Espero os guste y dejéis vuestros comentarios
ODIANDO A MI AMADO
SUMMARY: La obligaron a casarse y tener un hijo con alguien a quien odiaba. ¿Podrá llegar a amarlo como desea su padre?
POV BELLA
Hoy al levantarme, me sentía un poco culpable por haber hecho dormir a Edward en la alfombra incomoda, pero él no se había quejado, me había dado mucha lástima pero no podía permitirme recaer en la tentación de sus labios, sus caricias, sus brazos musculosos…¡Para ya Bella!
Nos subimos de nuevo en el mismo coche de él día anterior, con el mismo cochero; y cuando ya estuvo todo listo, dejamos atrás las bellas vistas de esa fabulosa casa en aquella maravillosa playa de en sueño. Después de un par de horas del camino de vuelta a casa, el coche paro frente a la puerta de la mía primero, dejando a Edward para el último.
El cochero me ayudo a salir y bajo toda las cajas innecesarias con mi ropa para dejarlas en la puerta delantera de mi hogar, pero no por mucho tiempo y lo sabia o por lo menos lo intuía; llame a la puerta y me abrió Emily quien nada mas verme se arrojo a abrazarme, aunque tan solo llevara fuera día y medio.
-¿Qué haces aquí tan pronto?-me reclamo maternalmente.
-Llegar de mi desastrosa noche de bodas-le conteste cansada.
Mire a Edward aun dentro del coche, que se despidió de mí alzando la mano, moviéndola mientras sonreía. Me di la vuelta y cogí una caja de ropa para meterla en casa, Emily cogió otra y llamo a otras sirvientas para que ayudaran.
Entre en casa, fui a la escalera, ya estaba a punto de subir cuando mi padre me sorprendió intentado huir de sus preguntas.
-Hija, deja la caja hay y cuéntame qué tal te fue todo y porque regresaste tan pronto…-dijo mi padre, yo me volví para mirarle cansada.
-Estaba cansada, me quiero ir a dormir un poco-dije mientras me rascaba uno de mis ojos.
-No puedes dormirte, tengo que darte una gran noticia-me dijo levantando las manos mientras que sonreía.
-Venga, dilo rápido que quiero descansar-le conteste sin ánimo alguno.
-Ya terminamos de decorar la casa que os compramos Carlisle y yo…-me quede boquiabierta, pues no sabía nada, lo único que conocía era el plan de mi padre y el de Edward de comprarnos una casa lo más pronto posible, pero ¿Cuándo la habían comprado y cuando empezaron a amueblarla y decorarla?, mi cerebro no daba a vasto intentado asimilar esa información.
-Y eso quiere decir…-me trabe en mi propia frase.
-Que debes de poner de nuevo tu ropa en cajas y todo tus objetos personales, porque ya tienes casa propia-me informo mi padre tan contento que casi se puso a saltar.
-Oh…-maldije en voz baja mientras me subía a mi cuarto profiriendo palabrotas y palabras malsonantes.
Me encerré en mi habitación mal humorada mientras cogía mis ropas del armario y la esparcía por toda la cama pensando todas las cosas que tenía que empaquetar, alguien abrió la puerta de mi cuarto y tras una pila de cajas estaba la cabeza de Emily.
-Aquí están algunas cajas para hoy-dijo dejándolas en el suelo, yo no le conteste simplemente cogí una caja y me fui a mi tocador para recoger, mis cosas.
Me miro, suspiro y Emily comenzó a empaquetar mis vestidos…
Después de casi una hora empaquetando cosas y poniéndolas en cajas, terminamos de recoger, mis libros estaban en una caja que llevaría hoy mismo igual que lo imprescindible y lo demás lo llevarían mañana algunos criados.
Cuando baje las escaleras cargando un par de cajas, por las cuales casi me caigo, vi que el cochero me esperaba en la puerta de la casa ayudando también a los criados a ponerlas encima del techo. ¿Es que este hombre no tenía ningún descanso? ¿Acaso ya me tenía que ir, o es que mi propio padre me estaba echando de casa como si fuera una cuarentona?
