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MI ÁNGEL
Era una mañana nublada en Forks, hacia frió, tanto, que calaba hasta los huesos. Salí temprano de casa para dirigirme hacia la escuela secundaria, aquella noche me había vuelto a despertar.
En el camino entre a una cafetería, ya que iba sobrado de tiempo decidí tomar un chocolate caliente, lo pedí a la chica que había tras la barra y pronto lo tuve frente a mi.
Me senté lo mas alejado posible de las demás personas que habían en el local, necesitaba pensar, y así lo hice.
Cada noche soñaba con una muchacha, tenia el cabello castaño, y unos ojos color chocolate.
No conseguía verle el rostro, solo esos increíbles y hermosos ojos, que me miraban como si fueran a llegar hasta mi alma.
No soñaba nada en particular, oh si lo hacia, no lo recordaba al despertar. Solo quedaba, grabado a fuego en mi memoria, sus ojos que no dejaban de observarme, y ese cabello ondulado movido por el aire.
Era una imagen subreal, porque a pesar que no la había contemplado de pies a cabeza, y a pesar de no saber nada de ella...tenia la certeza de que era preciosa, como una diosa del Olimpo.
Lo que me desquiciaba a sobremanera, era poder verla.
Deseaba mirarla y escuchar su voz, lo anhelaba con el alma.
No sabia el porque soñaba con ella, solo recordaba que estaba en mis sueños desde que era niño.
Pero desde hacia unos meses los sueños se habían vuelto mas recurrentes, antes soñaba con ella de vez en cuando, pero ahora lo hacia cada noche.
¿Por que?
Y lo mas importante.
¿Quien era ella?
Con esa frustración termine de beber mi chocolate, pagué a la camarera y fui hacia la escuela.
El día paso sin nada en especial, di mis clases para luego recoger mis cosas y volver a casa.
Cuando llegue, no había nadie en casa.
“Perfecto”,me dije, así podría estar tranquilo.
Entre a la cocina y abrí el refrigerador, me serví un vaso de zumo e hice huevos con banco.
Devore todo en cuestión de minutos, rara vez tenia la oportunidad de comer a solas y en paz.
Después de lavar los platos subí a mi cuarto para hacer las tareas de la escuela, cuando termine baje a la sala para ver un rato la televisión. Estaba en ello cuando la puerta de casa se abrió abruptamente, por ella entraron mi madre y mi padre.
Gritaban como locos, y se tiraban todos los trapos sucios a la cara.
Subí corriendo a mi cuarto y cerré con cerrojo, siempre era igual.
Hacia meses que no soportaban estar el uno al lado del otro, y yo escuchaba sus gritos e insultos cada día.
Solo una vez me atreví a meterme en medio y pedirles que pararan, pero para sorpresa miá, recibí un bofetón por parte de mi padre. Desde entonces cada vez que discutían, yo me encerraba en mi cuarto, con el mp3 en mis oídos para no oír nada en el piso de abajo. Era una tortura escucharlos, y no estaba dispuesto a hacerlo.
Me tumbe sobre la cama y coloque los cascos en mis oídos, di volumen a la música y cerré los ojos.
No se que en momento me quede dormido, solo se que mi diosa, apareció frente a mi, observándome en silencio.
Su rostro estaba teñido por la tristeza, y me pregunte, porque motivo una diosa como ella podía estar triste.
-¿Por que estas triste?-Le pregunte, creía recordar que le había hablado con anterioridad, pero siempre despertaba sin que mi pregunta fuera contestada.
Pero esta vez había algo distinto en el sueño, y para sorpresa miá, su voz resonó en mis oídos como un repique de campanas.
-Porque tu lo estas.-
Su respuesta dada me sorprendió aun mas, no me lo esperaba venir.
¿Estaba triste por mi?
Era una locura, ni si quiera me conocía, oh tal vez si, no lo sabia.
-Yo estoy bien.-Sabia que era mentira, pero no podía permitir que un ser tan bello sufriera por mi.
-No es cierto, tu lo sabes, y yo también.-
No podía creer que estuviera hablando conmigo, era la primera vez que lo hacia en todo este tiempo.
