miércoles, 28 de diciembre de 2011

MI AMOR DESPRECIADO CAPITULO 10


Esta historia le pertenece a Kassi en su blog “Luz de cristal”
Espero os guste y dejéis vuestros comentarios.

 Summary: Definitivamente me pasaba algo malo, ¿de verdad quería a mi mejor amigo, a mi casi hermano?, la única respuesta que había era clara. SI, LO QUERIA....Secuela de Odiando a mi amado. 

CAPITULO 10

POV Edward

Cuando el aire frío de la noche me golpeo en la cara suavizando la sensación de ira que burbujeaba en mi interior llegue a la conclusión de que como buen doctor debía de atender al paciente pero como buen padre debía de darle su lección después de ello.

Quizás me tendría que haber preguntado si le salía mejor ser atendido antes de mi intervención como padre o después pero como tenía pensado no tomármelo con demasiados argumentos creí que era mejor atenderlo antes de que se encabritara con nada.

Llegue a los pies de aquel hombre con todo el espíritu de un Doctor, todo el que me permitió sacar esa parte de padre que me decía que golpeara sin descanso a ese hombre hasta la muerte, pero yo no era así, así que me puse de rodillas y le tome el pulso en el cuello, estaba estable y respiraba sin dificultad por lo tanto tan solo estaba inconsciente por el golpe que le debían de haber causado según su cabeza.

Le toque el cuello con cuidado examinando si tenía alguna lesión por allí pues eso me permitía moverle o no la cabeza hacia un lado para mirar su gran golpe en la cabeza, no salía sangre pero si se veía a distancia abultado allá en la zona del golpe, por tanto a simple vista parecía que solo estuviese inconsciente y no tuviese nada más grave de lo que parecía; inspeccione un poco la zona abultada pero nada era anormal allí así que me levante de su lado pero antes de irme le di un puñetazo en el estomago como merecía, el hombre tosió se retorció pero volvió a tumbarse en la acera.

Entonces me di la vuelta y aun con ganas de pegarle bien fuerte a ese hombre desvalido fui hasta mi casa para ver si alguien vendría a por él a estas horas de la noche o también tendría que meter a mi hija en el mismo techo que ese mal nacido; pregunte a alguien por teléfono pero no querían, ¿y ahora qué? ¿También pondría mi parte de medico antes que la de padre?, esta vez la respuesta fue fácil; esta vez no lo haría, se quedaría allí inconsciente como un borracho.

Pero aun me tenía que preocupar de Robert y sus heridas, mi hija parecía estar bien físicamente aunque no psicológicamente; subí las escaleras yendo hasta el cuarto de Nessie donde mi querida Bella estaba sentada en la orilla de la cama junto a Robert viendo como mi hija callada sostenía la mano de su amigo distraídamente.

-Ya vine, Robert vamos a mi despacho, allí tengo un botiquín-le dije acercándome a él, me miro y asintió soltando con cuidado la mano de Nessie, ella le contesto con una mirada triste a sabiendas de que él debía irse.

-No te preocupes te lo traeré de vueltas lo antes posible-le dije a mi hija, ella sonrió con tristeza y nos dejo ir sin rechistar.

Andamos por el pasillo y le conduje hasta mi despacho donde no tenia acostumbrado dejar entrar a nadie, más que a Bella pues era un sitio de trabajo en el que me gustaba estar solo y pensar, aunque la verdad era que con Bella nunca me negaba y era lo mejor pues más de una vez habíamos acabado más que cariñosos en esa habitación.

Abrí la puerta y entre en ella dejando paso a Robert quien un poco cohibido entro tras de mí, fui directo a la pared de enfrente donde debajo de una mesa llena de libros se encontraba el botiquín, a mi derecha había 3 estanterías pegadas a las paredes todas llenas de libros entre los que seguramente abría algún tipo de pequeño botiquín con medicamentos, sin embargo el que más me convenía ahora era el general; el que tenía en las manos.

-Siéntate en el sillón-y en medio de las 3 estanterías había un sillón negro de cuero donde el muchacho se dejo caer con pesadez.

