Esta historia es de María del blog "Letras de hielo y fuego"
Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.
RECORDAR PARA OLVIDAR
Summary: No siempre hay un final feliz
CAPITULO 1
Era feliz. Si lo era. Lo tenía todo, y ahora me quedé sin nada. Me siento vacío, y mi corazón ya hace tiempo que dejó de latir.
Las olas golpean las rocas y el murmullo del mar se asienta en mi cabeza. Sentado en una roca, intento recordar, para así poder olvidar.
Estoy escribiendo para poder entenderme a mi mismo, todo lo que siento es demasiado complicado para poderlo explicar en palabras, pero aún así.. que palabras elegir?
La tristeza me consume y la soledad me atrapa. Ya no veo la luz para poder tener un poco de esperanza.. hay momentos que me duele hasta el respirar..
Me escondo tras una mascara de alegría, pero la verdad.. es que me sigue doliendo el corazón.
No se si alguien pueda llegar a entenderme, si hay alguien que comprenda como me siento, y tampoco se si alguna vez me volveré a sentir lleno, completo, feliz..
Y aunque sé que lo fui plenamente, también sabía que tanta felicidad no dura para siempre.
La vida te da cosas, y ella misma te las quita.
Soy Edward Anthony Cullen, y puedo asegurar, que no siempre hay un final feliz, que no existen los “vivieron felices..” y mucho menos la felicidad eterna. La vida, no es un cuento de hadas. Aunque así lo queramos creer.
El aire frío golpea mi rostro, las lagrimas salen de mis ojos por miedo a lo desconocido, pero en el fondo, sé que puedo estar tranquilo, ella está conmigo, así me lo prometió.
Lo único que me queda es mirar atrás, por última vez, y volver a soñar con lo que viví alguna vez.
Hace casi seis meses, que deje de ser yo, la persona alegre y positiva, para ser una amargada con pocas ganas de seguir hacía delante. Hago todo lo posible para sonreír, de verdad lo intento, pero solo puedo formar una mueca que mas bien desfigura mis labios.
Cuando la gente que me quiere me preguntan que si ya estoy bien, y yo les respondo que si, provoco que escuchen la peor de las blasfemias. El dolor está en cada uno de los poros de mi piel.
Me duele tanto recordar, escuchar..
Recuerdo como si fuera ayer, el día que nos conocimos. Solo una mirada basto para que me diera cuenta que era el amor de mi vida. Pensé que siempre estaríamos juntos.. que equivocado estaba..
El sol brillaba con fuerza, hacía calor ese día de agosto, eran las seis de la tarde, y las calles estaban abarrotadas de gente paseando. Pero aunque había muchas personas a las que esquivar para poder andar, nuestras miradas se encontraron, y nuestros pies quedaron fijos en el suelo, igual que las raíces de los arboles.
En ese momento, todo desapareció de nuestro alrededor, solo estábamos ella y yo..
Era extraño, pero algo dentro de mi me obligaba a acercaba a esa mujer de ojos hipnotizantes.
Estábamos a escasos centímetros el uno del otro, mi respiración era entrecortada y mi pulso se aceleraba por momentos, y a ella a simple vista.. ella estaba peor que yo.
Le acaricie la mejilla con el pulgar y ella dejó reposar su cara en mis mano. No creía en el amor a primera vista, pero en ese momento, hasta los elfos y las hadas me parecían reales.
No conocía su nombre, no sabía de donde era, desconocía absolutamente todo de ella, pero aún así, no quería separarme, mi cuerpo pedía el suyo a gritos, unos gritos que se me hacían imposible de callar.
Desde ese día no nos volvimos a separar, hasta que llegó el peor día de mi vida. El día que se fue y me dejo solo en este mundo cruel..
Recuerdo como le pedí nuestra primera cita.
-Esto.. te apetecería ir a..
-Si quiero!!- dijo con mucha énfasis, que a mi me pareció adorable, y aún más cuando sus mejillas se tornaron de un rojo intenso.
La lleve al mejor restaurante italiano de la ciudad, y cada vez que la miraba a los ojos, mi inconsciente me pedía que nunca la dejara marchar.
Su cabello con olor a fresas, el chocolate desecho que tenía como ojos, y la piel blanca y suave que invitaba a acariciarla, provocaban que mi cuerpo se sometiera a unas agradables corrientes eléctricas, que se paseaban con tranquilidad por mi columna.
En el momento que salimos del restaurante y como acto impulsivo le agarre la mano, entrelace sus dedos con los míos y nuestras miradas se cruzaron, supe que estaba enamorada, perdidamente enamorado, y que nunca podría amar a nadie mas.
En pocas horas ella se convirtió en mi todo..
----------------
Las olas golpean las rocas y el murmullo del mar se asienta en mi cabeza. Sentado en una roca, intento recordar, para así poder olvidar.
Estoy escribiendo para poder entenderme a mi mismo, todo lo que siento es demasiado complicado para poderlo explicar en palabras, pero aún así.. que palabras elegir?