¿Que había cambiado?
Estábamos de pie en medio de...nada en particular.
Nos rodeaba el blanco, no había ni formas ni colores, ni nada que pudiera distinguir o reconocer.
Todo a nuestro alrededor era simplemente blanco.
-¿Quien eres? ¿Por que sueño contigo?-
Llevaba años haciéndome esa pregunta, y ahora que tenia la oportunidad, tenia que decirla en voz alta.
-Te basta con saber que estoy en tu cabeza.-
-Eso no es la respuesta que yo esperaba.-
-Lo se-
Un silencio profundo se hizo entre los dos, ella aun me miraba con melancolía, y al parecer no estaba dispuesta a darme las respuestas que tanto ansiaba.
-No puedo decirte nada mas.-Me dijo al fin después de unos cuantos minutos en silencio.
-Entiendo, solo que me gustaría saber porque me acompañas desde que tengo uso de memoria.-
Su rostro se contrajo, parecía que deseaba decirme todo cuanto yo quería saber, pero algo se lo impedía.
Mientras la observaba, recordé que nunca antes había podido verla como ahora, por lo que repare en cada detalle.
Su piel era nívea, blanca como la nieve.
Tenia aspecto de tener unos dieciséis años, uno menos que yo.
Llevaba un vestido blanco hasta las rodillas, su cabello estaba suelto, ondeando en la brisa.
Sus ojos, que tantas veces había recordado estando despierto tenían un deje de tristeza.
Quise borrar esa tristeza como fuera, pero no sabia como.
-No preocupes, entiendo que no puedas decirme-
-No debería de estar aquí, debo irme.-
Se giro dispuesta a marcharse y el terror se apodero de mi.
-¡No!-
Ella se volvió sorprendida por mi inminente pánico.
-Dices que no debes de estar aquí, pero si has venido es por algo.
No puedes irte sin mas, te necesito.-
Calle de golpe al darme cuenta de que había hablado de mas, pero era verdad, la necesitaba.
En el día deseaba que llegara la noche para poder verla, y ahora que había conseguido no solo verla, si no además escuchar su voz, todo era aun mejor.
Me aterraba no volver a verla, ella me miro y pude ver una media sonrisa.
-Por eso es por lo que estoy aquí.-
-Entonces no puedes marcharte, no ahora por favor.-Le rogué.
-Ahora mismo estoy incumpliendo las normas al estar aquí, se supone que me debo mantener a tu lado, pero solo en la distancia.-
-No entiendo nada.¿Estoy loco?-Ella me miro horrorizada.
-No me malinterpretes, si estoy loco me da igual la verdad.
Are lo que sea necesario por volver a verte.-
-Edward...no sabes lo que dices.-Me dijo llena de tristeza.
-Sabes mi nombre, aunque no debería sorprenderme, llevas toda mi vida cerca de mi.-
Ella solo asintió, después hablo de nuevo.
-Un accidente de coche, no puedo decirte nada mas.-
-¿Un accidente? ¿De que estas hablando?-
-Ahora debo irme.-Dijo dando media vuelta y comenzando a alejarse.-
-¡Espera por favor!-Pero ella no atendió a mis suplicas esta vez.
-¡Al menos dime tu nombre!-
Se alejo mucho mas, hasta el punto de que solo podía ver algo borroso a lo lejos de la gran sala blanca.
-Bella-Susurro su voz melodiosa.
Desperté desesperado y empapado de sudor, esta vez recordaba cada detalle de mi sueño.
Mire a mi alrededor para comprobar que mi cuarto estaba en penumbra, la noche había caído, me quite los cascos del mp3,no se oía nada, la casa estaba en completo silencio.
Me levante y me dirigí a la ducha, cuando termine me vestí con lo primero que encontré, unos vaqueros y una sudadera gris.
Abrí la puerta de mi cuarto despacio y salí a hurtadillas de la casa.
Cogí la bici y pasee por las frías calles en medio de la oscuridad, no tenia ni idea de a donde ir o que hacer.
Hacia tiempo que ya no le veía sentido a mi vida, no era feliz.
