Esta historia le pertenece a María en su blog "Letras de hielo y fuego"
Espero os guste y dejéis vuestros comentarios.
POR Y PARA SIEMPRE
Summary: Bella pierde a su familia en un accidente, cuando se va a vivir con su tía se encuentra con un nuevo chico en el instituto, pero pronto se dará cuenta que no es como los demás, es como ella.. diferente.
CAPITULO 16
Cuando volví a casa después de las clases, Edward me estaba esperando en la entrada, con una sonrisa de esas que despejan las nubes del cielo, y hacen desaparecer cualquier duda.
-Como te ha ido el día?- preguntó mientras colocaba sus manos en los bolsillos traseros del pantalón oscuro de marca y entró en el interior de la casa.
-La rutina de siempre.. ya sabes..- le dije mientras lo miraba de reojo. Estuve a punto de decir algo escandaloso, ya que era evidente que no me estaba escuchando. Por que aunque estaba asintiendo a todo lo que yo decía, su mirada, estaba distante y preocupada.
-Que tal tu día? Que has echo?
Le ofrecí una botella de agua, pero él negó con la cabeza, y bebió un trago de su botella, que contenía un líquido rojo.
-He ido a dar una vuelta en coche, he echo un poco de surf, y he esperado a que se hiciera la hora para volver a verte.
-Si hubieras ido a clase, no hubieras tenido que esperar- replique
-Intentare recordarlo mañana- dijo mientras en el rostro se le formaba una sonrisa, de esas que hacían que te olvidaras de respirar.
-Quieres que salgamos y nos sentamos fuera al lado de la piscina?- le pregunte, en un intento de que me diera el aire, y así poder calmar los nervios que me provocaba estar con él a solas.
-Prefiero ir arriba y echar un vistazo a tu habitación- contesta mientras sacude la cabeza y agarra mi mano.
-Como sabes que esta arriba?- pregunte con los ojos en blanco
-No están siempre arriba?- sonrió. Dudé, no sabia si teníamos que subir a la habitación, pero
Edward le dio un apretón a mi mano- Venga! No te voy a morder.
Su mirada era tan irresistible y cálida, que lo único que quería mientras subía las escaleras, era que no me hubiera dejado nada por el medio.
Cuando entramos en la habitación, le pregunte a Edward si quería salir a la terraza, ya que había unas vistas impresionantes, pero él negó con la cabeza, y me indico que me sentara a su lado en el sofá, mientras encendía el televisor.
······························
A la hora de cenar, estábamos sentados fuera en una de las hamacas, terminando la pizza que habíamos pedido con doble de queso, aunque la verdad, me la había comido casi toda yo, porque
Edward comía como un supermodelo y no como un chico normal. Lo único que hacia era dar pequeños mordiscos al trozo de pizza, y no parar de beber de su botella, la del líquido rojo.
-Dime como lo haces?
-Hacer que?- preguntó confundido
-Todo! En serio.. no haces lo deberes, no estudias, y sacas buenas notas, coges un pincel y te pones a pintar, y ya has pintado un cuadro mucho mejor que Picasso. De verdad.. hay algo que se te de mal? Tienes mala coordinación? Dímelo!
-Bueno.. nunca se me ha dado muy bien el béisbol- dijo mientras presionaba sus labios contra mi oreja- pero no hay quien me supere en el fútbol, y creo que tengo cierto talento para el surf
-En ese caso.. debe ser la música.. tienes mal oído?
-Tráeme un piano y te tocare lo que quieras. Aunque también puede ser una guitarra, un saxofón..
-Que es entonces? A todo el mundo se le da algo mal. Dime algo que se te de mal.
-Porque quieres saber algo así?- dijo mientras me estrechaba contra su pecho- porque quieres borrar la imagen perfecta que tienes de mi?
-Porque parezco pobre y tonta, en comparación. En serio, soy tan mediocre en tantas cosas, que me gustaría saber que tú también eres malo en algo. Con eso me sentiría mucho mejor.
-Tú no eres mediocre- aseguró mientras hundía su nariz en mi cabello
-Solo una cosa por favor.. aunque tengas que mentir. Es por una buena causa: mi autoestima.
-De verdad quieres saberlo?- pregunto mientras besaba mi oreja
Asentí, mientras mi corazón latía con fuerza.
-Se me da fatal todo lo relacionado con el amor
-Podrías ser mas explicito?- pregunte con un risilla nerviosa
-Al final, siempre resulto.. decepcionante
-Pero.. si tan solo tienes diecisiete años.. cuantas veces has podido resultar decepcionante?
En lugar de responder, Edward me obligo a darme la vuelta, y pego sus labios a mi oído para poder susurrarme:
-Vamos a darnos un baño
······················
Otra muestra mas que es perfecto: llevaba un par de bañadores en el maletero de su coche.
