Espero os guste y dejéis vuestros comentarios.
MI AMOR DESPRECIADO
SUMMARY: 17 años pasaron desde que se vieron por primera vez, y esa sintonía que había entre sus corazones no se había destruido por nada, cuando el amor llegue a sus almas adolescentes ¿hará que ese equilibrio entre sus almas desaparezca al igual que su amistad? ¿O el amor hará mas fuerte esa conexión?...Secuela de Odiando a mi amado
CAPITULO 9
POV Robert
Vale, no sabía como había llegado aquí a estas horas de la noche, realmente me resultaba raro pasarme por casa de Nessie estando la situación como estaba pero simplemente había querido salir a andar y había llegado hasta aquí cosa que no me extrañaba en absoluto.
Hacia una buena noche y el aire era fresco, no iba abrigado en absoluto más que con una blusa de mangas largas así que notaba el helor de la noche; esperaba poder ver a mi chica desde fuera de su casa por una de las ventanas, quizás desde la de su cuarto si tenía suerte, sentada en el tocador peinando sus bellos cabellos color oro; suspire con resignación necesitaba sentirla cerca.
El silencio inundaba las calles oscuras de la ciudad, tan solo mis pisabas rompían el silencio sin embargo algo mas resalto, un grito femenino me hizo saltar, unas siluetas parecían adivinarse ahora entre las sombras del barrio de Nessie.
Incluso a esta altura y sin poder ver los rostros de las personas, sabia quien era, una mujer de cabellos rubios forcejeando con un tipo corpulento, mas con esas pistas cualquiera hubiese dudado pero yo no, y cuando un grito más corto el aire, mi cuerpo contesto, era ella, conocía demasiado bien sus gritos y todo lo que a ella en fin se refería.
Mis piernas se pusieron en marcha a un ritmo alarmante, no podía seguir quieto, yo la iba a proteger, sabía que algo pasaba ¿Cómo se había atrevido aquel tipo a dejar sola a Nessie?, era mayor que ella se suponía que la debía cuidar. Pero no, ahora estaba en peligro gracias a alguien que ella no merecía, ¿para eso la había dejado? ¿Para que un estúpido peor que yo se acercara a ella? Bueno por lo menos tenía dinero eso quería decir que si en un futuro el no sabía protegerla por lo menos podría contratar a alguien que lo hiciera como dios manda.
Las borrosas figuras se hicieron más visibles y la cara de espanto de mi niña me desgarro el alma, ese hombre de aspecto hostil la estaba manoseando, ensuciando su hermoso cuerpo; pobre de mi Nessie…
-Demasiado linda-dijo una voz ebria, evidentemente la de aquel hombre, seguía manoseándola y yo ya estaba lo suficientemente cerca como para que pudiese divisarme entre la oscuridad, pero mi mano iba más adelantado que todo mi cuerpo; cerrado formando un puño que lancé contra el borracho, espere darle de tal forma que de desequilibrase y dejara a mi pequeña en paz.
El golpe le dio en la mejilla cuando se giro buscando el origen de los pasos que yo daba, su equilibrio ya bastante tocado por el alcohol fue aun mas pésimo cuando mi otro puño impacto contra su mandíbula, dejo escapar el aire apartándose hacia atrás y quedando momentáneamente desconcertado, segundos que yo aproveche para mirar si Nessie estaba bien.
Ella se encontraba sentada en el suelo mirándome mientras se intentaba tapar el corsé con las manos, parecía tan débil en esa posición…mi despiste fue mala idea, el hombre aprovecho esos segundos contra mí para propinarme un empujón y darme con su puño en el estomago. Dolió mucho pero me mantuve lo bastante firme como para esquivar el siguiente golpe que iba directo a mi cabeza.
-Robert-gritó desesperada la voz de Nessie cuando el hombre avanzo de nuevo hacia mí.
Era el doble que yo pero él estaba borracho y yo estaba totalmente lucido, ahora me alegraba de no haber querido beber junto a Victoria, era todo un alivio saber que eso ahora me daba ventaja.
Me agache esquivando los golpes y me lance contra él placándolo por la cintura, derribándolo al suelo y consiguiendo el efecto que quería, tomar el control de la situación; bien, no iba a ser nada simpático con este hombre que bien podía doblarme la edad, no estaba nada feliz con lo que había hecho.
Abrí y cerré los puños para con todas mis fuerzas lanzarlos contra ese hombre, uno en la ceja, otro en la barbilla, uno más en el ojo, otro en la mandíbula; supuse que con esa había aprendido la lección y por eso quise levantarme pero de nuevo un gran error. El tipo estaba furioso por los golpes que yo le había estado dando así que se lanzo contra mí y ahora la cosa se puso al revés, yo era el de abajo y él el que daba los golpes; obviamente yo era más listo y me tape la cara con las manos, así el primer puñetazo no me llegó y el segundo se desvaneció en el aire.
Miré hacia arriba y vi que Nessie llevaba una piedra en la mano y le había dado en la mejilla a su casi violador; el hombre se retiro al suelo, ahora si le había dado bien, una gran brecha en la mejilla no era nada bueno.
-Robert ¿estás bien?-preguntó tirándose a mi lado.
Yo me repuse y asentí, mire de nuevo el cuerpo del hombre que parecía estar demasiado inmóvil, ella se percato de eso y temerosa preguntó:
-¿Esta muerto?-yo la mire, estaba tan preocupado por ella, llevaba días los que ahora me parecían una eternidad queriendo poder hablar con ella sin que nada se interpusiera entre nosotros. Desde luego no tenía porque ser un alivio estar tirado en mitad de la calle al lado de un borracho violador pero estaba mirando a los ojos a la mujer que amaba y a pesar de que ella se sintiera medio desnuda o me mirara interrogante esperando la respuesta a su pregunta, yo estaba ciertamente feliz de estar con ella.