Deje las cajas en la puerta para que alguien se encargara de subirlas donde estaban todas las demás, me di la vuelta esperando ver a mi padre, en efecto allí estaba, expectante, mirando cómo me iba de casa y ni siquiera parecía dudar en “echarme” de casa.
Me gire buscando a Emily, pues sabía que ya debía irme hacia mi nuevo hogar.
-Te echare de menos por aquí-me susurro en el oído mientras me abrazaba fuertemente.
Mi padre se acerco a mí y también me abrazo.
-Me da pena no poder ver tu cara de sorpresa al contemplar tu nueva casa pero tengo que quedarme a arreglar algunos papeles de tu propiedad-me dijo suavemente antes de dejarme ir definitivamente.
Cruce la imponente puerta de madera de la casa de mi padre y tras dejar que el cochero abriera mi puerta, me monte en el auto, mire sobre mi hombro a las personas que se congregaban en la puerta para despedirme, suponiendo que a todos los criados le importaran despedirme realmente, cerré la puerta y espere a que se pusiera en marcha el coche para poder salir ya de allí con la moral en su sitio.
Estaba mirando por la ventana el horizonte pensando que ahora ¿que haría con mi pequeña manía de irme a casa de Jake muchas noches?, se suponía que mi matrimonio no era verdadero por lo tanto no me tenía que preocupar por eso ¿no?, seguro que Edward también se iría en busca de Tanya o lo más probable conociendo como se conocía en Tanya por los alrededores, seguro que manipulaba a Edward para que le llevara a nuestra propia casa y allí hacer el amor, y eso si que no lo iba a permitir yo; porque si Tanya se atrevía a poner un pie en mi casa se iba a enterar…aunque Edward el hubiera invitado.
Llegamos a una espectacular casa de dos plantas, en pleno centro de la ciudad, lo bueno de eso era que estaba relativamente más cerca de Jake que antes, y lo malo era que Tanya también; baje del coche sonriendo mirando a ambos lado sin creerme de verdad que mi padre y el de Edward nos hubiesen comprado semejante casa.
Abrí la puerta de la entrada que estaba entornada esperando mi llegada, y nada más hacerlo una chica de más o menos mi edad me saludo.
-Hola, soy Ángela su nueva criada-dijo la chica sonriendo, parecía simpática así que le di la mano.
-Soy Bella, la dueña de esta casa aunque todavía no me lo crea-conteste, ella río un poco, se aparto de mi y cogió un par de cajas del suelo donde un muchacho de piel morena las estaba dejando mientras ayudaba al cochero.
Les ayude cogiendo otras cajas, pero me di cuenta que no sabía dónde estaba las habitaciones; toda la casa estaba amueblada increíblemente bien y me vi en medio de la grande entrada sin saber qué hacer, si subir las escaleras que parecían ser de mármol o volverme para dejar las cajas y mirar toda la casa.
-Ángela, me puedes decir donde esta mi cuarto-ella miro por encima de las cajas y su rostro parecía sorprendido.
-Señora no tiene porque coger las cajas-respondió acercándose a mí.
-Bueno son mis cosas no me molesta hacerlo, y por favor llámame Bella, entonces donde esta mi cuarto…-me miro, de nuevo sonrió y asintió.
-Está en el piso de arriba, la primera habitación a la derecha-entonces me encamine hacia las escaleras y las fui subiendo poco a poco seguida por Ángela.
-Por cierto, ¿quién es ese chico?-le pregunte a Ángela, mirando hacia abajo donde seguía aquel moreno cogiendo cajas.
-Ah, él es Embry, también trabaja aquí-contestó, pasamos al gran pasillo que tenía más que un par de puertas, y me fui directa a la primera a la derecha, la abrí pero allí no había una cama matrimonial, mi un esplendido armario si no, una cuna, muchos peluches y juguetes de bebe y una cómoda.
-Ups, me equivoque, era a la izquierda-aún sin poder reaccionar, me di la vuelta y entre en la de enfrente, esa si era la que me esperaba, la gran cama blanca ocupada gran parte de la estancia, había dos puertas mas en el mismo dormitorio, deje las cajas en el suelo al igual que Ángela, y mientras que yo me iba a ver que eran esas puertas ella se volvía para volver a coger mas pertenencias mías.
