Espero os guste y dejéis vuestros comentarios.
POR Y PARA SIEMPRE
CAPITULO 17
Por la mañana cuando llegue al aparcamiento del instituto, Edward no estaba ahí.
Así que me dirigí a la clase que me correspondía, pero cuando llegue frente a la puerta, me quede paralizada, porque a lo que se refería a Edward no podía ver nada, así que mi estúpida cabeza y imaginación, empezaron a jugar en mi contra, formando una pesadilla.
La pesadilla consistía en que entraba en clase, y me encontraba a Edward sentado en la mesa de Jessica, riendo y coqueteando, él le sacaba a ella, capullos de rosa de todos lo sitios posibles, mientras yo agachaba la cabeza y me dirigía a mi sitio, donde la calidez de su mirada pasaba rozándome mientras volvía a concentrar su atención en Jessica.
Y sabía que esa vez no podría soportarlo, de verdad, no podría hacerlo. Porque aunque sabía que Jessica es mezquina y detestable, no lo guarda en secreto, muestra con claridad como es a todo el mundo.
Y yo era todo lo contrario, una persona paranoica y reservada, que se escondía tras unas gafas de sol y una capucha, mientras cargaba con una carga pesada. No había nadas sencillo en mi.
Cuando estaba a punto de girar el picaporte, mi mano empezó a temblar, negándose a obedecer, y cuando estaba a punto de huir, por miedo de que mi pesadilla fuera verdad, un chico apareció por detrás.
-Piensas abrirla?- preguntó mientras se aclaraba la garganta. Aunque completo la pregunta en su cabeza con una palabra que no pronunció en voz alta “frikie”.
Así que respire hondo, y abrí la puerta. Cuando entre me sentía peor de lo que había podido imaginar, pero solo porque Edward no estaba ahí.
···························
En cuanto llegue al comedor, examine todas las mesas en busca de Edward, pero al ver que no se encontraba me senté en la mesa de siempre. A los cinco minutos llegó Rosalie.
-Ha pasado una semana, y sigo sin saber nada de Leah- dijo Rosalie
-Has preguntado en el grupo de animadoras?- preguntó Alice
-Si, pero nadie sabe nada. Tanya dice que estoy exagerando, sacando las cosas de lugar.
-Todavía sigue aquí?- dijo Alice mientras la miraba con atención.
-Pues claro que sigue aquí Alice. Ahora vive en esta ciudad. Hay algún problema?
-Ningún problema- aunque Alice contesto eso, su mente no lo pensaba- Es solo que..- empezó a decir
-Solo que.. que?
Yo la mire fijamente pensando: “hazlo Alice! Díselo! Tanya es arrogante, aborrecible, una mala influencia, que solo traerá problemas. No eres la única que lo ve, yo también me he dado cuenta, díselo..”
-Da igual- contesto Alice mientras sacudía la cabeza, y suspiraba profundamente.
-No me lo trago Alice. Así que si tienes algo que decir, dilo y ya- Silencio, solo silencio, al ver que nadie decía nada, Rosalie añadió- No te molestes Alice. Y te digo lo mismo Bella. El hecho que no digáis nada, no os hace menos culpables. Vosotras ni siquiera la conocéis! No tenéis derecho a juzgarla. Resulta que Tanya me cae muy bien. Y en el poco tiempo que la conozco a sido mucho mejor amiga que vosotras dos juntas.
-Eso es mentira- gritó Alice- Una mierda como esa..
-Lo siento Alice, pero es la verdad. Vosotras me toleráis, salís conmigo, pero en realidad no encajamos. A Tanya y a mí nos gustan las mismas cosas, nos mueven los mismos intereses. Le gusto tal como soy.
-Vaya.. por eso te has convertido en un clon de Tanya, vistiéndote como ella, y cambiando tu look, porque te acepta tal como eres.
-Tú no lo entiendes Alice. Olvídalo
-Venga! Qué te pasa? Lo único que he preguntado es que si seguía aquí, y tú lo has convertido en una disputa. Sabes qué? Siéntate y disfruta de la comida.
Rosalie no hizo caso a Alice, sino que todo lo contrario. Se fue esquivando las mesas del comedor.
-Me puedes explicar lo que acaba de pasar?- preguntó Alice confundida.
Pero yo no tenía respuesta para eso.
··································
Cuando llegue a mi casa, vi que Edward estaba apoyado contra la puerta de la entrada, sonriendo.
-Sabes? He hecho una reserva para dos- dijo mientras me rodeaba con su brazo y me conducía a su coche.
-A donde vamos?- pregunte mientras ocupaba el asiento del copiloto de su magnífico Volvo.- Lo cierto es que tengo muchas tareas.
-Tranquila, eso lo puedes hacer más tarde
-Mas tarde?
Lo observe con atención, preguntándome si alguna vez sería capaz de acostumbrarme a su belleza y a la calidez de su mirada, y a esa capacidad suya de convencerme para hacer cualquier cosa.
Edward sonrió y puso en marcha el motor silencioso de su coche.
-Antes de medianoche, te lo prometo. Ahora ponte el cinturón, vamos a dar una vuelta.
