ODIANDO A MI AMADO CAPITULO 1

Esta historia le pertenece a Kassi del blog "Amor lobuno"

Espero os guste y dejéis vuestros comentarios

ODIANDO A MI AMADO

Summary: La obligaron a casarse y tener un hijo con alguien a quien odiaba. ¿Podrá llegar a amarlo como desea su padre?

POV Bella

1-capitulo

Llegue a casa a la madrugada, muy cansada, después de ver a mi amor, Jake.

Subí por mi ventana y entre en mi cuarto para cambiarme de ropa silenciosamente y tenderme en la cama, quedándome dormida al instante.

Unos golpes en la puerta me despertaron, cambie mi postura en la cama y conteste para que la criada entrara en mi cuarto.

-Señorita, es la hora de despertarse-dijo Emily con tono maternal.
 
-Solo cinco minutos más Emily, por favor-conteste remoloneando en mi cama, sintiendo que mi cuerpo era más pesado que de costumbre y me sería imposible moverlo.

-Vale, pero más le vale que solo sean 5 minutos, porque su padre le estará esperando en la mesa dentro de 15 minutos-dijo en tono amenazador, tenía mucha confianza conmigo y eso era porque ella era algo más que la criada, era como una segunda madre para mí además de mi amiga, había estado trabajando para mi padre desde que tenía 16 años y yo no era más que una niña pequeña. Ella estaba en casa de lunes a viernes, de 6:00 a 17:00 después de eso desaparecía, dejándole su trabajo a Sue.

Después de decir eso salió de mi cuarto y me dejo a solas con mis pesados parpados y mis ojeras de trasnochadora.

En pocos minutos ya me estaba levantando aun yendo en contra de todo mi cuerpo, porque sabía que si yo no iba a desayunar, papa entraría a el cuarto preocupado y eso era lo que menos me apetecía, llevaba días con los humos caldeados por mi falta de compromiso a mi edad.

Me lave la cara intentando que mis ojeras se despegaran de mi cara como por arte de magia, me vestí lo mejor que pude, sin ganas ni fuerzas y baje a desayunar algo.

Me senté junto a la silla de mi padre como de costumbre, y me puse una buena taza de café bien cargado para despejarme un poco.

-Bueno días, Bella-dijo mi padre bajando el periódico que tenia frente a él.

-Buenos días, papa-le conteste sin mucho ánimo.

-Te veo cansada-comento siendo observador, algo raro en él.

-No dormí muy bien-le conteste evadiendo el tema.
 
-Pues descansa ahora que puedes, que esta tarde tenemos una reunión-dijo seriamente.
 
-¿Qué reunión? Tu nunca me necesitas a mi-dije levantando la vista interrogante.

-No te preocupes por ello, pero debes de estar bien, porque esta reunión es importante ¿sí?- ¿acababa de decir importante? ¿Para mí?, esto no era bueno, no era como si yo tuviera un sexto sentido para esto, pero llevaba sin escuchar que una reunión era importante desde que decidió comprar más propiedades, y eso de que me incluyera a mí en sus planes era lo peor.

-¿Y de que trata la reunión?-murmure.

-Lo veras cuando vengas-típica respuesta de mi padre, era responder sin responder.

Termine de tomar mi desayuno y me levante para volver a mi cuarto y arreglarme como mi padre me había pedido, elegí un vestido de color morado algo clásico y unos tacones negros. Me puse algo de rubor y colonia.

Mire el reloj que había sobre mi mesita, eran las 12:00, aún tenía media hora antes de que llegara nadie, así que decidí llamar a Jacob. Cogí el teléfono y marque su número para encontrarme con su dulce y aterciopelada voz.

-Jake ¿Qué tal amor?-le pregunte.
 
-Mal, desde que tú te fuiste de mi cama ayer por la noche-contesto riendo.
 
-Lo siento, ya sabes que te amo, pero odio que mi padre me castigue y me tenga vigilada las 24 horas diarias-le conteste rodeando los ojos como si él me pudiera ver.

-Te amo, Bella, y odio no tener la suficiente clase como para estar contigo-me respondió Jake, con voz triste.
 
-No seas así de malo contigo mismo, no te reproches nada, porque no tienes culpa-le respondí tristemente suspirando por el cansancio que me provocaba esta situación.

-Eres como la más bella rosa prohibida del jardín-susurro por el auricular del teléfono.
 
-Y tu eres el hombre perfecto vestido de artesano-sonreí como tonta y volví a suspirar de amor.

Alguien llamo a mi puerta, y Emily apareció tras ella.

-Señorita Bella, su padre la espera en el salón-

-¿Esta solo?-le pregunte tapando el auricular con la mano para que Jake no escuchara nada.
 