Tome una pequeña mesa auxiliar que tenia pegada a mi escritorio y la lleve frente al sillón, después deje el botiquín encima y cogí una silla para sentarme frente a Rob; con eso abrí el botiquín y comencé a sacar vendas y demás.

Lo examine con detenimiento, observando cada herida superficial de su piel, tenía la ceja rota por lo que cogí una gasa y llena de alcohol se la frote en la herida; él dio un pequeño brinco en su sitio debido al escozor pero se mantuvo firme pues yo debía seguir curándolo; después de ponerle una pequeña tira pegada a la ceja para tener la herida tapada seguí con algún golpe superficial aquí y allá.

-A ver, súbete la camisa tengo que examinarte el abdomen-le dije después.

El me hizo caso dejando su pecho también al aire, entonces me di cuenta de el que podría ser mi hijo por el cariño que le tenia había crecido de verdad, tenía el pecho de un hombre y su vientre ahora parecía tener más músculo del que yo hubiese imaginado en él. Dejando eso de lado me centre en mi trabajo, le presione el abdomen revisando que ningún órgano interno estuviese dañado por algún motivo, no parecía ser así y después seguí con las costillas, ninguna estaba fracturada más, sabia que el chico debía tener un punzante dolor en el estomago cuando por última vez se lo revisé.

-¿Te duele mucho?-le pregunte.

-No, no es nada; de verdad-contesto él, un movimiento brusco de Robert me dejo ver que le dolía lo suficiente como para preocuparme por ello pero él no quería que fuera así más bien parecía querer volver junto a mi hija cuanto antes.

-Bueno, si tú dices; ya te puedes ir parece que estas bien-me puse en pie comenzando a recoger todo lo que había sacado para curar el chico y él se levanto rápidamente para irse al cuarto de Nessie.

No estaba preocupado porque Robert pareciera querer más de lo normal a mi hija pues la acababa de salvar de un mal nacido, si no que estaba preocupado por él; mi Nessie aunque parecía corresponderle y quererle de la misma manera que el a ella, ella ahora mismo estaba con otro chico, y de ese triangulo amoroso no podía salir nada bueno; lo más probable es que alguien saliera herido.

Si definitivamente sería así; cogí las cosas ya en su sitio y lo guarde donde estaba en un principio para salir de allí y hablar un poco con mi esposa, debíamos de tratar el tema de Nessie con cuidado y ver qué haríamos contra ese hombre, si sería lo mejor tomarnos la justicia de nuestra mano o esperar a que alguien le hiciese justicia a nuestra hija.

POV Robert

Me dolía el estomago, me escocía la ceja y me molestaba los ojos pero a pesar de ello estaba encantado de estar allí; Nessie yacía a mi lado en su lecho respirando tranquilamente mientras distraída me hacia cosquillas en el brazo derecho como la niña pequeña que siempre sería en el fondo para mí.

-¿Te dijo papá que estabas bien?-pregunto abrigándose más con la manta.

Yo me encontraba tendido dentro de su cama junto a ella con la manta echada debido al frío que ahora si sentíamos, las heridas que teníamos eran superficiales, por lo menos las mías; pero las de Nessie mucho me temía que fueran sicológicas y comenzara a temer a los hombres, aunque por mucho que me asustara esa idea, ella no me temía ahora y era probable que nunca lo hiciese pues yo la había salvado y lo haría un millón de veces más si hacía falta; incluso dar la vida por ella.

Por amor nací y por amor moriría…

-Sí, me dijo que eran heridas superficiales-le conteste acercándome más a ella.

-Bien-murmuro sobre mi hombro, se giro y la abracé con un brazo, recordando el pasado una vez más como una sombra acechándome a cada paso.

-Oye, Robert…creo que esto no está bien-dijo de pronto se fue separando poco a poco de mí pero yo la apreté más contra mi costado sin soltarla, mientras le negaba con la cabeza añadiendo una de mis sonrisas a la situación.

