ODIANDO A MI AMADO CAPITULO 5

Esta historia le pertenece a Kassi del blog "Amor lobuno"

Espero os guste y dejéis vuestra opinión.

ODIANDO A MI AMADO

Summary: La obligaron a casarse y tener un hijo con alguien a quien odiaba. ¿Podrá llegar a amarlo como desea su padre?

CAPITULO 5

POV Edward 

Me gire y mire a Bella quien llevaba un precioso vestido, había cambiado bastante desde la última que me fije en ella, suponía que hacia un par de años.

-Yo soy Edward, encantado-encantado de irme de aquí ya, era lo más correcto, pero imposible de decir, pues mi padre estaba a mi lado vigilándome, además no quería que ella se sintiera mal, después dejaría las cosas claras.

-Bueno chicos, vamos a la sala-murmuro el padre de Bella.

Nos sentamos allí, rodeados de un silencio incomodo pero gracias a dios Emily entro.

-Hola ¿quieren tomar algo?-pregunto esta sonriendo.

-SI, trae cafés-contesto Charlie, después giro su cabeza y miro a mi padre-ya te dije que es muy buena sirviente.

Emily se marcho de allí, mientras que yo me moría por ir a buscarla y encontrar respuestas a mis preguntas, tantas que me carcomían por dentro.

-Voy a ayudarla-murmure levantándome del sillón.

-No hace falta Edward-contesto Charlie.

-Da igual, me gusta ayudar-salí de allí y busque la cocina, fue fácil encontrarla por los ruidos y demás.

-Hola Edward, ¿Qué tal?-pregunto ella haciendo los cafés.

-¿Cuándo pensabas decirme que Bella era mi prometida?-le pregunte como si fuera obvio.

-NO lo dije porque no lo considero importante, tu no la quieres ¿Qué más da?-ese fue un golpe bajo que me dolió bastante.

-Pero es mi vida, debería de saberlo-le reclame.

-Pues ya lo sabes-su frialdad me hizo estremecerme, parecía molesta pero no sabía porque, yo tenía que ser el molesto no ella.

-No entiendo porque te comportas así Emily, yo soy el que se va a casar con una completa desconocía-ella seguía con los cafés pero ahora estaba arreglando la bandeja.

-Sí, ya sé que no lo entiendes, pero no te lo pienso decir, debes aprenderlo tú solo-murmuro, se dio la vuelta con la bandeja en las manos y me la entrego-llévala, ahora voy yo con otra-

Y con eso me di la vuelta y no hable más de este tema con ella, todavía seguía teniendo preguntas que no había podido formular, pero parecía que ya no tenía tanta importancia como había querido darle yo.

Volví a la sala con la bandeja y la solté en la mesa, me senté y no hable en un buen rato mientras Bella, Charlie y mi padre tomaban sus cafés, Emily entro dejó unas pastas y se marcho sin si quiera mirarme.

-Edward, yo ya me voy-murmuro mi padre a la vez que se levantaba del sofá y tendía una mano al señor Swan.

-Vale, padre-me levante y le di un abrazo entonces me susurro al oído.

-Pórtate bien con Bella en vuestra primera cita, no habrá otra primera vez-como si la primera cita con una chica a la que ni siquiera quieres fuera importante, aunque evidentemente no le dije nada de lo que pensaba, bastante mal estaban ya las cosas como para que ahora se enfadaran conmigo.

-Sí, padre-me resigne y le vi marchar.

Me di la vuelta sobre mis talones para encontrarme con Charlie con una sonrisa radiante en su rostro a la cual respondí con otra.

-Edward, ella ya esta lista, cuando quieran-nos invito a abandonar la casa, después empujo a su hija un poco hacia mí y se marcho de la sala dejándonos solos.

-Bueno…-murmure, esa situación era un muy incómoda y ella no hacía nada para intentar mejorar la situación.

Me miro con ojos curiosos y algo llorosos, en ese instante me dio un poco de pena pero no me deje intimidar.

-Vamos a la ciudad-alce mi brazo inspirándole a tomarlo pero apenas lo rozo y luego lo volvió a bajar, no parecía muy ilusionada con esta especie de cita pero aquí el menos interesado era yo.

Aunque mientras íbamos en el coche camino del restaurante más famoso de la ciudad se me ocurrió pensar en su vida y lo que me había dicho Emily.

¿Ella tenía un novio o algo así no? ¿Entonces porque se casaba conmigo?, quizás era otra de esas niñas ricas que se habían cansado de andar con un chico malo de clase baja, para después casarse con otro rico estirado.

