Espero que os guste.
Contiene un ligero LEMON
ODIANDO A MI AMADO
SUMMARY:
CAPITULO 8
Noche de bodas…nada más para describir lo que sería esta noche, ¿Qué debía hacer? ¿Consumaba o no nuestro matrimonio?
Después de un par de horas en el coche, al fin este se paro, dejando de lado el camino que tanto tiempo habíamos seguido. Durante todo el trayecto había ignorado literalmente a Bella y ella había hecho lo mismo conmigo, en eso no había problema parecíamos unos chiquillos enfadados, sin embargo esto era mucho más importante, nuestro futuro dependía de todo lo que hoy ocurriría.
No quería hacer nada con Bella, ella tenía novio y yo mi propia novia pero después de estar casados ante los ojos de dios no sabía que pensar, seria indecente tener esposa y no haber consumado esa unión con ella. Pero mas indecente seria tomar a la mujer de otro hombre. ¿Pero que decía?, si ahora ella me pertenecía, bueno y aunque así fuera no podía dejar de lado a Tanya, yo que tanto había sufrido por ella, peleando con uñas y dientes frente a todo el mundo.
-Ya llegamos, señor-dijo el cochero abriendo la puerta.
Mi vista se fijo en la playa que se extendía ante mis ojos, tan hermosa como el cielo azul adornado con las estrellas más resplandecientes del universo, resaltadas por una luna llena brillante en el firmamento. La arena de la playa tenía un color anaranjado y las aguas que lamían a estas eran del un color celeste claro, cortando el paisaje estaba la casa de tan solo un piso y de un color blanco mate.
A unos500 metro cruzando la carretera estaba el bosque y mas allá un riachuelo comenzaba hacerse paso perezosamente hacia el mar.
-Esto es maravilloso-murmuro Bella a mis espaldas-que pena que lo tengamos que pasar juntos-dijo apenas en un susurro lejano, ella ya se acercaba a la casa.
El cochero se acerco a mí y me dio las llaves de la puerta para después volverse y comenzar a sacar las cajas de ropas que nuestros padres a traición habían hecho.
Fui tras Bella, la aparte un momento de la puerta y la abrí, la casa olía a cerrado pero dejando eso de lado, era fabulosa, por fuera parecía de un tamaño reducido pero con los muebles adecuando puesto adecuadamente obtenías una obra de arte para el descanso.
-Hogar, dulce hogar-dije irónicamente.
Bella se me adelanto y fue directamente a nuestra habitación, abrió una puerta de madera y allí estaba, blanca, reluciente y…con una cama en forma de corazón en el centro y para ayudar pétalos y mas pétalos desparramados sobre ella.
-Demasiado cursi-dijo Bella asqueada.
-Esta va a ser una noche interesante-fue mi única contestación.
Salí de allí lo más rápido que pude y fui a la cocina pasando por el salón que estaba lleno de nuestras cajas de ropa.
-Adiós-se despidió el cochero.
-No te vayas muy lejos-le aconseje-mañana mismito volvemos a casa-me miro con expresión seria.
-¿Tan pronto, mi señor?-
-Si-entonces le deje marchar y yo me fui a ver que había para cenar.
La noche en sí paso tranquila, cenamos copiosamente y en paz, nuestros comentarios intermitentes no eran ofensivos sino mas bien incómodos, casi me parecía una situación cómica si no fuera por los inconvenientes.
-Entonces... mejor duermo en el sofá-dijo Bella, recogiendo su plato.
-No seas tonta, yo duermo en el sofá-le respondí levantándome de la mesa con mi plato, lo puse junto al suyo y la mire a los ojos desde que llegamos aquí.
-No, No…Yo duermo en el sofá-contradijo.
-Seré yo, quien duerma en el sofá-insistí acercándome a ella.
-¡Que no!, YO-se alejo de mi y fue hacia el salón, allí no había más que un sofá no muy cómodo de piel roja y una mesa con sus sillas correspondientes.
-Mira, será más fácil si los dos dormimos en la cama, no nos acercaremos el uno al otro y ya-me rendí, ella suspiro resignada y asintió.
Los dos fuimos a la habitación, yo me fui al baño y me puse un pijama de verano para después dejar paso a Bella para que también se cambiara, mientras ella estaba en el baño yo me tumbe en la cama, apartando los petalos y tirandolos bajo la cama para que no estorbaran y espere a que saliera para apagar la lámpara.
Cuando salió y la mire ese fue mi error, no debí mirarla, llevaba puesto un camisón que apenas le llegaba a la mitad de los muslos de un color rosa.
