RECORDAR PARA OLVIDAR CAPITULO 3

Esta historia le pertenece a María del blog "Letras de hielo y fuego" 
Contiene LEMON
Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.

RECORDAR PARA OLVIDAR

Summary: No siempre existe un final feliz

CAPITULO 3

El día que me tocó conocer a sus padres fue muy estresante.

Su padre sentado en el sillón, observándome con una mirada penetrante, y su madre detrás del sillón, de pies, riéndose de la situación.

Lo único que me aferraba ahí, era la razón de mi existir que me agarraba la mano, y me daba suaves apretones para que me tranquilizara.

La segunda vez que me encontré con su padre, parecía otra persona.. La excusa que me puso por su comportamiento anterior, fue que quería poner mi valentía a prueba, que solo tenía una hija, y que la quería dejar en buenas manos.

Yo le había caído bien, un punto a mi favor, un gran alivio..

El día que ella se fue, su padre no soltó ni una sola lágrima. Su rostro no mostraba ninguna expresión. Estaba de pie, en un rincón, era un cuerpo sin alma..

La madre, solo hablaba para decir “no es verdad”, y pasaba las horas encerrada en la habitación de su hija. Recordando.. olvidando..

Era nuestro primer aniversario, un año junto a ella, un año de pura felicidad..

Le preparé una bonita sorpresa, algo que seguro que ella no esperaría.

Siguiendo un camino del bosque, y adentrándose a su profundidad, encontrabas un claro entre los arboles verdes lleno de flores lilas y blancas. Un bonito paisaje de postal..

Lo tenía todo preparado, un mantel de cuadros rojos y blancos tendido en el suelo, una cesta con bebidas y sándwich.. solo faltaba la chica.

Fui a buscarla, ella ya me esperaba fuera de la casa, con una sonrisa que hacía que todas la nubes desaparecieran y el sol brillara con fuerza.

Como extraño esa sonrisa..

La lleve a ese lugar en medio del bosque, y aunque parezca mentira, su sonrisa, aún se hizo más grande y más hermosa.

Comimos entre risas, abrazos y besos.. y en uno de esos maravillosos besos, poco a poco, me fui recostando encima de ella..

Encajábamos a la perfección, como las piezas de un rompecabezas. Mi cuerpo se amoldaba al suyo como si hubiéramos estado echos a medida..

Las prendas que vestíamos muy lentamente fueron desapareciendo, hasta quedar piel contra piel..

Ella era perfecta..

Su piel tenía un brillo especial a los rayos del astro rey, sus labios rojos e hinchados pedía sin decir palabra que no parara, y sus ojos achocolatados, fundidos por la pasión del momento me decían que estaba segura y que nada malo pasaría..

Era su primera vez, mi primera vez, nuestra primera vez.. y no fue la última.

Su cuerpo cálido, su piel desnuda, sus gemidos cerca de mi oído.. era todo lo que podía desear.

La amaba con locura, y la seguiré amando con la misma intensidad.

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