-Nunca sabes cuando vas a necesitarlos- dijo mientras me dedicaba una sonrisa.
Edward se acercó unos centímetros más al borde de la piscina, y finge hundir el dedo gordo del pie en el agua.
-No la pruebes, salta si mas
-Puedo tirarme?
-Claro! Como quieras
Me reí, al ver como realizaba un perfecto salto antes de aparecer a mi lado
-Perfecto- afirma- deberías vestirte así mas a menudo, sin duda es una gran mejora, si se compara con los vaqueros y las sudaderas. Pero supongo que debes hacer lo que tienes que hacer, verdad?- observe su rostro, había algo de lo que había dicho que tenia un significado oculto- es obvio que te proteges de Jessica y Lauren. Esas dos no juegan demasiado limpio- dijo mientras acariciaba mi mejilla
-A caso estamos compitiendo?
-Bella.. jamás había competencia alguna
-Como puedo saber tal cosa, si a veces te muestras afectuoso y otras distante?
-Bella.. yo.. jamás mi intención ha sido hacerte daño. Jamás. Nunca he intentado hacerte daño, y me disculpo si alguna vez te he dado la sensación que quería jugar con tus sentimientos. Ya te he dicho que se me dan mal este tipo de cosas.
Sonrió al tiempo que metía sus dedos entre los mechones mojados de mi cabello y sacaba un tulipán rojo.
Me quede observándolo. Fijándome en sus hombros descubiertos, sus abdominales perfectos y sus manos desnudas. No hay mangas en las que esconder flores, no hay bolsillos donde esconder nada. No hay nada más que su glorioso cuerpo semidesnudo, el bañador chorreante, y el estúpido tulipán que tenía en la mano.
-Como lo haces?
-hacer que?
-Lo de los tulipanes, las rosas..
Intente pasar por alto lo que provocaba en mi cuerpo, la oleada de calor que recorría mi cuerpo cada vez que me tocaba con sus manos.
-Es magia- aseguro con una sonrisa, mientras salíamos de la piscina, y nos envolvíamos con unas toallas.
-Por que nuca hablas en serio?
-Hablo en serio- dijo mientras se ponía su camiseta, y buscaba las llaves del coche.
Se dirigió hacia la puerta trasera, e hizo un gesto con la mano por encima del hombro.
-Esme esta en casa- susurró
Luego desapareció entre la oscuridad.
-----------------------
Cuando volví a casa después de las clases, Edward me estaba esperando en la entrada, con una sonrisa de esas que despejan las nubes del cielo, y hacen desaparecer cualquier duda.
-Como te ha ido el día?- preguntó mientras colocaba sus manos en los bolsillos traseros del pantalón oscuro de marca y entró en el interior de la casa.
-La rutina de siempre.. ya sabes..- le dije mientras lo miraba de reojo. Estuve a punto de decir algo escandaloso, ya que era evidente que no me estaba escuchando. Por que aunque estaba asintiendo a todo lo que yo decía, su mirada, estaba distante y preocupada.
-Que tal tu día? Que has echo?
Le ofrecí una botella de agua, pero él negó con la cabeza, y bebió un trago de su botella, que contenía un líquido rojo.
-He ido a dar una vuelta en coche, he echo un poco de surf, y he esperado a que se hiciera la hora para volver a verte.
-Si hubieras ido a clase, no hubieras tenido que esperar- replique
-Intentare recordarlo mañana- dijo mientras en el rostro se le formaba una sonrisa, de esas que hacían que te olvidaras de respirar.
-Quieres que salgamos y nos sentamos fuera al lado de la piscina?- le pregunte, en un intento de que me diera el aire, y así poder calmar los nervios que me provocaba estar con él a solas.
-Prefiero ir arriba y echar un vistazo a tu habitación- contesta mientras sacude la cabeza y agarra mi mano.
-Como sabes que esta arriba?- pregunte con los ojos en blanco
-No están siempre arriba?- sonrió. Dudé, no sabia si teníamos que subir a la habitación, pero
Edward le dio un apretón a mi mano- Venga! No te voy a morder.
Su mirada era tan irresistible y cálida, que lo único que quería mientras subía las escaleras, era que no me hubiera dejado nada por el medio.
Cuando entramos en la habitación, le pregunte a Edward si quería salir a la terraza, ya que había unas vistas impresionantes, pero él negó con la cabeza, y me indico que me sentara a su lado en el sofá, mientras encendía el televisor.
······························
A la hora de cenar, estábamos sentados fuera en una de las hamacas, terminando la pizza que habíamos pedido con doble de queso, aunque la verdad, me la había comido casi toda yo, porque
Edward comía como un supermodelo y no como un chico normal. Lo único que hacia era dar pequeños mordiscos al trozo de pizza, y no parar de beber de su botella, la del líquido rojo.
-Dime como lo haces?
