miércoles, 25 de julio de 2012

AMANDO A UN VAMPIRO CAPITULO 12


Esta historia le pertenece a Kassi en su blog “Luz de cristal”
Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.

AMANDO A  UN VAMPIRO
 SUMMARY: Porque el amor puede llegar a ser difícil y si no que se lo digan a la familia Cullen, amantes de vampiros… (vampiros & humanos) 
Clasificación: T

CAPITULO 12

POV Rosalie

Hoy era el día, el día especial de Jasper, así que no podía estropearlo con la reconciliación de Emmett, haría las paces y saldría de su habitación sin montar ningún espectáculo. Lo tenía pensado, aunque no confiaba en absoluto en mí, porque yo amaba demasiado a Emmett como para dejarlo solo y triste. Esperaba que no estuviera tan horrible como lo imaginaba.

Llegue a la casa de los Swan después de clases, iba pensando en Emmett. Baje de mi coche recién estrenado para dirigirme a la puerta. Esta se abrió sin necesidad de tocarla y Edward apareció tras ella, parecía feliz y sorprendido a la vez. Fui hasta él para saludarle con 2 besos.

-Hola, Rose-me dijo tras separarse de mí.

-Hola, Ed-

-Por fin lo sabes todo, me alegro de que estés aquí, y sé que en el fondo tu también-termino de decir.

-¡Rosalie!-exclamo Alice acercándose a mí y abrazándome, en cuanto exclamo mi nombre todos aparecieron a mi lado excepto Emmett. De verdad lo echaba de menos. Echaba de menos su simpatía, sus bromas, su cariño, todo su ser.

-¿Quieres subir a saludar a Emmett?-pregunto Alice.

-Está recién alimentado ¿no?-pregunto Jasper, antes de que yo pudiera contestar nada.

-Claro que lo está, le obligue. ¿Crees que pondría a Rosalie en peligro?-pregunto un poco molesta.

-No, no-contesto mi hermano, sonrió a Alice, y acto seguido ella también lo hizo.

-Sí, voy a hablar con Emmett ya, antes de que empiece la conversión de Jasper-les dije.

Subí las escaleras lentamente, temiendo que Emmett saliera de su habitación y me echase de aquí por haberlo tratado tan mal pero fue totalmente al contrario.

Abrí la puerta de su habitación y me dolió el alma verlo así, tirado en la cama, mirando a la pared y respirando como si fuera a hiperventilar.

-¿Emmett estas bien?-pregunte acercándome un poco a su cama.

-No creía que de verdad estuvieras aquí-dijo con voz triste.

-Lo siento Emmett, venia para disculparme por gritarte, lo siento de veras-él se giro en la cama y se sentó, tenia esperanza en los ojos.

-Eso no quiere decir que vayamos a volver-añadí tristemente bajando la cabeza.

Se oyó un enorme suspiro y después sentí unas manos en mi cara, Emmett me estaba apretando contra la pared y me hacía sentir su cuerpo contra el mío. Mi corazón bombeaba desenfrenadamente, mi cuerpo lo reclamaba y mi interior vibraba.

-Esta vez no te dejare escapar, sé que eres demasiado buena para mí, pero no soy tan tonto como para dejar que una chica como tú que además me quiere, salga de mi habitación así como así-mi mente gritaba peligro, pero mi cuerpo decía otra cosa. Emmett se acercó y puso su frente contra la mía me miro a los ojos durante unos segundos y después me beso con insistencia.

Ya no podía evitar lo inevitable, lo bese como si no lo hubiera hecho en años y nuestras lenguas luchaban fervientemente por nuestro reclamo de amor.

-Creo que deberíamos ver a tu hermano, ya lo están preparando-dijo separándose de mí.

Ese beso fue un remolino de sentimientos pero me sabio a poco porque yo quería más de él.