Cuando era niño mi madre Elisabet, era muy amorosa conmigo.
Me daba besos y abrazos e incluso me leía cuentos, papa también era mas agradable conmigo, me llamaba Edward como el.
No recuerdo en que momento las cosas se torcieron tanto, pero mis papas cambiaron de la noche a la mañana.
Mama ya no era cariñosa, se había vuelto fría.
Papa estaba siempre enfadado, ya no razonaban a nada.
Supongo que estaban tan metidos en sus problemas, que se habían olvidado de mi, de que tenían un hijo en común.
Un hijo que desde hacia tiempo había aprendido a hacerlo todo solo, había comprendido que estaba solo en esta vida.
Salvo por ella, por...Bella.
Entonces todo volvió a mi cabeza, aun tenia el sueño nítido en mi mente.
“Accidente de coche” Me había dicho, pero...¿A que venia eso?
Mire mi reloj de muñeca, las seis de la mañana.
Pedalee con mas rapidez hacia la biblioteca, esperaba que pronto abriera sus puertas, necesitaba respuestas.
Cuando llegue me senté en las escaleras y espere, a las ocho por fin abrieron y entre sin mas dilatación.
Prendí uno de lo ordenadores que había sin saber bien que buscar.
Decidí buscar accidentes de coche en Forks, las noticias de todos esos trágicos accidentes comenzaron a aparecer frente a mi.
Leí todas y cada una de ellas, sin saber que es lo que buscaba.
Hasta que la vi, una foto de unos señores con una chica preciosa.
Era Bella, me apresure a leer la noticia.
Al parecer habían muerto en ese accidente, un conductor borracho había chocado con ellos haciendo que su coche volcara.
Esto no podía estar pasando, mire de nuevo la fotografía para cerciorarme, era ella, no había duda, tan hermosa como la recordaba.
Mire la fecha del accidente, el veinticuatro de junio de 1.981,nos encontrábamos en el 2.006.
Esto era increíble, Bella llevaba demasiado años muerta.
Me estaba volviendo loco.¿Por que soñaba yo con ella?
¿Quien era?
Salí de la biblioteca bastante alterado, subí de nuevo a la bici y la lleve por las calles sin ver realmente por donde iba.
Unas luces me cegaron, escuche el pitido de un coche, y todo se volvió negro.
Abrí los ojos desorientado, mire a mi alrededor para ver todo blanco, me encontraba de nuevo en el sitio de mi sueño.
Entonces debía estar soñando, no había otra explicación.
Me senté en el suelo con las piernas cruzadas, entonces la vi.
Era ella, la chica de mi sueño, Bella. Estaba justo a mi lado, y su rostro se veía descompuesto por el dolor.
-Bella, porque te ves así.¿Que te ocurre?-
Ella me miro horrorizada, parecía que quería derramar lagrimas, pero no podía.
-Edward-Musito.
-Lo siento tanto, todo esto es por mi culpa.-
-¿De que estas hablando? Nada es culpa tuya cálmate.-
Quise abrazarla, así que estire mi brazo para alcanzarla.
Esta vez pude tocarla, nada me lo impedía, ni si quiera ella.
-Este sueño es el mejor de todos, aunque estaría mejor si sonrieras.-
-No estas soñando, esto es real.-Me dijo con la voz rota.
-No estas hablando en serio.¿Verdad?-
Ella se entristeció aun mas.
-Tiene que haber alguna manera en la que puedas contarme que sucede, si no me volveré loco.-
-Edward...soy un ángel.-
-¿Un ángel? ¿Me estas gastando una especie de broma?-
-No es ninguna broma, yo morí cuando tenia dieciséis años, y pase a ser un ángel, mi alma era lo suficiente pura como para serlo.
Es una historia muy larga, y difícil de comprender.-
-Has dicho que esto no era un sueño.¿Que es entonces?
¿Donde estamos?-Empezaba exasperarme, todo esto no sucedía en la vida real.
-Edward...tu también has muerto, lo siento.-
-¿Que?-
Entonces recordé la luz cegadora, y el sonido del coche.
-¿Me han atropellado?-
Ella asintió compungida, estaba mas rota de lo que debía estar yo.
