lunes, 5 de marzo de 2012

POR Y PARA SIEMPRE CAPITULO 24

Esta historia es de María en su blog “Letras de hielo y fuego”
Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.

POR Y PARA SIEMPRE

Summary: Bella pierde a su familia en un accidente, cuando se va a vivir con su tía se encuentra con un nuevo chico en el instituto, pero pronto se dará cuenta que no es como los demás, es como ella.. diferente.

CAPITULO 24

Cuando me desperté, estaba tumbada en mi cama, y Esme me observaba sentada a los pies de esta.

-Hola, te lo debes de haber pasado muy bien este fin de semana- me dijo con un sonrisa.

Me fije en la hora del reloj, y me levante de golpe, al darme cuenta que era muy tarde.

-Estas bien? Estabas dormida cuando llegué anoche, no estarás enferma, verdad?-preguntó Esme

Fui hasta la ducha, sin saber muy bien que decir, porque aunque sabía que no estaba enferma, no podía creer, que hubiera dormido tantas horas.

-Hay algo que tendría que saber?- preguntó de nuevo mi tía antes que yo entrara en el baño.

Cerré los ojos, e hice un esfuerzo, para recordar el fin de semana. Recordaba lo que pasó con
Leah, recordaba que Edward se había quedado a dormir en mi casa, que me había preparado la
cena y que por la mañana, preparó el desayuno..

-No.. no pasó nada- conteste después de unos segundos

-Pues entonces date prisa, porque sino llegaras tarde a clase. Seguro que estas bien?

-Si- conteste lo mas convincente que pude, pero mientras entraba en la ducha, me di cuenta, que no sabía si estaba mintiendo o no.

···························

Alice se la pasó hablando de Jasper todo el camino hasta el instituto. Me contó paso a paso, y con todo lujo de detalles lo que hizo con él el sábado por la noche, y el romántico mensaje de texto que le envió cuando llegó a casa.

-Me he estas escuchando?

-Claro que si- le contesto mientras me paré en un semáforo en rojo

Mi mente, también trabajaba en lo que pasó en mi fin de semana, pero todo se vuelve oscuro a partir del desayuno del domingo. Por mucho que me esforzara, no lograba recordar nada.

-No me mientas, si te aburro, solo dímelo, pero.. te he contado lo que me dijo Jasper al salir..?

-Alice, has hablado con Rosalie?- le pregunte sin dejarla terminar la frase

-No, y tú?

-Creo.. creo que no

-Crees que no?

-No desde el viernes

Entre en el aparcamiento, y mi corazón empezó a latir de forma rara, al ver a Edward en el lugar de siempre, esperándome, apoyado contra su coche.

-Bueno creo que tú también tendrás uno de esos finales de “fueron felices..”- dijo Alice señalando con la cabeza a Edward, que rodeó el coche para abrirme la puerta del conductor, y entregarme un tulipán rojo.

-Buenos días- dijo Edward antes de darme un casto beso en los labios

Yo murmure alguna tontería en modo de respuesta y me dirigí hacía la verja. Cuando el timbre sonó, Alice salió corriendo hacía su clase, y Edward, mientras me cogía la mano, y yo nos fuimos a lengua.

-La señora Ángela esta apunto de llegar- susurró

Ocupe mi sitio, y saque los libros correspondientes, y me pregunté, porque tener a mi novio tan cerca, me ponía tan nerviosa. Después busque mi mp3 en el bolsillo, y el pánico me invadió, cuando me di cuenta que no lo traía conmigo.

-No te hace falta- dijo Edward mientras cogía mi mano, y acariciaba el dorso de esta con el pulgar- me tienes a mi

Cerré los ojos disfrutando del contacto, sabía que la señora Ángela, llegaría en tres, dos..

-Bella- susurró Edward mientras sus dedos acariciaban las venas de mi muñeca- estas bien?

Apreté los labios y asentí.

-Vale. Lo he pasado muy bien este fin de semana, y espero que tú también- hizo una pausa en el momento que la profesora entraba en clase- lo pasamos bien ayer, no crees?

Me gire hacía Edward, mirándolo a los ojos . Sentí un agradable cosquilleo, por el simple hecho, de tener su mano sobre la mía. Después asentí, solo para que se diera cuenta que estaba de acuerdo con él, porque sabía que esa es la respuesta que buscaba. Aunque lo cierto, no sabía si era verdad.

······················

Las siguientes horas, solo fueron una confusa mezcla de raras sensaciones de desconcierto. Pero hasta que llegué a la mesa del comedor, no descubrí la verdad de lo que pasó el domingo.

-No puedo creer que os metierais en el agua con lo fría que esta- comentó Alice

-Bella llevaba un traje de neopreno, que por cierto se lo dejo en mi casa- dijo Edward

Le quité el envoltorio a mi sándwich, pero por mucho que ellos hablaran, yo seguía sin recordar nada. No sabía ni que tenía un traje de neopreno.

