Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.
POR Y PARA SIEMPRE
Summary: Bella pierde a su familia en un accidente, cuando se va a vivir con su tía se encuentra con un nuevo chico en el instituto, pero pronto se dará cuenta que no es como los demás, es como ella.. diferente.
CAPITULO 6
Cuando las clases terminaron, me fui hacía el comedor, ya que era la hora de comer. El comedor del instituto estaba lleno de gente, pero aun así yo ya sabía a donde me tenía que dirigir. Rosalie y Alice me esperaban en la mesa de siempre, la del fondo al lado de la ventana. Me dirigí a paso firme hasta la mesa, pero cuando vi que con mis amigas estaba sentado Edward, me entraron unas ganas inmensas de salir corriendo, aun así seguí andando.
-Puedes sentarte con nosotros, pero solo con una condición, que no te quedes mirando fijamente a Edward- bromeó Alice mientras yo me sentaba en el único sitio libre que quedaba en la mesa, al lado de Edward.
-Esto..- empieza a decir Rosalie, mirando fijamente a Edward- no se nada de ti, donde te criaste?
-Pues he vivido en Italia, Francia, España, Nueva York, Nuevo México, Oregón, Phoenix..- dijo mientras bebía una especie de refresco rojo.
-Nuestra amiga Bella, aquí presente es de Phoenix- añadió Alice, y eso hizo que Rosalie la fulminara con la mirada.
-A si?- preguntó Edward mientras me sonreía, y me miraba a los ojos
-Si- dije en un murmullo
-Y como has terminado aquí?- no quise volver a explicar la misma historia de mi antigua vida, así que me limite a contestarle que era una larga historia.
Edward se me quedó mirando de una forma tan sexy, que yo me puse muy nerviosa, y las manos me empezaron a sudar de tal forma, que la botella que tenía entre las manos se me cayó al suelo.
Pero antes que me diera cuenta Edward ya había cogido la botella al vuelo, así evitando que me salpicara de agua. Pero.. lo había echo tan deprisa.. su mano había parecido un mero borrón.
Aun así, termine mi almuerzo, y me convencí a mi misma, que todo eso solo había sido fruto de mi imaginación.
Cuando por fin sonó el timbre, todos recogimos nuestras cosas, y nos dirigimos hacía las clases.
-Como es que se ha sentado en nuestra mesa?- pregunte a Alice, con voz acusatoria.
-No lo se, no quería llamar la atención, pero de todas formas no tiene nada malo- me contesto encogiéndose de hombros – Aaa!! por cierto, se me olvidaba, le he dicho a Edward que se pasara esta noche sobre las ocho por tu casa.
-Que le has dicho que?- le dije con la boca abierta
De repente recordé que Rosalie estuvo pensando toda la hora del almuerzo en que se iba poner, al igual que Alice. De pronto todo cobra sentido.
-Bueno según parece Edward detesta el fútbol igual que nosotras, esto lo se porque antes de que tú llegaras Rosalie, le hizo un pequeño test. Y como es nuevo aquí, pues pensábamos que nos lo podríamos quedar nosotras. Solo para nosotras.
-Pero..- me quede callada, no sabía que decir. Lo único que sabia es que no quería a Edward a mi lado.
-Yo llegaré mas tarde de las ocho, después de la reunión, pero me pido sentarme al lado de Edward en el jacuzzi.- dijo Rosalie
-De eso nada- se quejó Alice
Pero Rosalie, se limitó a sacudir la mano por encima del hombro.
-Que reunión tiene hoy?- pregunté a Alice
-Los viernes, la de las animadoras.
Aunque Edward y yo solo teníamos dos clases en común, en la única que se sentaba a mi lado era la de lengua, así que en la clase de arte, podía concentrarme en mis horribles dibujos.
Cuando salí de clase, Edward salió corriendo detrás mío, y me agarro del brazo.
-Bella, tus amigos me han dicho que me pase esta noche por tu casa, pero creo que no voy a poder ir.
-oh!- exclamé, pero me dio vergüenza que se notara que no quisiera que fuera a mi casa- quiero decir.. estas seguro?
El me miró con un brillo divertido en los ojos.
-Si, nos vemos el lunes- y Edward aceleró el paso para dirigirse a su coche que inexplicablemente tenía el motor en marcha.
