Espero os guste y dejéis vuestros comentarios
POR Y PARA SIEMPRE
Summary: Bella pierde a su familia en un accidente, cuando se va a vivir con su tía se encuentra con un nuevo chico en el instituto, pero pronto se dará cuenta que no es como los demás, es como ella.. diferente.
CAPITULO 3
Quedé paralizada, sin habla. Era el chico más hermoso y guapo que jamás hubiera visto. Su cabello color cobrizo, se veía suave y brillante, sus labios perfectos en forma de arco, que me decían: “bésame”.
Y cuando se quito las gafas de sol que llevaba puestas, pude apreciar sus maravillosos ojos dorados y almendrados, y sus pestañas tan abundantes que parecían postizas, irreales.. Y su cuerpo grande, duro, musculoso,..
-Esto.. Bella despierta!- dijo Alice soltando una risilla nerviosa mientras miraba a Edward- perdona a mi amiga, pero normalmente lleva la capucha puesta, y cuando no la lleva los rayos del sol le afectan.
La verdad, es que hubiese tenido que dejar de mirar a Edward, pero había algo en él, que me lo impedía. Él clavó sus ojos en los míos, mientras su iris se oscurecía un poco, y se le asomaba una sonrisa por sus labios.
-Estas bien Bella?- preguntó Edward mostrándome otro rasgo perfecto: sus dientes blancos.
Con una fuerza de voluntad, muy grande, conseguí desviar la mirada hacia Alice.
-Mmm.. Alice, este es Edward; Edward esta es Alice.
Cuando hice las presentaciones, Edward apartó la mirada de mi, para poder saludar a Alice, y aunque resulte extraño, sentí una sensación de frío dentro de mi. Y cuando volvió a posar sus preciosos ojos en los míos, sentí que el frío desaparecía y lo sustituía una agradable calidez.
-Bella, podrías dejarme tu libro de Cumbres borrascosas? Porque hoy ya es tarde, y no voy a llegar a la biblioteca, y quiero ponerme al día.
Sin dudarlo, saque el libro de mi mochila, y se lo entregué.
Sin querer, rocé sus dedos con los míos. Así que espere con impaciencia la secuencia de imágenes que vendría a continuación, pero.. no pasó nada, absolutamente nada.
Por una parte, eso me alegro, pero por la otra no me gustaba, ya que, con las únicas personas, a los cuales, mis poderes se convertían en nulos, eran las personas que no estaban vivas.
Con la pregunta ¿porque? rondando en mi cabeza, subí a mi precioso Mini. Alice, se subió en el asiento del copiloto, y se me quedó mirando con cara de: “se puede saber que te pasa?”
-Bella, yo te dije que ese bombón era para volverse loca, pero no me refería literalmente, hubo un momento que creí que te lo ibas a comer. Menos mal, que no estaba Rosalie cerca, porque aunque me duele admitirlo, ella se lo pidió primero..
Alice, siguió diciendo cosas y quejándose durante todo el camino, pero yo no la escuche.
Toqué la cicatriz de mi mano, esa que me recordaba día tras día, el accidente.
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Quedé paralizada, sin habla. Era el chico más hermoso y guapo que jamás hubiera visto. Su cabello color cobrizo, se veía suave y brillante, sus labios perfectos en forma de arco, que me decían: “bésame”.
Y cuando se quito las gafas de sol que llevaba puestas, pude apreciar sus maravillosos ojos dorados y almendrados, y sus pestañas tan abundantes que parecían postizas, irreales.. Y su cuerpo grande, duro, musculoso,..
-Esto.. Bella despierta!- dijo Alice soltando una risilla nerviosa mientras miraba a Edward- perdona a mi amiga, pero normalmente lleva la capucha puesta, y cuando no la lleva los rayos del sol le afectan.
La verdad, es que hubiese tenido que dejar de mirar a Edward, pero había algo en él, que me lo impedía. Él clavó sus ojos en los míos, mientras su iris se oscurecía un poco, y se le asomaba una sonrisa por sus labios.
-Estas bien Bella?- preguntó Edward mostrándome otro rasgo perfecto: sus dientes blancos.
Con una fuerza de voluntad, muy grande, conseguí desviar la mirada hacia Alice.
-Mmm.. Alice, este es Edward; Edward esta es Alice.
Cuando hice las presentaciones, Edward apartó la mirada de mi, para poder saludar a Alice, y aunque resulte extraño, sentí una sensación de frío dentro de mi. Y cuando volvió a posar sus preciosos ojos en los míos, sentí que el frío desaparecía y lo sustituía una agradable calidez.
-Bella, podrías dejarme tu libro de Cumbres borrascosas? Porque hoy ya es tarde, y no voy a llegar a la biblioteca, y quiero ponerme al día.
Sin dudarlo, saque el libro de mi mochila, y se lo entregué.
Sin querer, rocé sus dedos con los míos. Así que espere con impaciencia la secuencia de imágenes que vendría a continuación, pero.. no pasó nada, absolutamente nada.
Por una parte, eso me alegro, pero por la otra no me gustaba, ya que, con las únicas personas, a los cuales, mis poderes se convertían en nulos, eran las personas que no estaban vivas.
Con la pregunta ¿porque? rondando en mi cabeza, subí a mi precioso Mini. Alice, se subió en el asiento del copiloto, y se me quedó mirando con cara de: “se puede saber que te pasa?”
-Bella, yo te dije que ese bombón era para volverse loca, pero no me refería literalmente, hubo un momento que creí que te lo ibas a comer. Menos mal, que no estaba Rosalie cerca, porque aunque me duele admitirlo, ella se lo pidió primero..
Alice, siguió diciendo cosas y quejándose durante todo el camino, pero yo no la escuche.
Toqué la cicatriz de mi mano, esa que me recordaba día tras día, el accidente.
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oh mi diosss esta historia va a estar muy buena
ResponderEliminarMe encantó!!!
ResponderEliminarEdward parace bastante accesible, creí que sería engreído o algo así por lo hermoso que está! jejej :P
Sigo leyendo!!