miércoles, 30 de noviembre de 2011

MI AMOR DESPRECIADO 6

Esta historia le pertenece a Kassi del blog "Luz de cristal"
Espero que os guste y dejéis vuestros comentarios.

MI AMOR DESPRECIADO

Summary: 17 años pasaron desde que se vieron por primera vez, y esa sintonía que había entre sus corazones no se había destruido por nada, cuando el amor llegue a sus almas adolescentes ¿hará que ese equilibrio entre sus almas desaparezca al igual que su amistad? ¿O el amor hará mas fuerte esa conexión?...Secuela de Odiando a mi amado

CAPITULO 6

POV Nessie


Nada más llegar a la fiesta, Claire se había encargado de ir presentándome a todos sus invitados para que no me sintiera ni sola, ni excluida de su fiesta; ella era una buena amiga, y se portaba como tal pero ahora mismo, se estaba comportando mucho mejor por el mismo motivo por el cual yo había estado llorando en mi cama estos últimos días; había decidido contarle la verdad cuando ella misma me había mirado a los ojos con una expresión interrogante.

Y por ello ahora tenía a un grupo de sus amigos hablando conmigo de no sé qué cosa, la verdad es que yo no hablaba y tampoco a penas escuchaba, estaba allí pero permanecía encerrada en mi cabeza. Intente salir de mis pensamientos ya que estos parecían haberse vueltos como mi propia cárcel, con escasez de libertad; fije mi vista en uno de los amigos de Claire que me miraba fijamente, le sonreí amablemente y desvié mi vista hacia otro lugar.

Pero cuando de nuevo volví la vista a ese chico, el seguía mirándome como ensimismado en mis facciones, hasta cierto punto era encantador; y tras poner en contacto nuestras miradas unos segundos sin apartarlas, el salió de su lugar al lado de los demás muchachos y se adelanto hacia mí.

Su cabello era castaño y sus ojos de un color tan extraño como maravilloso tenían un brillo altamente contagioso y alegre, sus labios estaban cerrados formando una sonrisa y cada rincón de su cara estaba marcado por la virilidad. Aparentemente debía tener unos 19 años y creo que no me equivocaba.

Cuando estuvo frente a mí, Claire hizo las presentaciones pues para eso era su fiesta y yo pude conocer el nombre del muchacho que muy posiblemente era el mejor candidato como clavo sustituto.

-Nessie este es James-dijo Claire presentándome al chico- James esta es Rennesme, según lo que ella decida podrás llamarla Nessie-termino con la presentación mi amiga.

-Encantada de conocerte James, puedes llamarme Nessie-le dije ofreciéndole mi mano, la cual el tomo y beso con delicadeza.

-Encantado de conocerte Nessie-respondió galantemente.

Su sonrisa me fue contagiada y acabe sonriendo verdaderamente, como hacía días que no hacía, era encantador.

-¿Cómo no tuve el privilegio de conocerla antes, Nessie?-pregunto James.

-Creo que porque aun no tuve la fiesta de mis 18-respondi bajando un poco la mirada, si aun no había cumplido los 18, la mayoría de los hombres no se interesarían en mi y lo sabía, eso de la edad era un poco difícil, y sobre todo porque hasta que no cumplía los 18 no se hacia la gran fiesta en la que me presentaban a la sociedad como “una mujer”, con todos los derecho y las leyes, cuando ya estaba preparada para ser tomada en mano por alguno de esos hombres ricos y probablemente aunque llenos de buenas formas, malcriados; no sabían lo que era preocuparse por otra cosa que no fueran por sí mismo o por el dinero que movía toda sus vidas.

Y esos hombres era precisamente a los que yo quería evitar, no me gustaba para nada la posibilidad de tener a mi lado a un hombre que fingía quererme y que me odiaba como a nadie en sus pensamientos, no quería sentirme odiada para acabar odiándome a mi misma tras muchos años de un matrimonio que estaba hecho para fracasar desde un principio; no señor; yo no quería nada de eso.

-Oh, claro…pues tiene toda la hermosura de una chica ya florecida-contesto sorprendiéndome con sus palabras.

-¿Y usted no debería de estar prometido? parece algo mayor que yo-le pregunte en respuesta.

-Aun no estoy prometido, no encontré a la mujer que pueda ser la madre de mis hijos y la chica de mis sueños; pero si que soy mayor, apenas acabo de cumplir los 19-contesto él justamente cuando la música de baile comenzó a sonar en el salón.

-Un pensamiento muy profundo…la chica de sus sueños-murmure apenas sobre la música, el me miro y después desvió su mirada hacia la banda de música que tocaba en un rincón del salón, su mano me fue extendida y agacho la cabeza para preguntar:

-¿Me permite un baile?-yo como no le di mi mano y asentí dejándome llevar por sus pasos hacia el centro del salón donde ya, algunas parejas valientes habían comenzado a bailar.

Me llevo hasta quedar bajo la magnífica lámpara que indicaba el centro de la sala y poniendo la mano hacia el lado, con el debido respeto puso la otra mano en mi cintura siempre a una distancia adecuada para la situación y que no llamara la atención de los demás asistentes por motivo de una postura inadecuada para una señorita con un joven que aunque no fuera relevante, era muy atractivo.

Sonreí cuando nos pusimos en movimientos, el llevaba apenas el ritmo del baile mientras un paso a la derecha y otro a la izquierda íbamos dando pequeñas vueltas sobre nosotros mismo, la música clásica alegre y acompasaba nos incitaba a ir más rápido, incluso me parecía que esta música era propia de otro baile pero fuera como fuese me sentía bien bailando con James tal y como estábamos, divirtiéndome un poco más de lo que creía que lo haría.