La tristeza me consume y la soledad me atrapa. Ya no veo la luz para poder tener un poco de esperanza.. hay momentos que me duele hasta el respirar..
Me escondo tras una mascara de alegría, pero la verdad.. es que me sigue doliendo el corazón.
No se si alguien pueda llegar a entenderme, si hay alguien que comprenda como me siento, y tampoco se si alguna vez me volveré a sentir lleno, completo, feliz..
Y aunque sé que lo fui plenamente, también sabía que tanta felicidad no dura para siempre.
La vida te da cosas, y ella misma te las quita.
Soy Edward Anthony Cullen, y puedo asegurar, que no siempre hay un final feliz, que no existen los “vivieron felices..” y mucho menos la felicidad eterna. La vida, no es un cuento de hadas. Aunque así lo queramos creer.
El aire frío golpea mi rostro, las lagrimas salen de mis ojos por miedo a lo desconocido, pero en el fondo, sé que puedo estar tranquilo, ella está conmigo, así me lo prometió.
Lo único que me queda es mirar atrás, por última vez, y volver a soñar con lo que viví alguna vez.
Hace casi seis meses, que deje de ser yo, la persona alegre y positiva, para ser una amargada con pocas ganas de seguir hacía delante. Hago todo lo posible para sonreír, de verdad lo intento, pero solo puedo formar una mueca que mas bien desfigura mis labios.
Cuando la gente que me quiere me preguntan que si ya estoy bien, y yo les respondo que si, provoco que escuchen la peor de las blasfemias. El dolor está en cada uno de los poros de mi piel.
Me duele tanto recordar, escuchar..
Recuerdo como si fuera ayer, el día que nos conocimos. Solo una mirada basto para que me diera cuenta que era el amor de mi vida. Pensé que siempre estaríamos juntos.. que equivocado estaba..
El sol brillaba con fuerza, hacía calor ese día de agosto, eran las seis de la tarde, y las calles estaban abarrotadas de gente paseando. Pero aunque había muchas personas a las que esquivar para poder andar, nuestras miradas se encontraron, y nuestros pies quedaron fijos en el suelo, igual que las raíces de los arboles.
En ese momento, todo desapareció de nuestro alrededor, solo estábamos ella y yo..
Era extraño, pero algo dentro de mi me obligaba a acercaba a esa mujer de ojos hipnotizantes.
Estábamos a escasos centímetros el uno del otro, mi respiración era entrecortada y mi pulso se aceleraba por momentos, y a ella a simple vista.. ella estaba peor que yo.
Le acaricie la mejilla con el pulgar y ella dejó reposar su cara en mis mano. No creía en el amor a primera vista, pero en ese momento, hasta los elfos y las hadas me parecían reales.
No conocía su nombre, no sabía de donde era, desconocía absolutamente todo de ella, pero aún así, no quería separarme, mi cuerpo pedía el suyo a gritos, unos gritos que se me hacían imposible de callar.
Desde ese día no nos volvimos a separar, hasta que llegó el peor día de mi vida. El día que se fue y me dejo solo en este mundo cruel..
Recuerdo como le pedí nuestra primera cita.
-Esto.. te apetecería ir a..
-Si quiero!!- dijo con mucha énfasis, que a mi me pareció adorable, y aún más cuando sus mejillas se tornaron de un rojo intenso.
La lleve al mejor restaurante italiano de la ciudad, y cada vez que la miraba a los ojos, mi inconsciente me pedía que nunca la dejara marchar.
Su cabello con olor a fresas, el chocolate desecho que tenía como ojos, y la piel blanca y suave que invitaba a acariciarla, provocaban que mi cuerpo se sometiera a unas agradables corrientes eléctricas, que se paseaban con tranquilidad por mi columna.
En el momento que salimos del restaurante y como acto impulsivo le agarre la mano, entrelace sus dedos con los míos y nuestras miradas se cruzaron, supe que estaba enamorada, perdidamente enamorado, y que nunca podría amar a nadie mas.
En pocas horas ella se convirtió en mi todo..
----------------
mw gusta muchisimo como empieza esto, quiero saber por que edward esta tan triste!!!
ResponderEliminarawwwns, que buena pinta tiene esta historia!
ResponderEliminarhahaha, pobrecito mi edward, pero puedo entenderlo. Yo estuve asi una vez y en realidad no hay quien te saque de esas si no uno mismo (y en verdad nunca sales completamente)
hahaha, me ha gustado esta historia y juro que la seguire!
un beso mari, te cuidas!
atte
withney
Genial el capi, gracias wapaaa.
ResponderEliminarBesosss
Este capitulo me ha enganchado muero por leer l siguiente... Mari cuando lo publicas?
ResponderEliminarAtte. Rosy
Un capi genial... uff cuanto dolor y soledad trasmite...Esres buena, nena ... muy buena
ResponderEliminar