ODIANDIO A MI AMADO CAPITULO 20

Esta historia le pertenece a Kassi del blog "Luz de cristal"
Espero os guste y dejéis vuestros comentarios

ODIANDO A MI AMADO

SUMMARY: La obligaron a casarse y tener un hijo con alguien a quien odiaba. ¿Podrá llegar a amarlo como desea su padre?

CAPITULO  20 : EPILOGO

POV Bella

8 meses después

Alisé mi vestido sobre mi abultada barriga intentando arreglar aquellas pequeñas arrugas sobre la tela ancha de color rojo que vestía, todas las damas de honor debíamos llevar para la boda de Nessie y Jake el mismo vestido pero evidentemente en mi situación me era imposible ponerme un vestido rojo pegado a mi figura al igual que Alice, quien llevaba 8 meses enteros hablando solo de la boda de nuestros amigos, retoques y detalles que no dejaban de ser esenciales para la perfección del acontecimiento.

Mi embarazado seguía su curso con normalidad, aun no sabía si era una niña o un niño pero poco me importaba, solo quería a mi bebe en brazos pero para ello aun debía esperar varias semanas, Edward había decidido cambiar algunos detalles del cuarto del bebe para hacerlo menos frío y más personal, como a nuestro estilo; había quedado realmente hermoso. Desde que Edward supo de mi embarazo, se había mostrado como un verdadero padre, ansioso por la llegada del pequeño desde el principio, amándome con delicadeza en cada momento y sin olvidarse ni un instante que ahora debía cuidar a dos personas en este mundo.

Salí de mis pensamientos mientras observaba la fija mirada de mi amado sobre mi vientre, sonriente; él se encontraba de pie frente a mí como padrino de Jake esperando en el altar, yo de pie y con los tobillos hinchados y doloridos escuche atentamente la llegada de la novia cuando comenzó la marcha nupcial, el rostro de mi amigo se ilumino cuando la novia avanzo a paso decidido agarrada de la mano de Carlisle, detrás de ella Alice iba recogiendo la enorme cola de color perla de su vestido.

El pelo de Nessie iba recogido en un moño alto dejando tan solo dos mechones rizados de su cabello rubio resaltando sus mejillas rosadas y sus labios pintados, sus ojos brillaban como dos luceros al ver todo lo que Alice había preparado ella sola para su boda, parecía estar conteniendo una lágrima por su propio bien y el de su maquillaje, los ojos los tenia pintado de color blanco con un poco de brillo, al fijarme bien en su pelo distinguí una bella horquilla azul entre el moño, supuse que sería por esas normas de las novias de llevar algo azul el día de su boda, también llevaba algo viejo…la pulsera que le había prestado para que la luciera en su muñeca, y con eso también se iba la norma de llevar algo prestado, solo quedaba lo nuevo que se reducía a todo lo demás.

El vestido blanco elegido por mi amiga le quedaba fabuloso sobre ese vientre de mama que ya tenía; poco después de aquella charla que tuvimos en mi salón se dio la casualidad de que nuestra amiga había quedado embarazada, y ahora mismo estaba de 8 meses, me hacia feliz su estado, ya que serian una familia feliz ella, Jake y su bebe además de que y mi pequeño podría jugar con el suyo como hermanos, eso sería fabuloso.

Cuando llego a mi lado cogió mi mano un segundo con un apretón cariñoso y se giro hacia su futuro marido para comenzar con el enlace, la música nupcial desapareció y el cura comenzó a hablar con esa voz grave que parecía caracterizar a todo los tipos de la iglesia.

-Queridos hermanos, estamos hoy aquí reunidos para celebrar la unión entre…Reneesme y Jacob…-poco a poco el cura fue callando dando la bendición y haciendo que la boda transcurriera sin ningún error.

-Puede ponerle el anillo a la novia-dijo el cura apremiando a Jake.

Este cogió el anillo del cojín que a falta de niño pequeño tenia Alice entre las manos y se lo puso con delicadeza a Nessie en el dedo anular, un precioso anillo de oro con la inscripción “Juntos hasta el fin…”; Nessie cogió el otro anillo y se lo puso a Jake, ese anillo en concreto tenia la segunda parte de la inscripción con un “…De nuestras vidas”

Estaba mirando su vientre cuando un dolor me llego desde mi barriga, un dolor fuerte y punzante que me ataco por segunda vez, entonces sentí como se mojaba todas mis piernas y horrorizada mire al suelo de la iglesia, “Oh Dios, aquí no” me dije mirando a Edward quien se había dado cuenta de lo que pasaba.