Cuando llegue a mi apreciado mini, Alice me estaba esperando con los brazos cruzados, y una sonrisa torcida, para demostrar sus enfado.
-Se puede saber que ha pasado?- preguntó mientras se sentaba en el lugar del copiloto.
-Me ha dicho que no va a venir. Que no podía.
-Pero que le dijiste para que no quisiera venir?
-Nada
Alice se arqueó las cejas, y clavó su mirada hacía la ventanilla. Aunque sabia lo que estaba pensando, preferí no preguntar.
-Bella, prométeme que no te vas a enfadar- dijo volviéndose hacía mi.
Vamos allá, pensé, mientras suspiraba.
-Para empezar, eres una tía guapísima, pero es difícil de saber, si siempre te escondes tras las capuchas, porque la ropa que llevas.. esas sudaderas.. siento decírtelo así, pero eres mi amiga, y yo quiero lo mejor para mis amigos, y lo mas rarito de todo, es que intentes resistirte a Edward.
Alice se calló el tiempo suficiente para darme ánimos con la mirada.
-A no ser que sea homosexual.
En ese momento di gracias a mis poderes, me sirvieron para suavizar el golpe.
-Alice.. el mero echo que no me guste Edward, no significa que sea homosexual, la atracción no se basa solo en el aspecto físico.
En cosas como un cálido contacto, unos ojos dorados, y una voz seductora que silencia el mundo..
-Es por Rosalie?- preguntó Alice
-No
Aferre el volante, y clave la mirada en el semáforo de color rojo, esperando con impaciencia que se pusiera verde, y así terminar ya con el jueguecito de preguntas, y dejar en su casa a Alice.
Pero sabia que había contestado muy rápido..
-Ja! Lo sabía! Es por Rosalie.. porque ella se lo ha pedido primero.. Eres minimamente consciente, que estas renunciando a la posibilidad de perder tu virginidad con el tío mas guapo del instituto, puede que del planeta, solo porque Rosalie se lo ha pedido primero?
-Esto es ridículo- murmure mientras giraba hacía la calle de Alice. Aparque en el camino de la entrada.
-Que? No eres virgen?- sonrió Alice, se lo estaba pasando de maravilla- y no me lo habías dicho?
Hice un gesto de desesperación, y me eche a reír sin poderlo evitar. Alice cogio sus libros, y salio del coche, pero se giro el tiempo suficiente para decirme:
-Espero que Rosalie sepa apreciar lo buena amiga que eres.
-Puedes sentarte con nosotros, pero solo con una condición, que no te quedes mirando fijamente a Edward- bromeó Alice mientras yo me sentaba en el único sitio libre que quedaba en la mesa, al lado de Edward.
-Esto..- empieza a decir Rosalie, mirando fijamente a Edward- no se nada de ti, donde te criaste?
-Pues he vivido en Italia, Francia, España, Nueva York, Nuevo México, Oregón, Phoenix..- dijo mientras bebía una especie de refresco rojo.
-Nuestra amiga Bella, aquí presente es de Phoenix- añadió Alice, y eso hizo que Rosalie la fulminara con la mirada.
-A si?- preguntó Edward mientras me sonreía, y me miraba a los ojos
-Si- dije en un murmullo
-Y como has terminado aquí?- no quise volver a explicar la misma historia de mi antigua vida, así que me limite a contestarle que era una larga historia.
Edward se me quedó mirando de una forma tan sexy, que yo me puse muy nerviosa, y las manos me empezaron a sudar de tal forma, que la botella que tenía entre las manos se me cayó al suelo.
Pero antes que me diera cuenta Edward ya había cogido la botella al vuelo, así evitando que me salpicara de agua. Pero.. lo había echo tan deprisa.. su mano había parecido un mero borrón.
Aun así, termine mi almuerzo, y me convencí a mi misma, que todo eso solo había sido fruto de mi imaginación.
Cuando por fin sonó el timbre, todos recogimos nuestras cosas, y nos dirigimos hacía las clases.
-Como es que se ha sentado en nuestra mesa?- pregunte a Alice, con voz acusatoria.
-No lo se, no quería llamar la atención, pero de todas formas no tiene nada malo- me contesto encogiéndose de hombros – Aaa!! por cierto, se me olvidaba, le he dicho a Edward que se pasara esta noche sobre las ocho por tu casa.
