me odiaría, y yo lo único que quería era vivir sin soledad junto a ella, sentir un beso en la mejilla que me indicara el cariño que sentía hacia mí.

Si quería que ella se librara de los Vulturis solo había una opción, negociar con ellos.

¿Con que negociaría? Eso se vería luego, ¿Para qué negociaría? Por salvar la vida de mi 

Bella, ¿Por qué hacia esto por ella? Porque la quería, no como mi amante, si no como mi amiga.

Ahora lo difícil seria llevarme a Bella conmigo sin que los Cullen se opusieran, debía hacerles entrar en razón y que me creyeran, ¿Y si no lo conseguía? Moriría a manos de Bella, pues era mejor opción que morir a manos de los Vulturis.