-No es mi culpa, yo no escogí mi ropa y esta se supone que es nuestra noche de bodas-dijo ella al ver mi mirada lasciva.
Aclare mi garganta y me tumbe de lado en la cama para darle la espalda a Bella y su mini camisón; apague la lámpara y rogué por quedarme dormido pronto, pero tras 10 minutos intentando quedarme dormido y sufriendo imágenes esporádicas de Bella y su cuerpo en mi mente desistí y abrí mis ojos.
En la oscuridad solo podía ver poco más que la ventana por donde entraba algo de luz y el reflejo en el cristal de la mesa pegada junto a la pared.
Otra vez se me vino a la mente Bella con ese camisón, poco a poco se lo subía y me dejaba ver sus encantos.
-Mierda-murmure frustrado.
-Edward, ¿estás bien?-pregunto desde el lado opuesto de la cama, note como cambiaba de posición pero yo no me moví.
-Si, siento si te desperté-le dije tranquilamente.
-Oh, no pasa nada-después de eso un pesado silencio tomo la habitación y no se escuchaba más que las olas del mar de fondo.
Relaje mi cuerpo intentando tranquilizarme aunque con una mujer a mi lado en la cama no pudiese demasiado, aun así lo intente. No sé cuánto tiempo estuve quieto intentando dormirme o por lo menos tomar el control de mi mente, supuse que Bella ya estaría dormida pero me daba miedo darme la vuelta y mirarla por si mi mente volvía ha hacer de las suyas.
Tenía calor necesitaba quitarme la camisa, y moviéndome lo menos posible me la quite, tirándola a algún rincón de la habitación, me volví a tumbar escuchando atentamente a Bella.
La respiración que había a mi lado era regular y coordinada, una mano rozo mi espalda y me agarro por la cintura, era Bella quien me estaba agarrando y martirizando.
Mi cuerpo se puso tenso, sin saber que hacer me di la vuelta para mirar a Bella quien estaba dormida, al moverme más de lo debido se despertó, seguía medio dormida pero por nuestra cercanía y su mano en mi cintura supo que algo iba mal.
-Lo siento, es que acostumbro a agarrar a Jake cuando…-se cayó y avergonzándose de lo dicho se separo de mi, tanto que casi cae al suelo si no hubiese sido por mi agarre, la sujete del brazo atrayéndola hacia mí.
-Cuidado-le dije suavemente, me miro a los ojos fijamente y después a mi pecho descubierto, una pequeña llama resplandeció en sus ojos, una que yo conocía muy bien. Volvió a mirarme a los ojos y sonrió avergonzada.
Yo baje mi mirada por todo su cuello hasta sus senos turgentes, no podía aguantar más, la necesitaba, era mi mujer tenía que ser mía de todos los modos posibles.
Ella se acerco a mí aspirando mi perfume, y yo me acerque a ella saboreando cada centímetro de su piel cada vez más cerca de mi alcance, extendí mi mano para acariciar su brazo, pero no pude detenerme ahí, seguí el camino hasta su cuello sintiendo su piel bajo la mía, su delicadeza.
Ella me miraba a los ojos y también extendió una mano que fue directa a mi pecho, bajo hasta llegar a mis pectorales, sonriendo se acerco mas y mas hasta que quedamos a centímetros, podía sentir sus nervios y su respiración en mi piel.
No hablábamos pues era innecesario solo disfrutábamos el uno del otro, rompiendo la prohibición impuesta por nuestras parejas.
Mi mano llego a uno de sus pechos, y lo acaricio, su mirada se puso oscura y ella bajo una mano hasta mi sexo, que ya estaba listo para ser usado.
Poco a poco y viendo que ella disfrutaba me atreví a quitarle el camisón dejándome ver unas braguitas de algodón, un sujetador y una liga.
Mi otra mano fue directa a la liga y se la quito con delicadeza cuando y después de acariciar su pierna tuve la liga en mi posesión le levante un ceja interrogante. Ella río.
Y no sé porque algo estalló dentro de mí, me acerque y me puse sobre ella apoyándome en mis brazos, estaba sorprendida y aturdida pero no se quito.
Acerque mi boca a sus labios y la bese con una necesidad que no había tenido nunca, necesitaba sentirla mas y mas hasta que fuésemos uno solo.
Me apoye ligeramente en ella y sentí todo su cuerpo, mi beso se torno mas hambriento al igual que el suyo, mi sexo se apoyo en ella también, y ella respondió moviendo las caderas, tentándome.
Un gruñido salió de mi garganta siendo apagado por su beso, me separe de ella y la mire sonriente. Bella comenzó a parecer incomoda y me hizo besarla de nuevo tirando de mi cuello para abajo. Pero acariciando sus pechos tentadores y sintiendo su beso, se separo abruptamente de mí, respirando agitadamente se quito de abajo mía.
