AMANDO A UN VAMPIRO CAPITULO 10

Esta historia le pertenece a Kassi en su blog “Luzde cristal”

Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.

AMANDO A  UN VAMPIRO

SUMMARY: Porque el amor puede llegar a ser difícil y si no que se lo digan a la familia Cullen, amantes de vampiros… (vampiros & humanos) 

Clasificación: T

CAPITULO 10

POV Emmett

Jasper ya lo sabía y Edward estaba transformado en vampiro, se suponía que ahora yo tenía que decírselo a Rosalie pero no podía, no si quería que ella siguiera conmigo, la amaba y no podía permitir que un estúpido secreto me separara de ella, puede que fuera un secreto importante pero si podía retrasar todo lo posible que ella supiera la verdad, lo retrasaría para poder disfrutar de ella aún más.

Seguía en el sofá junto a Edward “viendo” la tele pero sin ver, cuando llamaron a la puerta Alice bajo por la escaleras a velocidad vampírica para abrirla, allí se encontraba Jasper. Alice no pudo evitarlo más, se tiro hacia él y le abrazo. Se separo de él y le beso.

Edward se puso en pie y fue a saludar a su primo con un fuerte abrazo y yo le salude con un simple manotazo en el hombro, Bella salía de la cocina para saludarte también.

-Venia para decir que a pesar de lo que sois os acepto y sobre todo…Te amo, Alice-dijo besándole
en la mejilla y sonriéndole.

-Yo también te amo, Jass.

-Y Emmett no te preocupes no pienso decirle nada a Rosalie, solo porque tú no quieres, aunque yo creo que debería saberlo pero esa es tu decisión.

-Sí lo es, y todavía no quiero que lo sepa-le conteste sin más.

-Me alegro de que lo sepas, sería muy extraño ser vampiro y no poder decírselo a la persona a la cual le confió todo-dijo Edward volviéndose a abrazar a Jasper.

-Si, a mí también me alegra saber la verdad-contesto Jasper.

Yo me aleje porque no podía aguantar aquello, era como si me quisieran dar una lección a través de sus palabras y acciones. Yo ya lo tenía decidido no diría nada.

Aunque quisiera hacerlo no sabría como, cada vez que me imaginaba diciéndole a Rosalie lo que yo era, me ponía nervioso. Rosalie saldría corriendo o algo peor, por el susto, seguramente creyendo que yo era un monstruo y eso me destrozaría el corazón. Aunque fuese el monstruo es esta historia no lo queria aceptar.

POV Rosalie

Hoy día de fiesta de la creación de la universidad y yo en mi casa, sin hacer nada. No sabía qué hacer, solo se me ocurría buscar a Jasper y preguntarle si sabía algo sobre los cambios de Edward. Estaba un poco raro y no era el único, Jass también lo estaba desde ayer al hablar con Alice, quizá hubieran tenido una discusión o algo parecido. Salí de mi habitación después de terminar los deberes de la Universidad. Me dirigí a la habitación de Jasper, para saber si se encontraba ahí, ya que no lo había visto desde hacía un par de horas.

Me quede fuera esperando oír algo pero la habitación se encontraba en completo silencio, así que llame a la puerta con los nudillos, pero nadie contesto, volví a llamar y obtuve el mismo resultado.

Al final decidí entrar pero no había nadie ni nada fuera de lugar, todo era normal, su cama tan impoluta como siempre, sus cosas ordenadas y guardada en los cagones, excepto una carta en el escritorio la cual repare que estaba allí cuando iba a salir. Fui al escritorio a ver de que se trataba, no debía de espiar ni nada por el estilo pero no importaba porque Jasper y yo nunca teníamos secretos. Con cuidado e intentando no hacer ruido cogí la carta, me sentía como una ladrona intentando no ser descubierta. Saque un folio rosa de el sobre y empecé a leer la carta y con cada palabra quedaba más confundida. Llegue a una conclusión, que fueran o no vampiros, Emmett me había engañado. Raramente no me importaba lo que él fuera, porque sabia que no me haría daño porque si lo quisiera ya lo hubiera hecho, me importaba la mentira.

Jasper lo sabía y Edward incluso se había transformado por Bella seguramente. Y a mí Emmett no era capaz de decirme la verdad.

Me sentí tan mal, tan enfadada, dolida, confundida…solo pude salir de casa e ir a ver la verdad con mis propios ojos.

Cogí mi coche conduciendo como una temeraria hacia la casa de los Swan.

Llegue más pronto de lo que esperaba, salí de mi coche y me pare antes de llegar a la puerta, ahora me daba cuenta que no había pensado lo que diría.

¿Cómo podría ir allí y decirle, que sabía lo que era porque cogí algo de Jasper, algo que no me
pertenecía?

Aún así iría por la verdad, me dirigí muy segura a la puerta, llame hasta que me abrió Emmett.

Entonces no lo pude evitar, se me escapo una lágrima que cayó rodando por mi mejilla.

-¿Qué te pasa?-pregunto Emmett angustiado.

-Me engañaste-le dije furiosa.

-¿Qué?

-No me dijiste lo que eras, Edward se transformo y Jasper lo sabe.

-Pero…- el no era capaz de decir nada.

-Quería saber la verdad y tú me la ocultaste-le dije ya casi gritando.

-No creí que quisieras saberla.

-¿Por qué no iba a quererlo? Te amo, tonto-le dije ya llorando demasiado.

Antes de que pudiera decir cualquier otra cosa salí del porche de su casa y me metí en el coche para conducir mientras lloraba, finalmente tuve que aparcar en el arcén porque las lágrimas no me dejaban ver, lágrimas derramadas por Emmett. Y esto probaba mi miedo a enamorarme, estos malos momentos. Volví a poner el coche en marcha cuando las lágrimas se me hubieron secado y fui a casa. Seria difícil perdonar a mi familia, que me había engañado y ocultado cosas, pero más difícil aún seria perdonar a Emmett tanto que incluso llegue a pensar que no podría llegar a perdonarlo jamás.

Ese pensamiento me dolió mucho porque yo lo necesitaba, le amaba y sabia que le quería perdonar con toda mi alma pero si me había engañado una vez quien me no aseguraba que podría volver a hacerlo, dejando un dolor más profundo aun del que tenia ahora, y no estaba segura de si podría aceptarlo.