---------------------
Así que me dirigí a la clase que me correspondía, pero cuando llegue frente a la puerta, me quede paralizada, porque a lo que se refería a Edward no podía ver nada, así que mi estúpida cabeza y imaginación, empezaron a jugar en mi contra, formando una pesadilla.
La pesadilla consistía en que entraba en clase, y me encontraba a Edward sentado en la mesa de Jessica, riendo y coqueteando, él le sacaba a ella, capullos de rosa de todos lo sitios posibles, mientras yo agachaba la cabeza y me dirigía a mi sitio, donde la calidez de su mirada pasaba rozándome mientras volvía a concentrar su atención en Jessica.
Y sabía que esa vez no podría soportarlo, de verdad, no podría hacerlo. Porque aunque sabía que Jessica es mezquina y detestable, no lo guarda en secreto, muestra con claridad como es a todo el mundo.
Y yo era todo lo contrario, una persona paranoica y reservada, que se escondía tras unas gafas de sol y una capucha, mientras cargaba con una carga pesada. No había nadas sencillo en mi.
Cuando estaba a punto de girar el picaporte, mi mano empezó a temblar, negándose a obedecer, y cuando estaba a punto de huir, por miedo de que mi pesadilla fuera verdad, un chico apareció por detrás.
-Piensas abrirla?- preguntó mientras se aclaraba la garganta. Aunque completo la pregunta en su cabeza con una palabra que no pronunció en voz alta “frikie”.
Así que respire hondo, y abrí la puerta. Cuando entre me sentía peor de lo que había podido imaginar, pero solo porque Edward no estaba ahí.
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En cuanto llegue al comedor, examine todas las mesas en busca de Edward, pero al ver que no se encontraba me senté en la mesa de siempre. A los cinco minutos llegó Rosalie.
-Ha pasado una semana, y sigo sin saber nada de Leah- dijo Rosalie
-Has preguntado en el grupo de animadoras?- preguntó Alice
-Si, pero nadie sabe nada. Tanya dice que estoy exagerando, sacando las cosas de lugar.
-Todavía sigue aquí?- dijo Alice mientras la miraba con atención.
-Pues claro que sigue aquí Alice. Ahora vive en esta ciudad. Hay algún problema?
-Ningún problema- aunque Alice contesto eso, su mente no lo pensaba- Es solo que..- empezó a decir
-Solo que.. que?
Yo la mire fijamente pensando: “hazlo Alice! Díselo! Tanya es arrogante, aborrecible, una mala influencia, que solo traerá problemas. No eres la única que lo ve, yo también me he dado cuenta, díselo..”
-Da igual- contesto Alice mientras sacudía la cabeza, y suspiraba profundamente.
-No me lo trago Alice. Así que si tienes algo que decir, dilo y ya- Silencio, solo silencio, al ver que nadie decía nada, Rosalie añadió- No te molestes Alice. Y te digo lo mismo Bella. El hecho que no digáis nada, no os hace menos culpables. Vosotras ni siquiera la conocéis! No tenéis derecho a juzgarla. Resulta que Tanya me cae muy bien. Y en el poco tiempo que la conozco a sido mucho mejor amiga que vosotras dos juntas.
-Eso es mentira- gritó Alice- Una mierda como esa..
-Lo siento Alice, pero es la verdad. Vosotras me toleráis, salís conmigo, pero en realidad no encajamos. A Tanya y a mí nos gustan las mismas cosas, nos mueven los mismos intereses. Le gusto tal como soy.
-Vaya.. por eso te has convertido en un clon de Tanya, vistiéndote como ella, y cambiando tu look, porque te acepta tal como eres.
-Tú no lo entiendes Alice. Olvídalo
-Venga! Qué te pasa? Lo único que he preguntado es que si seguía aquí, y tú lo has convertido en una disputa. Sabes qué? Siéntate y disfruta de la comida.
Rosalie no hizo caso a Alice, sino que todo lo contrario. Se fue esquivando las mesas del comedor.
-Me puedes explicar lo que acaba de pasar?- preguntó Alice confundida.
Pero yo no tenía respuesta para eso.
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Cuando llegue a mi casa, vi que Edward estaba apoyado contra la puerta de la entrada, sonriendo.
-Sabes? He hecho una reserva para dos- dijo mientras me rodeaba con su brazo y me conducía a su coche.
-A donde vamos?- pregunte mientras ocupaba el asiento del copiloto de su magnífico Volvo.- Lo cierto es que tengo muchas tareas.
-Tranquila, eso lo puedes hacer más tarde
-Mas tarde?
Lo observe con atención, preguntándome si alguna vez sería capaz de acostumbrarme a su belleza y a la calidez de su mirada, y a esa capacidad suya de convencerme para hacer cualquier cosa.
Edward sonrió y puso en marcha el motor silencioso de su coche.
-Antes de medianoche, te lo prometo. Ahora ponte el cinturón, vamos a dar una vuelta.
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Hola ¿como estas? Bueno, te encontre en "El club de las escritoras" Y quise pasarme por aca y saludarte :)
ResponderEliminarTe sigo, Y ojala puedas seguirme de vuelta y leernos :) Esta monisimo Tu blog... Y la entrada de los fan art de la hermandad *-* Los sueño desde que los vi! Realmente hermosos :)
Cuidate mucho! Besitos.
Fascinante ,me encanta sos genial....Besos...
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