-¡No!-dijo agitando la cabeza-no puedo hacerle esto a Jake-se puso a deambular por la habitación.
Estaba frustrado porque deseaba que fuera mía y no me dejaba pero aun estaba más frustrado por pensar solo en ella, ¿y que había de Tanya?, ella era mi mujer, mi amante, mi amor. En un momento la recordaba como el pilar de mi vida y al siguiente se había esfumado de mi mente como una nube en el cielo, dejando solo los pensamientos deslumbrantes de Bella.
-¿Cómo pude…?-seguía diciendo Bella andando por toda la habitación.
-La carne es tentadora, amor-fue lo único que logre contestarle.
Me miro con rencor como si yo fuera el culpable de lo que había pasado, y me quito la mirada.
-No hables, por favor-gruño, se sentía confundida y la entendía pues yo me sentía ligeramente igual.
-Mejor duérmete, mañana tendrás tiempo para sentirte culpable-le dije haciéndole hueco en la cama.
-Yo… ¿en la cama contigo de nuevo?, No, no, no, eso sí que no-su tono era autoritario y sabia que no cedería a la idea de dormir conmigo así que cogí una almohada me levante de la cama y fui al armario de donde cogí una manta.
-Duerme-le ordene señalándole la cama.
Deje la almohada en el suelo encima de la alfombra y me tumbe para echarme encima la manta que había cogido.
Escuche como se tumbaba de nuevo en la cama y así aun de noche y en silencio comencé a quedarme dormido en la alfombra, que no se estaba tan mal.
-Gracias-murmuro Bella cuando ya caía rendido al fantástico mundo de los sueños.
-No pasa nada…-suspire en silencio y me dormí.
Noche de bodas…nada más para describir lo que sería esta noche, ¿Qué debía hacer? ¿Consumaba o no nuestro matrimonio?
Después de un par de horas en el coche, al fin este se paro, dejando de lado el camino que tanto tiempo habíamos seguido. Durante todo el trayecto había ignorado literalmente a Bella y ella había hecho lo mismo conmigo, en eso no había problema parecíamos unos chiquillos enfadados, sin embargo esto era mucho más importante, nuestro futuro dependía de todo lo que hoy ocurriría.
No quería hacer nada con Bella, ella tenía novio y yo mi propia novia pero después de estar casados ante los ojos de dios no sabía que pensar, seria indecente tener esposa y no haber consumado esa unión con ella. Pero mas indecente seria tomar a la mujer de otro hombre. ¿Pero que decía?, si ahora ella me pertenecía, bueno y aunque así fuera no podía dejar de lado a Tanya, yo que tanto había sufrido por ella, peleando con uñas y dientes frente a todo el mundo.
-Ya llegamos, señor-dijo el cochero abriendo la puerta.
Mi vista se fijo en la playa que se extendía ante mis ojos, tan hermosa como el cielo azul adornado con las estrellas más resplandecientes del universo, resaltadas por una luna llena brillante en el firmamento. La arena de la playa tenía un color anaranjado y las aguas que lamían a estas eran del un color celeste claro, cortando el paisaje estaba la casa de tan solo un piso y de un color blanco mate.
A unos
-Esto es maravilloso-murmuro Bella a mis espaldas-que pena que lo tengamos que pasar juntos-dijo apenas en un susurro lejano, ella ya se acercaba a la casa.
El cochero se acerco a mí y me dio las llaves de la puerta para después volverse y comenzar a sacar las cajas de ropas que nuestros padres a traición habían hecho.
Fui tras Bella, la aparte un momento de la puerta y la abrí, la casa olía a cerrado pero dejando eso de lado, era fabulosa, por fuera parecía de un tamaño reducido pero con los muebles adecuando puesto adecuadamente obtenías una obra de arte para el descanso.
-Hogar, dulce hogar-dije irónicamente.
Bella se me adelanto y fue directamente a nuestra habitación, abrió una puerta de madera y allí estaba, blanca, reluciente y…con una cama en forma de corazón en el centro y para ayudar pétalos y mas pétalos desparramados sobre ella.
-Demasiado cursi-dijo Bella asqueada.
-Esta va a ser una noche interesante-fue mi única contestación.
Salí de allí lo más rápido que pude y fui a la cocina pasando por el salón que estaba lleno de nuestras cajas de ropa.
-Adiós-se despidió el cochero.
-No te vayas muy lejos-le aconseje-mañana mismito volvemos a casa-me miro con expresión seria.
