lunes, 10 de octubre de 2011

POR Y PARA SIEMPRE CAPITULO 7

Esta historia le pertenece a María del blog "Letras de hielo y fuego"
Espero os guste y dejéis vuestros comentarios

POR Y PARA SIEMPRE 

Summary: Bella pierde a su familia en un accidente, cuando se va a vivir con su tía se encuentra con un nuevo chico en el instituto, pero pronto se dará cuenta que no es como los demás, es como ella.. diferente.

CAPITULO 7

Al final resultó que la noche del viernes quedo cancelada, bueno.. la noche no, sino solo nuestros planes. En parte porque el hermano de Rosalie, Jasper, se puso enfermos, y ella era la única que podía cuidarlo. Y también, por parte, es que Alice, se tuvo que ir con sus padres, unos fanáticos del deporte, para ver el partido de la semana.

Cuando Esme se enteró, que no vendrían mis amigas esa noche, salió temprano del trabajo, y me invito a ir a cenar a un buen restaurante.

Como sabia que Esme no le gustaba que llevara capuchas y sudaderas, me puse el vestido de color azul que ella me había comprado hacia poco, con unos zapatos a conjunto. Traslade mis cosas más importantes de la mochila al bolso que también me regalo mi tía, y renuncio a mi ya clásica cola de caballo, para dejarme mi cabello color chocolate suelto.

Durante el trayecto de casa al restaurante, ni Esme ni yo dijimos palabra. Las dos estábamos sumergidas en nuestros pensamientos.

Esme, le dejó el coche al mozo del restaurante, para que así lo pudiera estacionar en el aparcamiento. Cuando entramos en el vestíbulo, me di cuenta que ese restaurante era verdaderamente un lugar muy chic. Un lugar donde irías a cenar con una cita, y no con una antipática sobrina.

El camarero nos acompaño hasta nuestra mesa, que estaba adornada con velas y flores. Ese restaurante no se parecía en nada a los sitios que solía frecuentar.

Al rato de estar sentadas en la mesa, ella pidió vino tinto, y yo un refresco, cuando el camarero trajo lo que habíamos pedido, también nos entrego la carta, para poder decidir lo que queríamos para cenar.

-Bueno, que tal todo? Y el instituto? Los amigos? Todo bien? - mi tía intento empezar una conversación, pero la verdad, le salió bastante mal.

-Si, todo bien.-dije, la verdad es que a mi tampoco se me daba muy bien lo de hablar- vuelvo en un momento- murmure, y salí corriendo hacia el baño, se me había olvidado mi mp3 en casa, y todas esas voces hablando en mi cabeza, todos los pensamientos de la gente del restaurante, me estaban mareando.

Cuando por fin me tranquilice, pase mis dedos por mi cabello, para así poder acomodarlo, me puse un poco de brillo en los labios, y volví a la mesa junto a mi tía.

-Estoy bien- le dije cuando me senté en la mesa- bueno.. y cambiando de tema.. como te va todo? Hay chicos guapos en tu trabajo?

Después de cenar, y mientras Esme estaba pagando la cuenta, yo me salí, hacía fuera de ese lugar, necesitaba despejarme. Me sobresalte cuando una mano toco mi hombro.

-Hola- dije, una oleada de calor se apoderó de mi cuerpo cuando mis ojos se encontraron con los suyos.

-Estas impresionante- dijo Edward mientras me miraba de arriba a abajo, hasta que sus ojos volvieron a encontrar los míos- casi no te reconozco sin la capucha, has disfrutado de la cena?- sonrió

Solo pude asentir, estaba tan nerviosa que me sorprendí incluso de haber podido hacer ese simple gesto.

-Antes te he visto que ibas hacia el baño, te habría saludado, pero parecía que tenías muchas prisa.-dijo Edward

Me quede observándolo, y me pregunte que hacía él solo, en un restaurante de lujo como aquel.

Llevaba puesto un abrigo negro, una camisa, y unos pantalones de marca, una vestimenta no muy normal en un chico de su edad, pero que aun así le quedaba perfecta.

-He venido, porque como soy nuevo aquí, y me han dicho que estaba muy bien este restaurante..- dijo Edward contestando a la pregunta que yo aun no había formulado. Cuando estaba pensando en algo que decirle, apareció Esme, y muy amablemente Edward le ofreció su mano en modo de saludo.

-Esto.. el es Edward, un compañero del instituto- él es el que hace que me suden las manos, y aparezcan mariposas en mi estomago, pensé- viene de México.

-Así? De que parte?

-De Santa Fe- responde Edward.

-Esme es abogada, y trabaja mucho- murmure mientras clavaba la mirada en el coche que aparecería en diez segundos, nueve, ocho,..

-Nos íbamos a casa, pero estaría encantada de que te vinieras con nosotras a tomar algo- se ofreció mi tía

-Gracias, pero me tengo que ir- respondió Edward

Cuando dijo eso detrás de él apareció una rubia explosiva, de esas que solo ves en revistas, llevaba un vestido negro muy apretado, y unos tacones de aguja, demasiado altos.

La chica me sonrió, pero me di cuenta al momento, que no era una sonrisa amable. Si no que simplemente, eran unos labios brillantes, que se curvan hacía arriba. Sus ojos estaban demasiado lejos para darme cuenta de lo que ellos expresaban, pero había algo en su rostro, en su expresión, que me daba a entender, que le causaba gracia, vernos a todos juntos.

Volví a mirar a Edward, para darme cuenta, que estábamos demasiado cerca el uno del otro, nuestros labios estaban a escasos centímetros. Levantó su mano para acariciar mi mejilla, y cuando fue a colocarme un mechón tras la oreja, de esta sacó un tulipán rojo, me lo dio, y se fue con la chica del vestido ceñido y la falsa sonrisa.


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