Abrí primero la puerta que estaba al lado de la cama y me encontré con un cuarto de baño blanco e impecable, la bañera era tan grande que cabían dos personas, y además de eso había dos lavabos y un retrete. Salí de allí y fui a la puerta de enfrente, abrí la puerta y vi un imponente vestidor, en parte estaba lleno de vestidos de mujer a la derecha, y en la izquierda lleno de camisas y pantalones de hombre.
Parecía ser que habían pensado en todo, incluso en la posibilidad _muy remota_ de que Edward y yo pudiésemos tener un bebe, pero eso solo sucedería si me ponían un cuchillo en el cuello obligándome a ello y por nada más, en ese mismo instante por la puerta apareció Ángela seguida de Embry y Edward, que también cargaba con unas cajas.
-Hola de nuevo, Bella-suspiro cansado y dejo las cajas en el suelo, no parecía cansado por el esfuerzo físico sino el mental.
-Hola-le salude, y antes de que a Embry le diera tiempo a salir de la habitación me acerque a él y le tome del hombro para poder presentarme como era debido.
-Hola, soy Bella y por favor llámame Bella, no señora ni nada de eso-tomo mi mano y sonrió.
-Encantado, en realidad le iba a decir señorita pero ya que me lo pide, Bella…yo soy Embry-le sonreí asentí y deje que se fuera.
-Bueno debo hacer una llamada-dijo Edward acercándose al teléfono que descansaba sobre la mesita de noche derecha.
Cogió el auricular y comenzó a marcar números, esperando a que la ruedita diese la vuelta para darle de nuevo.
-Hola amor, si soy yo-me di la vuelta para marcharme sabiendo qué a quien llamaba era a Tanya, por algún motivo quise ver de nuevo el cuarto de bebe frente al mío y sin saber porque me recordó a mi madre.
Estaba entreteniéndome en mirar en cada cajón de la cómoda como estaban las ropa de bebe doblada perfectamente, intactas listas para ser usadas. Cosa que probablemente nunca ocurriría, un dolor atravesó mi estomago recordándome que probablemente nunca tendría un bebe, ese era el precio a pagar si quería seguir con Jake y escóndeselos a los demás aparentando amar a Edward, escogiendo el camino difícil para vivir.
Salí de la habitación con un gran dolo y pesar cubriéndome entera y alcance a escuchar algo de la conversación de Tanya y Edward.
-Sí, ven a esa dirección cuando anochezca-con que así estaban las cosas ¿no?, pues yo ya lo tenía pensado si el se traía a su chiquita de calle yo me traería a mi fiera de cama.
Me fui al piso de abajo y rápidamente busque otro teléfono por cualquier lugar, entre en una especie de salón acomodado con dos grandes sofás clásicos y un piano de cola en la esquina del salón pero yo fui a lo que buscaba, el teléfono estaba sobre la mesa de café en frente de los sofás.
Lo cogí y marque rápidamente en número de Jake rogando porque estuviera en casa, me lo cogió enseguida.
-Jake, mi amor-le dije un suspiro se escucho al otro lado.
-Bella, mi bebe, te extrañe…-
-Ya lo sé pequeño, pero tú debes de saber que te amo y por eso quiero que hoy vengas a mi casa…-no me dejo terminar, pues me interrumpió.
-¿Cómo?-pregunto incrédulo.
-Resumiendo, me compraron una casa pero quiero que vengas esta noche a la que comparto con Edward apunta la dirección…-
Hoy al levantarme, me sentía un poco culpable por haber hecho dormir a Edward en la alfombra incomoda, pero él no se había quejado, me había dado mucha lástima pero no podía permitirme recaer en la tentación de sus labios, sus caricias, sus brazos musculosos…¡Para ya Bella!
Nos subimos de nuevo en el mismo coche de él día anterior, con el mismo cochero; y cuando ya estuvo todo listo, dejamos atrás las bellas vistas de esa fabulosa casa en aquella maravillosa playa de en sueño. Después de un par de horas del camino de vuelta a casa, el coche paro frente a la puerta de la mía primero, dejando a Edward para el último.