-¿Tan pronto, mi señor?-
-Si-entonces le deje marchar y yo me fui a ver que había para cenar.
La noche en sí paso tranquila, cenamos copiosamente y en paz, nuestros comentarios intermitentes no eran ofensivos sino mas bien incómodos, casi me parecía una situación cómica si no fuera por los inconvenientes.
-Entonces... mejor duermo en el sofá-dijo Bella, recogiendo su plato.
-No seas tonta, yo duermo en el sofá-le respondí levantándome de la mesa con mi plato, lo puse junto al suyo y la mire a los ojos desde que llegamos aquí.
-No, No…Yo duermo en el sofá-contradijo.
-Seré yo, quien duerma en el sofá-insistí acercándome a ella.
-¡Que no!, YO-se alejo de mi y fue hacia el salón, allí no había más que un sofá no muy cómodo de piel roja y una mesa con sus sillas correspondientes.
-Mira, será más fácil si los dos dormimos en la cama, no nos acercaremos el uno al otro y ya-me rendí, ella suspiro resignada y asintió.
Los dos fuimos a la habitación, yo me fui al baño y me puse un pijama de verano para después dejar paso a Bella para que también se cambiara, mientras ella estaba en el baño yo me tumbe en la cama, apartando los petalos y tirandolos bajo la cama para que no estorbaran y espere a que saliera para apagar la lámpara.
Cuando salió y la mire ese fue mi error, no debí mirarla, llevaba puesto un camisón que apenas le llegaba a la mitad de los muslos de un color rosa.
-No es mi culpa, yo no escogí mi ropa y esta se supone que es nuestra noche de bodas-dijo ella al ver mi mirada lasciva.
Aclare mi garganta y me tumbe de lado en la cama para darle la espalda a Bella y su mini camisón; apague la lámpara y rogué por quedarme dormido pronto, pero tras 10 minutos intentando quedarme dormido y sufriendo imágenes esporádicas de Bella y su cuerpo en mi mente desistí y abrí mis ojos.
En la oscuridad solo podía ver poco más que la ventana por donde entraba algo de luz y el reflejo en el cristal de la mesa pegada junto a la pared.
Otra vez se me vino a la mente Bella con ese camisón, poco a poco se lo subía y me dejaba ver sus encantos.
-Mierda-murmure frustrado.
-Edward, ¿estás bien?-pregunto desde el lado opuesto de la cama, note como cambiaba de posición pero yo no me moví.
-Si, siento si te desperté-le dije tranquilamente.
-Oh, no pasa nada-después de eso un pesado silencio tomo la habitación y no se escuchaba más que las olas del mar de fondo.
Relaje mi cuerpo intentando tranquilizarme aunque con una mujer a mi lado en la cama no pudiese demasiado, aun así lo intente. No sé cuánto tiempo estuve quieto intentando dormirme o por lo menos tomar el control de mi mente, supuse que Bella ya estaría dormida pero me daba miedo darme la vuelta y mirarla por si mi mente volvía ha hacer de las suyas.
Tenía calor necesitaba quitarme la camisa, y moviéndome lo menos posible me la quite, tirándola a algún rincón de la habitación, me volví a tumbar escuchando atentamente a Bella.
La respiración que había a mi lado era regular y coordinada, una mano rozo mi espalda y me agarro por la cintura, era Bella quien me estaba agarrando y martirizando.
Mi cuerpo se puso tenso, sin saber que hacer me di la vuelta para mirar a Bella quien estaba dormida, al moverme más de lo debido se despertó, seguía medio dormida pero por nuestra cercanía y su mano en mi cintura supo que algo iba mal.
-Lo siento, es que acostumbro a agarrar a Jake cuando…-se cayó y avergonzándose de lo dicho se separo de mi, tanto que casi cae al suelo si no hubiese sido por mi agarre, la sujete del brazo atrayéndola hacia mí.
-Cuidado-le dije suavemente, me miro a los ojos fijamente y después a mi pecho descubierto, una pequeña llama resplandeció en sus ojos, una que yo conocía muy bien. Volvió a mirarme a los ojos y sonrió avergonzada.
Yo baje mi mirada por todo su cuello hasta sus senos turgentes, no podía aguantar más, la necesitaba, era mi mujer tenía que ser mía de todos los modos posibles.
Ella se acerco a mí aspirando mi perfume, y yo me acerque a ella saboreando cada centímetro de su piel cada vez más cerca de mi alcance, extendí mi mano para acariciar su brazo, pero no pude detenerme ahí, seguí el camino hasta su cuello sintiendo su piel bajo la mía, su delicadeza.