-Mmm.. eso no fue el viernes?- pregunté

-No, yo hice surf el viernes, pero hasta el domingo, no te decidiste en meterte en el agua, y ahí fue cuando te di algunas clases.

Trataba de recordar, pero mi mente seguía en blanco.

-Bueno, y se le da bien?- preguntó Alice

-La verdad, es que apenas había olas, así que no pudimos practicar mucho, nos pasamos la mayor parte de día tumbados bajo unas mantas. Y si, se le da bastante bien.

Alice me miró con las cejas levantadas, pero yo me limite a encogerme de hombros.

-En que playa estuvisteis?- preguntó

No me acordaba de la respuesta, así que me limite a mirar a Edward

-En la cala pequeña de la Push- contestó él antes de beber de su bebida

-Por favor decirme que no sois de esas parejas en las que siempre responde el chico. Acaso
Edward también pide por ti en los restaurantes?- dijo Alice mientras sacudía la cabeza, y ponía los ojos en blanco.

Me quede mirando a Edward, pero antes que él responda, Alice añadió:

-Bella, te lo estoy preguntando a ti

-Yo me encargo de pedir mi propia comida. Y.. me podrías prestar un momento tu teléfono.

-Porque? Has olvidado el tuyo?

-Si, y quería hablar con Rosalie, para saber como esta. Tengo un mal presentimiento. No puedo dejar de pensar en que algo malo le ha pasado.

-Bella, Rosalie, esta en casa enferma- dijo Alice- Tiene la gripe. Y esta triste por lo de Leah, pero me ha jurado que ya no esta enfadada.

-Creía que no habías hablado con ella.

-Le he enviado un mensaje en clase de Arte

-Esta bien?

-Esta echando las tripas por la boca, y esta llorando la perdida de su amiga, pero si le quitamos eso, se puede decir que si que esta bien.

Le devolví el teléfono a Alice, ya que si Rose se encontraba mal, mejor no molestarla. Poco después Edward colocó su mano en mi pierna y Alice se puso a hablar de Jasper. Pero aunque asentía o sonreía de tanto en tanto, no puedo deshacerme de esa sensación de intranquilidad.

··························

El único día que Edward decide pasar todo el día en el instituto, es el único día que yo hubiese deseado, que no lo hiciera. Porque cada vez que salía de clase, me lo encontraba esperándome, para preguntarme como estaba. Y la verdad, es que me empezaba a poner un poco nerviosa.

Así que después de la última clase, fuimos hacía el aparcamiento, y cuando él se ofreció a acompañarme a casa, y le conteste:

-Si no te importa, quiero estar un rato sola.

-Va todo bien?- preguntó por.. ¿enésima vez?

-Si, te veré mañana, vale?

Cuando llegué a casa, me sentía tan cansada, que me fui directa a la cama, con la intención de dormir un rato hasta que llegara Esme, que seguro se preocupaba por mí de nuevo.

Cuando me desperté a mitad de la noche con el corazón a mil por hora, me dio la sensación, que no estaba sola en la habitación.

Busqué la almohada, y la apreté con fuerza contra mi, dándome la sensación, que ella me protegía de lo que hubiera en la habitación.

Examine el oscuro espacio, y contuve la respiración cuando escuche un sonido parecido al de unas zapatillas cerca de la puerta de la terraza.

-Edward?- me sorprendí a mi misma cuando pronuncie su nombre en voz alta.

Busque con dificultad el interruptor de la luz, para poder buscar a mi intruso.

Estaba tan segura que no estaba sola, que me sentí decepcionada cuando me di cuenta que en esa habitación, solo estaba yo.

Eche el pestillo a la puerta de la terraza, para luego asomarme al interior del armario, y mirar bajo la cama, igual que hacía mi padre para convencerme que el hombre del saco no se escondía ahí.

Pero como no encontré nada, me volví a meter en la cama, y le di vueltas a que a lo mejor, la culpa de tener la sensación que había alguien dentro de la habitación era por culpa de la maldita pesadilla.

La pesadilla era parecida al sueño que tuve una vez. Corría a través de un claro con un vestido blanco que apenas me protegía del frío, y que parecía que invitara al viento a azotar mi piel.
Tenía mucho frío, pero apenas me daba cuenta, porque solo me concentraba en correr, mis pies se hundían en la tierra y el barro, y yo solo buscaba refugio en un escondite que estaba protegido por la niebla espesa.

Lo único que sabía es que corría hacía una luz suave. Y que me alejaba de Edward.

1 comentario:

  1. fantastico y asombroso capitulo ,me encanto ,gracias bebé por publicar....

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