Me llevo a una habitación y vi a Jasper tumbado en una cama sonriendo, a su lado estaba Alice y a el otro se encontraban Edward y Bella.

Alice se agachó y posiciono su boca en el cuello de Jasper, parecía que le besaba pero la realidad era que le estaba mordiendo con suma delicadeza.

POV Jasper

Sentí sus labios en mi cuello y enseguida unos colmillos se hincaban en mi piel. Alice se separo y me miro preocupada, yo le sonreí y pensé en lo que me esperaba de ahora en adelante.

Un pequeño dolor empezó a fluir por mis venas, en principio solo era un dolor suave en todo mi cuerpo, pero después ese dolor se posiciono en los pulmones, podía comparar este dolor con el de la enfermedad que una vez tuve, o eso creí hasta que se extendió por mi estomago y me hizo tener nauseas, las contuve y pegue mis labios por si acaso. Una mano se poso en la mía y me estremecí por el contacto, la mano se aparto, así que mire a Alice.

-No quites la mano-le dije como pude, el dolor era grande pero eso me daba igual por sentir el contacto de mi amor.

La puso de nuevo sobre la mía y cerré los ojos intentando ignorar el dolor y concentrarme en su hermoso contacto. Por un segundo me olvide del dolor y creí estar junto a ella en la cama, aunque en seguida volvió el dolor aun más fuerte en todo mi pecho. Respiraba como podía, con mucha dificultad mientras veía como mi vida se iba apagando poco a poco con la intensa quemazón.

-Mi vida, estaré aquí siempre, si necesitas algo solo grita. Aunque sea besos, sangre, caricias…solo dilo-dijo Alice con voz entrecortada.

Yo no conteste, solo contuve mis labios y mis ojos bien cerrados. Los ojos me empezaban a doler por la fuerza que hacía con ellos.

A estas alturas de la transformación, ya no prestaba atención a lo que ocurría a mi alrededor ni el posible tiempo que llevaba sufriendo, solo había una cosa que lo hacía y era los susurros y las caricias de Alice que a pesar del dolor me tranquilizaban de sobremanera.

Llego un momento que mi cuerpo no fue lo bastante fuerte como para seguir resistiendo el dolor, y perdí la consciencia, cuando la recobre vi la cara de mi hermosa duendecillo sobre mí mirándome con sus fabuloso y enormes ojos, en ellos se observaba preocupación al mismo tiempo que amor.

-Aguanta, ya falta poco. Llevas 1 día y medio con la transformación-

¿Llevaba 1 día y medio trasformándome? Creí que llevaría más.

Entonces vi como el dolor iba yéndose poco a poco y solo quedaba un rastro de él en mi piel y una fuerte quemazón en mi garganta.

-Me duele…la garganta-le dije a Alice.

-Eso es normal, ¿ya no te duele nada más?, pareces mejor- dijo poniéndome una mano en mi mejilla. Ella llamo a Bella que apareció con un vaso de sangre en sus manos.

Sin entender mis gustos, y lo que mi cuerpo me pedía, me puse como pude sentado en la cama y espere impaciente la sangre. Bebí hasta la última gota de ese líquido con impaciencia, aún quería más pero no sabía cómo pedirlo se me hacía muy raro.

-Aquí tienes más-dijo Alice dándome esta vez una jarra.

Lamí mis labios y bebí casi atragantándome el líquido, aunque mi mente decía que era demasiado raro beber sangre, mi cuerpo lo reclamaba como si de aire para un humano se tratara.

Termine y mire a Alice expectante, hasta ahora no me había dado cuenta pero con estos sentidos vampíricos la veía más hermosa y natural de lo que nunca lo hubiera creído.

-Te amo-le susurre sonriendo.

2 comentarios:

  1. genial omg fantastico ,me encantaaaaa,gracias nena....

    ResponderEliminar
  2. lindo se estan uniemdo poco pocolos amo gracias cuidate nos lee bye

    ResponderEliminar