Ella me miraba a los ojos y también extendió una mano que fue directa a mi pecho, bajo hasta llegar a mis pectorales, sonriendo se acerco mas y mas hasta que quedamos a centímetros, podía sentir sus nervios y su respiración en mi piel.
No hablábamos pues era innecesario solo disfrutábamos el uno del otro, rompiendo la prohibición impuesta por nuestras parejas.
Mi mano llego a uno de sus pechos, y lo acaricio, su mirada se puso oscura y ella bajo una mano hasta mi sexo, que ya estaba listo para ser usado.
Poco a poco y viendo que ella disfrutaba me atreví a quitarle el camisón dejándome ver unas braguitas de algodón, un sujetador y una liga.
Mi otra mano fue directa a la liga y se la quito con delicadeza cuando y después de acariciar su pierna tuve la liga en mi posesión le levante un ceja interrogante. Ella río.
Y no sé porque algo estalló dentro de mí, me acerque y me puse sobre ella apoyándome en mis brazos, estaba sorprendida y aturdida pero no se quito.
Acerque mi boca a sus labios y la bese con una necesidad que no había tenido nunca, necesitaba sentirla mas y mas hasta que fuésemos uno solo.
Me apoye ligeramente en ella y sentí todo su cuerpo, mi beso se torno mas hambriento al igual que el suyo, mi sexo se apoyo en ella también, y ella respondió moviendo las caderas, tentándome.
Un gruñido salió de mi garganta siendo apagado por su beso, me separe de ella y la mire sonriente. Bella comenzó a parecer incomoda y me hizo besarla de nuevo tirando de mi cuello para abajo. Pero acariciando sus pechos tentadores y sintiendo su beso, se separo abruptamente de mí, respirando agitadamente se quito de abajo mía.
-¡No!-dijo agitando la cabeza-no puedo hacerle esto a Jake-se puso a deambular por la habitación.
Estaba frustrado porque deseaba que fuera mía y no me dejaba pero aun estaba más frustrado por pensar solo en ella, ¿y que había de Tanya?, ella era mi mujer, mi amante, mi amor. En un momento la recordaba como el pilar de mi vida y al siguiente se había esfumado de mi mente como una nube en el cielo, dejando solo los pensamientos deslumbrantes de Bella.
-¿Cómo pude…?-seguía diciendo Bella andando por toda la habitación.
-La carne es tentadora, amor-fue lo único que logre contestarle.
Me miro con rencor como si yo fuera el culpable de lo que había pasado, y me quito la mirada.
-No hables, por favor-gruño, se sentía confundida y la entendía pues yo me sentía ligeramente igual.
-Mejor duérmete, mañana tendrás tiempo para sentirte culpable-le dije haciéndole hueco en la cama.
-Yo… ¿en la cama contigo de nuevo?, No, no, no, eso sí que no-su tono era autoritario y sabia que no cedería a la idea de dormir conmigo así que cogí una almohada me levante de la cama y fui al armario de donde cogí una manta.
-Duerme-le ordene señalándole la cama.
Deje la almohada en el suelo encima de la alfombra y me tumbe para echarme encima la manta que había cogido.
Escuche como se tumbaba de nuevo en la cama y así aun de noche y en silencio comencé a quedarme dormido en la alfombra, que no se estaba tan mal.
-Gracias-murmuro Bella cuando ya caía rendido al fantástico mundo de los sueños.
-No pasa nada…-suspire en silencio y me dormí.
AAAWWW QUE CAPI MAS FINO
ResponderEliminarJAJAJA ADORO ESTO n_n
¿QUE?
ResponderEliminarEstaba segura que lo harían¡
Ash la culpabilidad¡
Si bella también quería¡¡
NOOO¡¡¡¡Ya me enoje jajaja¡
Ya ni modo espero ansiosa mente
el siguiente capitulo eh¡
Besos,BYE¡
atraídos el uno por el otro pero sin querer reconocerlo ,que pasara ...?muy bueno besos
ResponderEliminarOooooo...Mmmmmm....Ggggggg Dios que capi me encanto!! ESTA HISTORIA ME MATA!! QUIERO MAS MAS MAS HAHAHAHA MARI LINDA AMO COMO ESCRIBES Y DESDE YA ME DISCULPO POR NO DEJAR MUY ASEGUIDO MI HUELLITA PERO NO SE PORK PERO CASI SIEMPRE HAY ALGO QUE HACE QUE ME OLVIDE DE POSTEARLA ENSERIO SIENTO PERO AQUI DEJO MI MARCA BESITOS...
ResponderEliminardios como es que ninguno se da cuenta que se atraen mucho y que estan con las parejas equivocadas.....Besos me encanto....
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