-Que le has dicho que?- le dije con la boca abierta
De repente recordé que Rosalie estuvo pensando toda la hora del almuerzo en que se iba poner, al igual que Alice. De pronto todo cobra sentido.
-Bueno según parece Edward detesta el fútbol igual que nosotras, esto lo se porque antes de que tú llegaras Rosalie, le hizo un pequeño test. Y como es nuevo aquí, pues pensábamos que nos lo podríamos quedar nosotras. Solo para nosotras.
-Pero..- me quede callada, no sabía que decir. Lo único que sabia es que no quería a Edward a mi lado.
-Yo llegaré mas tarde de las ocho, después de la reunión, pero me pido sentarme al lado de Edward en el jacuzzi.- dijo Rosalie
-De eso nada- se quejó Alice
Pero Rosalie, se limitó a sacudir la mano por encima del hombro.
-Que reunión tiene hoy?- pregunté a Alice
-Los viernes, la de las animadoras.
Aunque Edward y yo solo teníamos dos clases en común, en la única que se sentaba a mi lado era la de lengua, así que en la clase de arte, podía concentrarme en mis horribles dibujos.
Cuando salí de clase, Edward salió corriendo detrás mío, y me agarro del brazo.
-Bella, tus amigos me han dicho que me pase esta noche por tu casa, pero creo que no voy a poder ir.
-oh!- exclamé, pero me dio vergüenza que se notara que no quisiera que fuera a mi casa- quiero decir.. estas seguro?
El me miró con un brillo divertido en los ojos.
-Si, nos vemos el lunes- y Edward aceleró el paso para dirigirse a su coche que inexplicablemente tenía el motor en marcha.
Cuando llegue a mi apreciado mini, Alice me estaba esperando con los brazos cruzados, y una sonrisa torcida, para demostrar sus enfado.
-Se puede saber que ha pasado?- preguntó mientras se sentaba en el lugar del copiloto.
-Me ha dicho que no va a venir. Que no podía.
-Pero que le dijiste para que no quisiera venir?
-Nada
Alice se arqueó las cejas, y clavó su mirada hacía la ventanilla. Aunque sabia lo que estaba pensando, preferí no preguntar.
-Bella, prométeme que no te vas a enfadar- dijo volviéndose hacía mi.
Vamos allá, pensé, mientras suspiraba.
-Para empezar, eres una tía guapísima, pero es difícil de saber, si siempre te escondes tras las capuchas, porque la ropa que llevas.. esas sudaderas.. siento decírtelo así, pero eres mi amiga, y yo quiero lo mejor para mis amigos, y lo mas rarito de todo, es que intentes resistirte a Edward.
Alice se calló el tiempo suficiente para darme ánimos con la mirada.
-A no ser que sea homosexual.
En ese momento di gracias a mis poderes, me sirvieron para suavizar el golpe.
-Alice.. el mero echo que no me guste Edward, no significa que sea homosexual, la atracción no se basa solo en el aspecto físico.
En cosas como un cálido contacto, unos ojos dorados, y una voz seductora que silencia el mundo..
-Es por Rosalie?- preguntó Alice
-No
Aferre el volante, y clave la mirada en el semáforo de color rojo, esperando con impaciencia que se pusiera verde, y así terminar ya con el jueguecito de preguntas, y dejar en su casa a Alice.
Pero sabia que había contestado muy rápido..
-Ja! Lo sabía! Es por Rosalie.. porque ella se lo ha pedido primero.. Eres minimamente consciente, que estas renunciando a la posibilidad de perder tu virginidad con el tío mas guapo del instituto, puede que del planeta, solo porque Rosalie se lo ha pedido primero?
-Esto es ridículo- murmure mientras giraba hacía la calle de Alice. Aparque en el camino de la entrada.
-Que? No eres virgen?- sonrió Alice, se lo estaba pasando de maravilla- y no me lo habías dicho?
Hice un gesto de desesperación, y me eche a reír sin poderlo evitar. Alice cogio sus libros, y salio del coche, pero se giro el tiempo suficiente para decirme:
-Espero que Rosalie sepa apreciar lo buena amiga que eres.
¿Por qué Edward no pudo asistir a la reunión con las chicas???
ResponderEliminarWaaa, sigo con el proximo!! ^^