-Hacer que?- preguntó confundido
-Todo! En serio.. no haces lo deberes, no estudias, y sacas buenas notas, coges un pincel y te pones a pintar, y ya has pintado un cuadro mucho mejor que Picasso. De verdad.. hay algo que se te de mal? Tienes mala coordinación? Dímelo!
-Bueno.. nunca se me ha dado muy bien el béisbol- dijo mientras presionaba sus labios contra mi oreja- pero no hay quien me supere en el fútbol, y creo que tengo cierto talento para el surf
-En ese caso.. debe ser la música.. tienes mal oído?
-Tráeme un piano y te tocare lo que quieras. Aunque también puede ser una guitarra, un saxofón..
-Que es entonces? A todo el mundo se le da algo mal. Dime algo que se te de mal.
-Porque quieres saber algo así?- dijo mientras me estrechaba contra su pecho- porque quieres borrar la imagen perfecta que tienes de mi?
-Porque parezco pobre y tonta, en comparación. En serio, soy tan mediocre en tantas cosas, que me gustaría saber que tú también eres malo en algo. Con eso me sentiría mucho mejor.
-Tú no eres mediocre- aseguró mientras hundía su nariz en mi cabello
-Solo una cosa por favor.. aunque tengas que mentir. Es por una buena causa: mi autoestima.
-De verdad quieres saberlo?- pregunto mientras besaba mi oreja
Asentí, mientras mi corazón latía con fuerza.
-Se me da fatal todo lo relacionado con el amor
-Podrías ser mas explicito?- pregunte con un risilla nerviosa
-Al final, siempre resulto.. decepcionante
-Pero.. si tan solo tienes diecisiete años.. cuantas veces has podido resultar decepcionante?
En lugar de responder, Edward me obligo a darme la vuelta, y pego sus labios a mi oído para poder susurrarme:
-Vamos a darnos un baño
······················
Otra muestra mas que es perfecto: llevaba un par de bañadores en el maletero de su coche.
-Nunca sabes cuando vas a necesitarlos- dijo mientras me dedicaba una sonrisa.
Edward se acercó unos centímetros más al borde de la piscina, y finge hundir el dedo gordo del pie en el agua.
-No la pruebes, salta si mas
-Puedo tirarme?
-Claro! Como quieras
Me reí, al ver como realizaba un perfecto salto antes de aparecer a mi lado
-Perfecto- afirma- deberías vestirte así mas a menudo, sin duda es una gran mejora, si se compara con los vaqueros y las sudaderas. Pero supongo que debes hacer lo que tienes que hacer, verdad?- observe su rostro, había algo de lo que había dicho que tenia un significado oculto- es obvio que te proteges de Jessica y Lauren. Esas dos no juegan demasiado limpio- dijo mientras acariciaba mi mejilla
-A caso estamos compitiendo?
-Bella.. jamás había competencia alguna
-Como puedo saber tal cosa, si a veces te muestras afectuoso y otras distante?
-Bella.. yo.. jamás mi intención ha sido hacerte daño. Jamás. Nunca he intentado hacerte daño, y me disculpo si alguna vez te he dado la sensación que quería jugar con tus sentimientos. Ya te he dicho que se me dan mal este tipo de cosas.
Sonrió al tiempo que metía sus dedos entre los mechones mojados de mi cabello y sacaba un tulipán rojo.
Me quede observándolo. Fijándome en sus hombros descubiertos, sus abdominales perfectos y sus manos desnudas. No hay mangas en las que esconder flores, no hay bolsillos donde esconder nada. No hay nada más que su glorioso cuerpo semidesnudo, el bañador chorreante, y el estúpido tulipán que tenía en la mano.
-Como lo haces?
-hacer que?
-Lo de los tulipanes, las rosas..
Intente pasar por alto lo que provocaba en mi cuerpo, la oleada de calor que recorría mi cuerpo cada vez que me tocaba con sus manos.
-Es magia- aseguro con una sonrisa, mientras salíamos de la piscina, y nos envolvíamos con unas toallas.
-Por que nuca hablas en serio?
-Hablo en serio- dijo mientras se ponía su camiseta, y buscaba las llaves del coche.
Se dirigió hacia la puerta trasera, e hizo un gesto con la mano por encima del hombro.
-Esme esta en casa- susurró
Luego desapareció entre la oscuridad.
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*-* Aww, que lindo, me encantan los tulipanes ><
ResponderEliminarBueno, besos!
XOXO
fascinante me encanta ,gracias nena por publicar....Besos...
ResponderEliminarYa me puse al día, por ahora es igual a la historia Los Inmortales, pero espero cambie hacia el final, no lo recuerdo mucho, pero recuerdo que no me gustó... jeje!! Espero que se diferente, aunque lo dudo seguiré leyendo los siguientes capítulos, Mari!!! Besos!!
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