-No…-dije en voz alta, mis amigos se giraron asustados y un momento después miraban mi vestido rojo manchado.

-Oh Dios mío, el bebe ya está aquí…se ha adelantado-dijo Edward moviéndose de su sitio para sujetarme por el brazo.

-El bebe quiso nacer en la iglesia, es toda una bendición-dijo el cura alegremente, en ese momento me gire y le clave mi mirada molesta, para mí no era ninguna bendición parar la boda para irme de allí corriendo por el bebe que se avecinaba.

-Vamos Bella, vete al hospital, en cuanto acabe la boda voy para allá-dijo Nessie besando mi mejilla-suerte, futura mama-la escuche decir cuando Edward se quito la chaqueta y me cogió en brazos manchándose la camisa.

Todos los invitados nos miraban sorprendidos mientras todo ese espectáculo ocurría, antes de irme grite les grite “Enhorabuena” en mitad de la iglesia y después vi como el cura proseguía con la charla mientras yo me retorcía de dolor en brazos de mi Edward.

Me metió en el coche con urgencia tendiéndome en la parte trasera y puso el coche en marcha rápidamente, tenía que llegar al hospital para que una comadrona me ayudara con el bebe. O según el dinero y el chantaje de mi marido para que un buen doctor me ayudara, momentos después mi siguiente punzada de dolor a lo vestía llegó, mientras a lo lejos se escuchaba un coche siguiéndonos el paso.

-¿Quién es el del coche?-pregunte al no poder levantarme.

Edward alterado como estaba manejaba con rapidez hacia el hospital.

-Es Carlisle, querrá ocuparse él personalmente de su nieto…y tu padre también viene-dijo mirando por el retrovisor.

-Ah…..-grité, mi vientre parecía querer desgarrarse, cosa que era parecido a lo que me iba a pasar dentro de poco-ah…jajaja-no sé como de nerviosa estaba, solo sabía que estaba gritando y después riendo como histérica.

Un minuto después el coche fue parando y Edward corriendo salió de él para cogerme de nuevo, llamo como pudo a una doctora para que trajera una camilla y me que tendiera en ella, con las medidas adecuadas; Carlisle paro el coche a centímetros del de Edward y salió corriendo de allí.

La enfermera me llevaba a una sala cuando Carlisle tomo el control de la situación, llamándola por su nombre y explicándole la situación de mi parto prematuro como también le explico que él se haría cargo como doctor, ella le dejo porque sabía bien quién era, todos sabia quien era él, el rico Doctor Cullen.

Tomo mi camilla y la instalo en una habitación en la que solo me encontraba yo sola, Edward tomo mi mano mientras comenzaba de nuevo esos dolores que me atormentaban, Carlisle le dijo a Charlie que por mi bien se quedara fuera, y así hizo mi padre, en cuestión de minutos la criatura de Dios comenzó a salir; no sé como paso pero el dolor se intensificó y se propago por todas partes, tan solo tenía la certeza de que mi parto saldría bien, tomada de la mano por mi marido, empujando fuertemente y con el mejor Doctor del estado comencé a dar a luz a mi bebe precioso.

No sé, ni recuerdo en que hora el bebe salió por fin pero sí recuerdo que cuando ya estaba casi por terminar y esperaba impaciente y deseosa de ver a mi pequeño en mis brazos mientras empujaba, alguien entro en una camilla para ponerse a mi lado; la sorpresa que me lleve fue brutal cuando vi de quien se trataba.

Con el vestido de novia aun puesto Nessie miraba en mi dirección tocándose su vientre, sonrió cuando la mire en su cara se reflejaba dolor por las primeras contracciones pero felicidad por la llegada también de su pequeño, eso sí que era casualidad, parecía como si nuestros hijos se hubiesen puesto de acuerdo para nacer el mismo día, como si estuviesen ya de antes compenetrados para ser como gemelos, para ser como uno.

-Esto es de locos…mi pequeño quiso ver al tuyo-dijo Nessie riendo, yo con una risa forzada di el ultimo empujón y un pequeño lloriqueo de mi bebe resonó en la sala.

Carlisle suspiro aliviado mientras comenzaba a cortar el cordón umbilical mientras murmuraba “y ahora el otro pequeñín”, cogió una toalla de una silla y envolvió a mi bebe.