-No, solo esta inconsciente-le susurre, la barriga de aquel hombre aun subía y bajaba a un compás, no era de mi agrado que siguiera respirando pero yo no era ningún asesino y así se quedaría la cosa. Con un vivo que no debería de estarlo.
Ella se tiro por fin al suelo y descansó se veía que estaba agotada, lo más seguro seria que ni si quiera su mente estuviera del todo aceptando lo sucedido, incluso a mi me costaba pero tenía un cuerpo en la acera para demostrarlo.
-Vamos Nessie, te llevare a casa-le dije ofreciéndole una mano, ella la miro y después volvió la mirada al vació abrazando su cuerpo, bien…ahora que la adrenalina estaba yéndose de su cuerpo parecía que estaba por entrar en un Shock o algo parecido.
-Nessie…-le susurre agachándome a su lado, ella apoyo su cabeza en mi hombro y cerró los ojos negando.
-No-dijo en voz alta.
Solo vi una solución a este problema tomarla en brazos y llevarla a su casa como si nada; y así hice, alargue mis brazos y la cogí como un bebe, su vestido destrozado calló y ella se lo intento sujetar para que no se le viera demasiado, de todas formas ante mí no tenia porque aparentar nada, yo había crecido con ella, literalmente le había visto más que la rodilla sin vestir.
-Todo estará bien, te lo prometo-le dije, ella puso un brazo alrededor de mi cuello, así pude sentirla más cerca de mí, su esencia junto a la mía unidas otra vez, quizás no por mucho pero eso no significaba que estuviesen separadas para siempre.
-Gracias-dijo en un murmullo.
Me acerque a la puerta de su casa y llame como pude, no esperaba verme bien pues estaría todo desaliñado y con algún moratón pero solo quería que Nessie se tumbara y estuviera bien; a partir de ahora esto iba a ser un gran número, en cuanto se abriera la puerta se formaría una buena alrededor de nosotros.
La puerta se abrió mientras yo pensaba en eso y Edward Cullen doctor titulado y casi tío postizo apareció apoyado sobre el marco de la puerta, podía decirse que esperaba a su hija con una gran sonrisa pero lo que vio se la hizo desvanecer en tan solo un segundo, la tomo entre sus brazos quitándomela de encima y se interno con ella en casa sin preguntar nada, igualmente me dejo paso y fue corriendo hacia el cuarto de ella para curarla; yo cerré la puerta y le seguí tan rápido como mis doloridas piernas me permitían.
-¿Qué ha pasado?-pregunto desde lo alto de las escaleras, yendo hacia una de las puertas.
-La rescate de un borracho, el que ahora mismo está allí afuera inconsciente-dije señalando con mi pulgar al exterior.
-Luego iré a verlo, pero mírala esta en shock-Nessie se revolvió entre los brazos de su padre soltándose de ellos para quedarse de pie en el pasillo y extendió una mano hacia mí.
-Ven, Robert-me ordeno Edward, a la vez que tomaba a su hija de la mano para internarla en su habitación.
Yo asentí y fui con ellos, Nessie estaba mal vestida enseñando gran parte de su ropa interior pero ahora no parecía importarle, era más consciente de que había estado a punto de ser violada por un borracho asqueroso y de que yo era su salvador.
Edward tumbo a Nessie en la cama y comenzó a inspeccionarle el cuerpo en busca de lesiones, se giro hacia mí con voz severa con el miedo en la mirada; sabía lo que estaba pensando.
-¿Cuándo la salvaste, ese hombre la había…tocado?-Edward era un hombre fuerte pero Nessie era su princesita, y si era cierto que le había hecho algo, a él le dolería más que si se lo hubiesen hecho a sí mismo.
-No, solo le rompió el vestido y la manoseo un poco pero no le quito su virginidad- dije claramente, esto era algo con lo que no se podía jugar; de igual manera cuando Bella apareció por la habitación la cara se le puso blanca y fue corriendo hasta su hija.
-¿Pero que te ha pasado?-le pregunto para nada, de ella no obtendría una respuesta por ahora.
-Robert la ha salvado de un borracho-contesto Edward pasando un brazo por mi hombro, entonces me miro a mi para hablarme-siempre fuiste como un segundo hijo para mí, pero ahora mismo te has ganado toda mi gratitud; me has salvado la vida al impedir que ocurriera algo peor con ella.
Fueron palabras cortas pero con mucho significado, para ellos yo era ahora el héroe de la historia cuando hacia tan solo era el villano al romperle el corazón a su más preciado tesoro, su hija.
-Solo lo hice por ella-murmure mirándola ahora sobre su lecho.
-Por eso mismo te lo agradezco-intervino Bella, aparto la mirada de mi y tomo la mano de su hija con un apretón, ella giro la cabeza y miro a su madre con una sonrisa triste.
-Vamos, Nessie, te daremos un baño-dijo al ver su vestimenta.
-No…-contesto mi pequeña quien me miro con una intensa mirada-Robert…-alzo la otra mano y espero mi llegada tumbada allí sin aparentes fuerzas.
-Hija, tu padre tiene que revisarle las heridas, debes dejarlo ir unos minutos-intentó decirle su madre.
Ella le lanzo una mirada fría más propia de una serpiente que de un ángel y siguió como si nado rozando con sus dedos mi mano. Dios, esta vez se me haría mucho más difícil estar alejado de ella, cuando sabia que me adoraba como su salvador.
-Está bien, yo me voy a encargar del maldito que te hizo pasar por esto hija-dijo Edward girando sobre sus talones para salir de allí con la barbilla alta y el fuego ardiendo en su mirada como todo un vengador.
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