Era algo raro, porque Emily me dijo que lo amaba, pero siempre quedaba la remota posibilidad de que fuera una buena actriz, siempre actuando. No sabía y en el fondo tampoco me importaba pero sí que me podría importar si fuera una salida para librarme de este matrimonio. 

Llegamos al restaurante donde el mesero nos indico nuestra mesa con mucha formalidad, ella parecía incómoda y yo me hice el tonto.

Nos sentamos en la mesa, pedimos y cuando se fue el mesero, un intenso silencio se formo entre nosotros dos hasta que Bella suspiro rensignada y dio el primer paso.

-¿Qué hay de tu vida?-no tenía ni un ápice de interés en mi vida pero yo también aria el paripé.

-No demasiado bien, siempre hay algo que lo estropea…-murmure sin ganas.

Nos trajeron las bebidas y nos sirvieron unos de los mejores vino de reserva que poseían, aun así mi velada con Bella no mejoro nada.

-¿Qué estropea tu vida?-pregunto tras unos minutos.

-Bueno…-¿Cómo decirle que era ella quien me la arruinaba? ¿Y si de verdad deseaba algo de este matrimonio por conveniencia?

-¿Y Bueno?-insistió.

-Seamos claros Bella, yo no te quiero y tu no me quieres ¿Por qué engañarnos?-le pregunte esperando su contestación, pero su cara no había cambiado de expresión seguía fría como el hielo.

-Si, tienes razón, Edward Cullen-su rostro formo una mueca y después sonrió-toda la razón y de hecho teníamos que hablar de esto seriamente.

El mesero nos sirvió la comida con delicadeza, y se fue con la misma eficacia con la que había llegado.

-¿De qué deseas hablar?-pregunte extrañado.

-De todo, yo no quiero casarme, ni tú…pero los dos estamos pillados y ahora estamos en esto junto, vamos a actuar y seremos los mejores actores nunca vistos-su sonrisa más que la típica sonrisa angelical de una muchacha de su edad, parecía malvada. 

-¿Y qué propones?-su plan no estaba del todo mal y en el fondo me alegraba de que ella pensara igual que yo, puede que si reflexionáramos en cosas como esas en el fondo no fuésemos tan distintos.

-En principio los preparativos de la boda los haremos más o menos juntos, tampoco quiero pasar demasiado tiempo junto a ti, solo arreglamos cosas insignificante-opino tras beber un sorbo del vino.

-Eso ya lo tengo cubierto por mi hermana Alice-respondí resueltamente, cada vez era más fácil hablar con ella.

-Perfecto, entonces lo difícil viene después de la boda, supongo tendremos que vivir juntos…pero no te preocupes, tu por tu lado y yo por el mío, en habitaciones distintas si nuestros padres no se dan cuenta, aunque evidentemente pondríamos una cama familiar en uno de los cuartos para cuando viniera alguien decir que el otro es el cuarto de los invitados-definitivamente parecía tenerlo todo pensado.

-Ok, ¿estos lo tenias pensado no?-pregunte inocentemente.

-Sí, muy bien pensado es que…-paro de hablar inseguro de si debía confiar en mí o no.

-¿Tu no querías esta boda verdad?-pregunto antes de nada.

-Claro que no, mi padre la organizo sin yo saberlo-asegure.

-Bien, el caso es que yo en un principio intente huir de esta situación, bueno más bien huí de casa, pero mi padre me llevo de nuevo a lo que él hace llamar “hogar”-interrumpió la charla para beber un poco de vino y tranquilizarse-cuando esto paso, yo huí con Jake, mi amor, pero por desgracia todo salió mal y al final tuve que aceptar esto, pero no creas, no pienso ser tu esposa de verdad-murmuro cuando sus mejillas se ruborizaron.

-La verdad es que yo tengo a mi propia chica-antes estas palabras pareció tranquilizarse aun mas.

-Bien entonces creo que terminamos por hoy-dijo sonriendo, todo había salido como ella lo planeo y eso parecía hacerla realmente feliz.

Pedí la cuenta y en cuestión de varios minutos estábamos en la calle, para coger el coche, en todo el trayecto hacia su casa no hablamos nada, hasta que me despedí de ella con un adiós y un gracias por encontrar una solución a este pequeño problema que teníamos. Aunque yo seguía teniendo uno y era la poco convincente cara que puso Tanya al decir “Si de acuerdo” cuando se entero de mi asunto con la boda no planeada. 

De ahora en adelante todo sería muy complicado, no deseaba mentir demasiado a mi padre pero en ocasiones como esta no me quedaba de otra, y no pensaba casarme con Bella para enamorarme, como si esto fuera una novela romántica…nunca creí en ese tipo de historias.