-Es una niña, felicidades Bella-dejo mi niña en mis brazos, aquella pequeña que comenzaba a respirar abriendo sus ojitos con curiosidad, Edward me beso la frente y aparto mis pelos sudorosos de ella para después mirar a la pequeña y sonreír abiertamente.

-Hola, Nessie-murmuro, le mire riendo y después a mi compañera de habitación que había abierto los ojos como platos.

Mi pequeña hijita con sus ojos color esmeralda al igual que los de su padre me observaba fijamente, su cara redondita tenia forma de corazón con unas mejillas rosadas; su pelo era del color broncíneo de su padre, era el bebe más hermoso que hubiese visto jamás, con un gran parecido a su papi.

-La llamaremos Reneesme…gracias por todo Nessie-le dije a mi amiga, ella tomo mi mano a través de el espacio que nos separaba y la apretó con cariño; Jake tomo su otra mano y dejo que se la estrujara por la fuerza, entonces soltó la mía sabiendo que si no lo hacía me la dañaría a mí, me dedique a mirar a mi hija y a Nessie dando a luz alternativamente, no quería perderme nada de todo esto, ni los primeros bostezos de mi pequeña ni del nacimiento de mi sobrino postizo.

-AHHHHHH……………!-ese fue el último grito de Nessie antes de descansar en la cama sin fuerzas ninguna esperando a ver su pequeño, Carlisle hizo el mismo método que conmigo, le corto el cordón umbilical y limpio al pequeño con una toalla antes de entregárselo a la madre, porque poco después nos lo quitarían para lavarlo mejor.

-Felicidades es un niño-dijo mi cuñado dándole su niño a Nessie.

-La parejita…serán como hermanos-susurro Nessie besando la mejilla de su hijo.

Una doctora entro en la habitación y llamo a Carlisle con apremio, rompiendo la armonía del lugar.

-Doctor Cullen ¿puede atender otro embarazo?-pregunto la enfermera.

-Sí, ¿de quién es?-pregunto poniéndose en pie.

-De una tal…Tanya Denali-Edward giro su cabeza y alzo una ceja.

-Increíble…tres bebes en un día-susurro.

-Bien, ahora voy…-se despidió de su nieta con un besito en al frente y del otro pequeño con otro beso y después salió de la habitación aligerando el paso para atender a Tanya.

-¿Cómo le llamo?-pregunto Nessie distraidamente mirando al bebe, su vestido había quedado hecho un destrozo pero nada importaba si tenía a su pequeñín con ella.

-No sé… ¿Qué tal Robert?-le pregunte alzando la mirada de la carita de mi hija.

-Mm…Robert, me gusta-dijo contenta, Jake estaba embelesado con su hijo y Edward estaba totalmente igual con su hija así que se la di en brazos, él la tomo como si fuera tan frágil como el cristal y la miro ilusionado.

Un segundo después un grito se escucho y Alice asomo la cabeza por la habitación.

-Ah…soy tía por partida doble, que feliz-se acerco a mi pequeña Nessie y después a Robert mirando a las dos direcciones.

-Oh, un niño y una niña…-murmuro.

Carlisle apareció por la puerta y sonrió a su hija.

-Y Tanya tuvo una niña, cuando llegue ya estaba con la cabeza ya fuera y mi trabajo fue rápido-dijo explicando su llegada.

Los demás familiares entraron a la habitación y comenzaron a mirar a los pequeños que parecían quedarse dormido, me levante con cuidado de la cama para tomar a mi hija de los brazos de Edward y acercarlo al pequeño Robert que residía en los brazos de Nessie.

Cuando los acerque, ambos se miraron con sus pequeños ojitos, y mi niña hizo un gorgoteo con su boquita para que su amigo alzara las manos poniéndolas en movimiento frente a ella, eran todo un par de hermanitos de alma, sin sangre que los uniera pero ambos se amaban aun siendo unos recién nacidos. Sus corazones latían a la vez, como una sinfonía mientras se miraban y se acercaban uno a otro para mirarse asombrados.

-Qué gran familia-murmuro Esme a mis espaldas.

-Mi amada familia…-susurre besando la cabeza de mi niña buscando la mirada de mi marido.
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Con este capitulo se ha terminado esta historia, espero que os haya gustado y hayáis disfrutado leyéndola tanto como yo