El cochero me ayudo a salir y bajo toda las cajas innecesarias con mi ropa para dejarlas en la puerta delantera de mi hogar, pero no por mucho tiempo y lo sabia o por lo menos lo intuía; llame a la puerta y me abrió Emily quien nada mas verme se arrojo a abrazarme, aunque tan solo llevara fuera día y medio.
-¿Qué haces aquí tan pronto?-me reclamo maternalmente.
-Llegar de mi desastrosa noche de bodas-le conteste cansada.
Mire a Edward aun dentro del coche, que se despidió de mí alzando la mano, moviéndola mientras sonreía. Me di la vuelta y cogí una caja de ropa para meterla en casa, Emily cogió otra y llamo a otras sirvientas para que ayudaran.
Entre en casa, fui a la escalera, ya estaba a punto de subir cuando mi padre me sorprendió intentado huir de sus preguntas.
-Hija, deja la caja hay y cuéntame qué tal te fue todo y porque regresaste tan pronto…-dijo mi padre, yo me volví para mirarle cansada.
-Estaba cansada, me quiero ir a dormir un poco-dije mientras me rascaba uno de mis ojos.
-No puedes dormirte, tengo que darte una gran noticia-me dijo levantando las manos mientras que sonreía.
-Venga, dilo rápido que quiero descansar-le conteste sin ánimo alguno.
-Ya terminamos de decorar la casa que os compramos Carlisle y yo…-me quede boquiabierta, pues no sabía nada, lo único que conocía era el plan de mi padre y el de Edward de comprarnos una casa lo más pronto posible, pero ¿Cuándo la habían comprado y cuando empezaron a amueblarla y decorarla?, mi cerebro no daba a vasto intentado asimilar esa información.
-Y eso quiere decir…-me trabe en mi propia frase.
-Que debes de poner de nuevo tu ropa en cajas y todo tus objetos personales, porque ya tienes casa propia-me informo mi padre tan contento que casi se puso a saltar.
-Oh…-maldije en voz baja mientras me subía a mi cuarto profiriendo palabrotas y palabras malsonantes.
Me encerré en mi habitación mal humorada mientras cogía mis ropas del armario y la esparcía por toda la cama pensando todas las cosas que tenía que empaquetar, alguien abrió la puerta de mi cuarto y tras una pila de cajas estaba la cabeza de Emily.
-Aquí están algunas cajas para hoy-dijo dejándolas en el suelo, yo no le conteste simplemente cogí una caja y me fui a mi tocador para recoger, mis cosas.
Me miro, suspiro y Emily comenzó a empaquetar mis vestidos…
Después de casi una hora empaquetando cosas y poniéndolas en cajas, terminamos de recoger, mis libros estaban en una caja que llevaría hoy mismo igual que lo imprescindible y lo demás lo llevarían mañana algunos criados.
Cuando baje las escaleras cargando un par de cajas, por las cuales casi me caigo, vi que el cochero me esperaba en la puerta de la casa ayudando también a los criados a ponerlas encima del techo. ¿Es que este hombre no tenía ningún descanso? ¿Acaso ya me tenía que ir, o es que mi propio padre me estaba echando de casa como si fuera una cuarentona?
Deje las cajas en la puerta para que alguien se encargara de subirlas donde estaban todas las demás, me di la vuelta esperando ver a mi padre, en efecto allí estaba, expectante, mirando cómo me iba de casa y ni siquiera parecía dudar en “echarme” de casa.
Me gire buscando a Emily, pues sabía que ya debía irme hacia mi nuevo hogar.
-Te echare de menos por aquí-me susurro en el oído mientras me abrazaba fuertemente.
Mi padre se acerco a mí y también me abrazo.
-Me da pena no poder ver tu cara de sorpresa al contemplar tu nueva casa pero tengo que quedarme a arreglar algunos papeles de tu propiedad-me dijo suavemente antes de dejarme ir definitivamente.
Cruce la imponente puerta de madera de la casa de mi padre y tras dejar que el cochero abriera mi puerta, me monte en el auto, mire sobre mi hombro a las personas que se congregaban en la puerta para despedirme, suponiendo que a todos los criados le importaran despedirme realmente, cerré la puerta y espere a que se pusiera en marcha el coche para poder salir ya de allí con la moral en su sitio.