-¿Por qué no está bien?, siento si te hice daño Nessie pero…es complicado, solo déjame estar a tu lado-le susurre con cariño, apoyando mi cabeza en la suya.

-Em, vale… pero de todas maneras no es lo correcto, un hombre y una mujer en la misma cama abrazados sin ser familia o marido y mujer-ella estaba en lo cierto, no era lo correcto pero aún así no se resistía a estar en mis brazos porque como yo creía desde antes seguía queriéndome aunque fuese tan solo un poco, eso me alegraba pues no me dejaba atrás como al pasado sino que seguía conmigo en todo momento.

-Pero, no te preocupes por eso somos prácticamente como hermanos-le conteste con naturalidad, ella se contrajo como si le hubiesen apuñalado en el corazón y después con un suspiro muy audible volvió a su posición anterior abrazando mi pecho.

Bien, no tendría por qué haber dicho nada de los hermanos porque ninguno de los amores que procesábamos el uno por el otro se correspondía al amor fraternal pero ¿Qué sino, le diría para que aceptara que esto no estaba mal y pudiese seguir teniendo su conciencia tranquila?

-Si es cierto, a pesar de todo somos como hermano y hermana, por eso te quiero-bien pues si a ella le había dolido mi comentario el suyo me hirió a mí, como hermano y hermana…me quería.

¡Ah! Odiaba sentirme tan confuso, querer amarla, querer que ella no me amara, querer que siguiera con su vida sin mí y querer que no me dejara en el pasado… ¿pero, qué pasaba conmigo y mi maldita cabeza?

-Si yo también te quiero-le susurre “y más de lo que crees”, me dije en mi interior.

La noche ya entrada y la pelea con aquel hombre había hecho estragos en mi cuerpo cansándolo demasiado, sin preguntar ni siquiera apague la luz del cuarto con cuidado, podía sentir los músculos de mi pequeña relajarse junto a los míos mientras que su respiración se tranquilizaba y se acompasaba; poco a poco ella también se estaba quedando dormida sin ni siquiera darse cuenta de ello.

-Buenas noches-le dije ya con la luz apagada.

-Buenas noches-le escuche decir entre sueños.

Sonreí y acariciando su espalda, fui relajando mi cuerpo de toda esa tensión que había quedado instalado en el después de todo lo sucedido.

Si ahora estaba en esta situación es porque no me podía separar de ella ni un segundo si de verdad hubiese hecho lo correcto no estaría aquí en la cama si no que estaría en mi habitación esperando alguna noticia de la salud de mi pequeña, pero era un maldito debilucho en cuanto ella me pedía que estuviera a su lado pero más aún por la situación en la que nos encontrábamos.

¿Qué haría ella después de esto? ¿Dejaría a ese hombre que no la había sabido proteger? ¿Lo querría? ¿O me haría volver con ella sí o sí? ¿Preferiría estar con el otro mientras hacía de “hermana menor” conmigo?

Nada más que decir que mil y unas preguntas asaltaron mi mente con una rapidez que yo no hubiese creído posible, pero que según me había quedado claro era verdad.

Por ello deje de pensar en las posibilidades que tenía ella pues por mucho que yo pensara en eso ella haría lo que quisiera, sin más rodeos.

Deje que eso fuese lo último que yo pensase antes de quedarme profundamente dormido en la cama de mi Nessie abrazándola como deseaba y necesitaba. Una vez más parecía que esta tarea de separarme de ella sería casi imposible de mi parte.

2 comentarios:

  1. me encanto!!!
    me gustaria que se besaran seria muy lindo...
    una pregunta
    ¿nessie quiere a robert como algo mas que hermanos?

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  2. Hola de nuevo Mari
    Seguro que no te acuerdas de mí, me pasé un día por este blog
    Hoy estaba por ahí viendo lo de los relatos de Susurros en la oscuridad, y me acordé de tu blog.
    No me pude unir, creo, porque blogger está como una castaña, ahora intento y tampoco
    Me dice nosequé de errores.
    Le caigo mal a ru blog
    Pues nada, besos y haber si mañana me deja unirme

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