-No, mejor que baje pronto, la están esperando-cerró la puerta y el sonido de sus pisadas se extinguieron por el pasillo.

Quité mi mano del auricular y me dispuse a despedirme de Jake.

-Jake, me tengo que ir ya, adiós mi vida, te amo-

-Adiós mi corazón, yo también te amo, más que a mi vida, no lo olvides-dijo con su voz alegre, le colgué, me di media vuelta para salir de mi habitación y dirigirme al salón

Cuando llegue me encontré con dos hombres desconocidos para mí, mirándome con amabilidad.

-Ven aquí Bella y saluda-dijo mi padre sonriente, algo no muy natural en él.
 
-Hola, soy Bella, encantada de conoceros-les dije esperando respuesta.

El primer hombre de piel pálida y pelo rubio con ojos cálidos, se levanto y me saludo.

-Yo soy Carlisle, encantado, Bella- me dio la mano y se volvió a sentar para dejar paso al saludo de el siguiente hombre.

-Yo soy Mike, encantado-dijo este dándome un fuerte apretón en la mano, típico de hombre.

Me senté en el sillón que había en lado de mi padre y espere explicaciones.

-Estos son los padre de Mike Newton y Edward Cullen-explico mi padre sin demasiados detalles.

-Si…-no sabía que decir, mi padre ¿Qué pretendía ahora?

-He pensado que quizás te apetezca aceptar la petición de mano de alguno de ellos dos- dijo sonriendo.

-¿Me han pedido la mano?-le pregunte estupefacta.

-En realidad, esto es entre padres-contesto mi padre sonriendo.

-¿Me estas vendiendo?-mi tono de voz subía por momento y estaba a punto de gritar si alguien no me explicaba que estaba pasando.

-No, solo te busco un buen futuro-suspiro él.

-Padre, ¿Podemos hablar?-me mordí la lengua por la rabia y me levante del sillón a la velocidad de la luz.

Salí de la sala, con mi padre pisándome mis talones y me volví en cuanto escuche la puerta cerrarse.

-¿Qué pretendes?-susurre evitando que alguien me pusiera oír.
 
-Solo lo mejor para ti-contesto bajando la cabeza mientras suspiraba cansadamente.

-No me pienso elegir a ninguno de los hijos de esos hombres-conteste furiosa; mi padre ni siquiera se había parado a saber mi opinión sobre esto, y eso era lo peor de todo.

-No hace falta, yo lo elegiré por ti, y si hace falta te llevare a la iglesia a cuestas-contesto dando por zanjada nuestra pequeña charla.

Se abrió la puerta y entro, cuando estaba a punto de volver a cerrarla, yo interpuse mi mano y la abrí de nuevo.

-De acuerdo, elegiré-le susurre en el oído.

Inesperadamente una sonrisa volvió a su cara; yo me senté en el sillón intentando convencerme de que esto no era nada y que podría salir de esta sin tener perdidas, pero ya estaba dicho y tenía que elegir a alguno de los hijos de esto dos señores ricos.

Comencé a pensar en la mejor elección, pero era verdaderamente difícil, el primero, Mike Newton era un niño rico, mimado e infantil que se pasaba el día babeando por las chicas de la ciudad. Y el segundo, Edward Cullen no era precisamente un mejor espécimen, era un muchacho rico y superficial, que parecía no poseer sentimientos.

Y esa sería mi opción, un chico sin sentimientos con el que pudiera hacer el paripé de la boda y demás, para dejar a mi padre satisfecho, mientras que seguía con mi vida como si no tuviera marido, para poder seguir viendo a Jake, amándolo en secreto, se suponía que si mi marido no me amaba no pasaría nada ¿no?

-Creo que elegiré a el hijo del señor Cullen-susurre algo cohibida.

-Buena decisión muchacha-contesto el simpático señor.

-Solos debe de firmar el acuerdo y todo está hecho-dijo mi padre cogiendo mi mano suavemente y poniendo en ella una pluma antigua.

-¿Dónde se encuentra el acuerdo?-pregunte asqueada por aquella situación.

-Ahí-contesto mi padre señalando unos papeles sobre la mesa de cristal que había frente a los sillones.

Firmé sin mirar mucho los papeles y con unas ganas infinitas de llorar, a causa de la impotencia y la rabia que me producía no poder estar con alguien a quien de verdad amaba.

-Gracias por estar hoy aquí señores-dijo mi padre levantándose y dando la mano a los dos padres.

-Bella, ya te puedes ir si quieres, yo arreglare los demás detalles con el señor Cullen-yo obedecí a mi padre sin ganas de pelear y me subí a mi cuarto, sabiendo que tarde o temprano le tendría que contar la verdad a Jake.
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