Estaba mirando por la ventana el horizonte pensando que ahora ¿que haría con mi pequeña manía de irme a casa de Jake muchas noches?, se suponía que mi matrimonio no era verdadero por lo tanto no me tenía que preocupar por eso ¿no?, seguro que Edward también se iría en busca de Tanya o lo más probable conociendo como se conocía en Tanya por los alrededores, seguro que manipulaba a Edward para que le llevara a nuestra propia casa y allí hacer el amor, y eso si que no lo iba a permitir yo; porque si Tanya se atrevía a poner un pie en mi casa se iba a enterar…aunque Edward el hubiera invitado.
Llegamos a una espectacular casa de dos plantas, en pleno centro de la ciudad, lo bueno de eso era que estaba relativamente más cerca de Jake que antes, y lo malo era que Tanya también; baje del coche sonriendo mirando a ambos lado sin creerme de verdad que mi padre y el de Edward nos hubiesen comprado semejante casa.
Abrí la puerta de la entrada que estaba entornada esperando mi llegada, y nada más hacerlo una chica de más o menos mi edad me saludo.
-Hola, soy Ángela su nueva criada-dijo la chica sonriendo, parecía simpática así que le di la mano.
-Soy Bella, la dueña de esta casa aunque todavía no me lo crea-conteste, ella río un poco, se aparto de mi y cogió un par de cajas del suelo donde un muchacho de piel morena las estaba dejando mientras ayudaba al cochero.
Les ayude cogiendo otras cajas, pero me di cuenta que no sabía dónde estaba las habitaciones; toda la casa estaba amueblada increíblemente bien y me vi en medio de la grande entrada sin saber qué hacer, si subir las escaleras que parecían ser de mármol o volverme para dejar las cajas y mirar toda la casa.
-Ángela, me puedes decir donde esta mi cuarto-ella miro por encima de las cajas y su rostro parecía sorprendido.
-Señora no tiene porque coger las cajas-respondió acercándose a mí.
-Bueno son mis cosas no me molesta hacerlo, y por favor llámame Bella, entonces donde esta mi cuarto…-me miro, de nuevo sonrió y asintió.
-Está en el piso de arriba, la primera habitación a la derecha-entonces me encamine hacia las escaleras y las fui subiendo poco a poco seguida por Ángela.
-Por cierto, ¿quién es ese chico?-le pregunte a Ángela, mirando hacia abajo donde seguía aquel moreno cogiendo cajas.
-Ah, él es Embry, también trabaja aquí-contestó, pasamos al gran pasillo que tenía más que un par de puertas, y me fui directa a la primera a la derecha, la abrí pero allí no había una cama matrimonial, mi un esplendido armario si no, una cuna, muchos peluches y juguetes de bebe y una cómoda.
-Ups, me equivoque, era a la izquierda-aún sin poder reaccionar, me di la vuelta y entre en la de enfrente, esa si era la que me esperaba, la gran cama blanca ocupada gran parte de la estancia, había dos puertas mas en el mismo dormitorio, deje las cajas en el suelo al igual que Ángela, y mientras que yo me iba a ver que eran esas puertas ella se volvía para volver a coger mas pertenencias mías.
Abrí primero la puerta que estaba al lado de la cama y me encontré con un cuarto de baño blanco e impecable, la bañera era tan grande que cabían dos personas, y además de eso había dos lavabos y un retrete. Salí de allí y fui a la puerta de enfrente, abrí la puerta y vi un imponente vestidor, en parte estaba lleno de vestidos de mujer a la derecha, y en la izquierda lleno de camisas y pantalones de hombre.
Parecía ser que habían pensado en todo, incluso en la posibilidad _muy remota_ de que Edward y yo pudiésemos tener un bebe, pero eso solo sucedería si me ponían un cuchillo en el cuello obligándome a ello y por nada más, en ese mismo instante por la puerta apareció Ángela seguida de Embry y Edward, que también cargaba con unas cajas.
-Hola de nuevo, Bella-suspiro cansado y dejo las cajas en el suelo, no parecía cansado por el esfuerzo físico sino el mental.