-Y ahora que,¿También seré un ángel?-
-Si tu quieres si, pero tienes otras opciones-
-Dime cuales son.-
-Bueno, supongo que podrías volver a vivir, solo que serias otra persona, y por supuesto no recordarías nada de tu vida anterior.-
-Entiendo,¿Te recordaría a ti?-
Ella negó.
-Todos tus recuerdos serian borrados, nacerías de nuevo.-
Un momento, la palabra nacer me recordó algo.
-Bella eres un ángel, y te recuerdo desde que era muy pequeño.
¿Me has estado protegiendo?-
-Todo el tiempo, mi misión era mantenerte a salvo y seguro.
Y así lo hice durante tus diecisiete años, pero falle.-
Su voz se rompió de nuevo por el dolor.
-Lo siento tanto, rogué porque te dieran una segunda oportunidad para que mantuvieras tu vida, pero se negaron.
Dicen que todo estaba escrito desde el comienzo de tu vida,y entonces les pregunte para que te había estado protegiendo, porque me enviaron a cuidar de ti.
Me respondieron que el destino de cada persona estaba marcado, que debía de ser así.
Y me recordaron que mis sentimientos no debían de mezclarse, que solo eras mi protegido.-
-¿Tus sentimientos?-
Ella me miro apenada.
-¿Acaso no te has dado cuenta?-
-De que-
-De que que te amo Edward, por eso me salte las normas por ti.
No debías verme ni podía hablar contigo, solo protegerte.
Pero cada vez que sabia que estabas triste no podía resistirme a verte, y el día que hable contigo...-
-Fue porque estaba peor que nunca, aunque yo no lo admitiera.-
Termine por ella.
-Pero todo eso da igual, porque no pude salvarte, no me lo permitieron.-
-No digas eso Bella, no ha sido culpa tuya.
Las cosas siempre pasan por algo.-
-¿Que harás ahora?
¿Volverás a nacer?-
-No-Dije firmemente.
-Me quedare contigo.-
-Eliges ser un ángel-
-Solo si a los ángeles les esta permitido amar.-
Me miro con la sorpresa impregnada en sus ojos de color chocolate-
-¿Tu me amas?-
-Desde el día en que te vi te quise, Bella tu siempre estuviste a mi lado ,en todo momento, incluso cuando mis padres no lo estaban.-
-No deseo tu gratitud.-Dijo con melancolía.
-No es gratitud, es amor.
Amor con el tiempo ha madurado, de niño te quería, ahora te amo.
Cada día esperaba ansioso las noches para poder verte, cuando por fin me hablaste me sentí dichoso,
Y ahora que tengo aquí no pienso dejarte ir, ni lo sueñes.-
Ella me abrazo con ternura-
-No sabes cuanto te amo.-
-Como yo a ti mi ángel, ahora deberás guiarme por tu mundo.-
Y cogidos de la mano me deje guiar por ella hacia una nueva vida.
No me importaba lo que dejaba atrás, lo sentía por mis padres pero...no pensaba hacer nada al respecto.
De todos modos aquella vida había terminado, aunque hubiera decidido volver, no recordaría a mis padres.
Me quedaría junto a la mujer que amaba, teníamos toda la eternidad para conocernos y ser felices.
Bueno, en realidad para conocerla yo a ella, ya que ella sabia todo respecto a mi.
Jamás pensé que en el mundo existiera algo tan fantástico, pero aquí estaba, abrazando a un ángel, a mi ángel.
es genial me encanta y e vuelto a leerlo en este blog es magnifico...Suerte....
ResponderEliminarDe veras a estado increíblemente emotivo me dejaste con un nudo en la garganta ¡Dios!! cuanta emoción cuanto amor Cullen magnifico tu relato suerte en el concurso eres super romántica y espero que ganes!!! fabuloso voto por ti!!!♥
ResponderEliminarMuy lindo!! Realmente me encantó!!
ResponderEliminar^_^
Ohhhh que romántico!!!
ResponderEliminarme dio escalofrías al principo cuando encontró la noticia en el pc. muy diferente a las historias de Bella y Edward :D