-Hola-le salude, y antes de que a Embry le diera tiempo a salir de la habitación me acerque a él y le tome del hombro para poder presentarme como era debido.
-Hola, soy Bella y por favor llámame Bella, no señora ni nada de eso-tomo mi mano y sonrió.
-Encantado, en realidad le iba a decir señorita pero ya que me lo pide, Bella…yo soy Embry-le sonreí asentí y deje que se fuera.
-Bueno debo hacer una llamada-dijo Edward acercándose al teléfono que descansaba sobre la mesita de noche derecha.
Cogió el auricular y comenzó a marcar números, esperando a que la ruedita diese la vuelta para darle de nuevo.
-Hola amor, si soy yo-me di la vuelta para marcharme sabiendo qué a quien llamaba era a Tanya, por algún motivo quise ver de nuevo el cuarto de bebe frente al mío y sin saber porque me recordó a mi madre.
Estaba entreteniéndome en mirar en cada cajón de la cómoda como estaban las ropa de bebe doblada perfectamente, intactas listas para ser usadas. Cosa que probablemente nunca ocurriría, un dolor atravesó mi estomago recordándome que probablemente nunca tendría un bebe, ese era el precio a pagar si quería seguir con Jake y escóndeselos a los demás aparentando amar a Edward, escogiendo el camino difícil para vivir.
Salí de la habitación con un gran dolo y pesar cubriéndome entera y alcance a escuchar algo de la conversación de Tanya y Edward.
-Sí, ven a esa dirección cuando anochezca-con que así estaban las cosas ¿no?, pues yo ya lo tenía pensado si el se traía a su chiquita de calle yo me traería a mi fiera de cama.
Me fui al piso de abajo y rápidamente busque otro teléfono por cualquier lugar, entre en una especie de salón acomodado con dos grandes sofás clásicos y un piano de cola en la esquina del salón pero yo fui a lo que buscaba, el teléfono estaba sobre la mesa de café en frente de los sofás.
Lo cogí y marque rápidamente en número de Jake rogando porque estuviera en casa, me lo cogió enseguida.
-Jake, mi amor-le dije un suspiro se escucho al otro lado.
-Bella, mi bebe, te extrañe…-
-Ya lo sé pequeño, pero tú debes de saber que te amo y por eso quiero que hoy vengas a mi casa…-no me dejo terminar, pues me interrumpió.
-¿Cómo?-pregunto incrédulo.
-Resumiendo, me compraron una casa pero quiero que vengas esta noche a la que comparto con Edward apunta la dirección…-
ja ja ja ja¡¡
ResponderEliminarQue mal están ja¡
Que matrimonio¡
Me morí de la risa¡¡
Ya quiero ver a los
4 reunidos¡
ja ja ja¡¡
Me encanto, espero pronto
el siguiente capitulo¡
Besos,bye
Ok.... me da a mi que Edward no esta realmente citando a Tanya... puede que me equivoque... ya veremos.
ResponderEliminarELE
jajajaja dios me imagino a todos los 4 en la misma casa será genial jajajaja....Besos...
ResponderEliminar.O...M...G....
ResponderEliminarA QUE RAYOS ESTAN JUGANDO
BELLA Y EDWARD? DE VERDAD
LLEVARAN A SUS AMANTES A LA
CASA Q COMPARTEN, LA QUE
COMPRARON SUS PADRES PARA
AMBOS?? ESTA HISTORIA ESTA
DE MUERTE HAHAHAHAHAHAHAHAH
YA QUIERO VER COMO REACCIONA
EDWARD CUANDO BELLA LLEVE A SU FIERA
AUNQ NO SOPORTO QUE ESTEN TAN SEPARADOS
MI MODO TENDRE QUE AGUANTARME HAHAHA
jejej, menudo matrimonio ,ya estoy deseando saber que pasa en el siguiente capi ,espero que pases un buen fin de semana ,besos
ResponderEliminarChicas gracias por los comentarios*-*
ResponderEliminarEsto el cap siguiente es de muerte:P
aunq lo escribi yo no me acuerdo bien q es lo q paso xD jajaja oki chaito..GRACIAS MARI POR SUBIR LOS CAPS A TU BLOG! <3