Era justo divertirme aunque no dejase de pensar ni un segundo en la persona a la que amaba, aunque llevase días sin saber de el y sin ni siquiera verlo, estaba muy dolida y esperaba que en cualquier momento pudiese verlo en cualquier rincón de la fiesta, me aferraba a esa idea como un salvavidas, porque no me quería deshacer del amor que sentía por él y mucho menos de él, Lo amaba verdaderamente, pero ahora estaba James aquí, siendo todo un caballero conmigo y haciéndome reír, y tenía lo que quería, un muchacho que me hiciese olvidar mínimamente a Rob, era quizás muy injusto para James ya que lo estaba utilizando como un sustituto pero yo nunca dije que no fuese egoísta y menos en cuestiones de amor.

Esto dolía y mucho, nadie que no lo hubiera sentido antes no lo sabría, era demasiado difícil de explicar, era una mezcla de terror por no saber si lo perdí para siempre, nerviosismo constante por esperar una llegada que nunca ocurría, mariposas en el estomago por el sentimiento que tenias de antes y como si eso fuera todo venia incluido en el pack, celos exprés, que me decían que él estaba con otra en este momento, muy posiblemente besándola o cosas mucho peores; era una autentica tortura interior que me esforzaba en disimular frente a los demás.

Y creo que después de todo eso nadie tenía derecho a decir: Sé feliz, no cuesta nada; porque a mi sí que me costaba, toda una vida; una nueva desilusión una y otra vez que giraba mi cuello en busca de su cabellera morena, y más lagrimas cuando pensaba que me había dejado para siempre porque no me amaba.

Respire profundamente desechando todos mis pensamientos negativos y me concentre únicamente en el presente, siguiendo el baile que llevaba junto a James, que era ahora mismo todo por lo que debía estar preocupada.

Mi compañero de baile sonrió antes de darme una vuelta sobre mi misma y cogerme de nuevo por la cintura, apenas hecho su mano hacia atrás y dejo que mi espalda se encorvara hacia fuera para terminar con la última nota de la canción.

-Eres buena bailando-dijo dejando de nuevo espacio entre nosotros, ese que se había extinguido en mitad del baile.

-En realidad yo me dejé llevar, el bueno eres tu…es un placer bailar contigo-conteste sonriente, sus manos se separaron de mi cuerpo tan rápido como la luz cuando mi amiga se acerco a mi por la espalda.

-Nessie, quiero hablar contigo-me tomo Claire del brazo y me llevo hasta la esquina del salón para hablar conmigo en privado, su mirada se poso en mis ojos, parecía importante esa cosa que quería decirme.

-¿Qué pasa?-le pregunte al fin, pues ella no articulaba palabra.

-Nessie…estas tratando con James, el no es el clavo indicado a menos que no quieras un matrimonio, tiene 19 años, debe comenzar a formar una familia-sus cejas se alzaron parecía que me estaba acusando de un delito o algo así, yo solo quería un chico que me quisiera, y si mi acompañante deseaba una esposa estaba dispuesta a correr el riesgo porque no tenía nada por lo que seguir soltera.

-Muy bien Claire, no te preocupes se manejar la situación, si quiere convertirme en su esposa en algún momento o espera a mis 18 años o tendrá que pedirle mi mano a mi padre; y acabamos de conocernos, no creo que eso sea pronto-le dije intentando tranquilizarla.

-Ok, confió en ti-fue lo único que dijo antes de abrazarme y besar mi mejilla para volver con un chico que la esperaba en la otra parte del salón.

Yo también fui junto a mi acompañante que esperaba ansioso mi llegada.

-¿Seguimos bailando?-le pregunte sin saber que decir. Una nueva canción había comenzado y esta melodía me era extrañamente familiar, creo que era una composición clásica.

-No, esta canción me recuerda demasiado a mi antigua compañera-su cara se torno oscura, sus ojos llorosos y se me nublo la vista al saber que el también sufría como yo por alguien más.

-Yo también estoy sufriendo por amor-dije sin razón, subió su mirada y torció sus lados en una mueca.

-Siempre he escuchado que la amistad es más difícil que el amor y que por ello había que conservarla pero después de todo lo que he pasado solo se me ocurre decir que el que lo dijo tenia suerte con los amores…-su cara demostraba dolor pero sus ojos no parecían acorde con su semblante, estaba triste pero no en ambos aspectos, su interior parecía debatirse en una lucha constante.

-El amor a veces da asco, ¿verdad?-dije mirando a mi amiga con un chico hablando felizmente, sabía que le gustaba y probablemente llegaran a algo para ser felices juntos, pero… ¿y donde quedaba mi felicidad?

-Solo si no encuentras a la persona correcta-susurro James pasando a mi lado dejando en el aire una fragancia dulce aunque exquisitamente varonil.

-¿Y donde lo encontrare?-pregunte riendo irónicamente.

-Donde menos te lo esperes…quizás paseando o en una fiesta, todo puede ser y todo ocurrirá, tenlo por seguro-contesto acariciando mi mejilla dulcemente con sencillez.

La sonrisa que había aparecido en su cara se extendió hasta sus mejillas dejándome ver esas perlas que tenía por dientes, sus ojos color marrón verdoso eran preciosos pero nada más que sus labios, rosas, jugosos, carnosos, perfectos de grosor, creo que se los habían hecho para besar pues no había otra explicación para esa perfección; pero a pesar de todo ello no eran esos labios los que quería cerca de mí, no eran esos ojos los que quería observándome y tampoco esa mano acariciándome, ni mucho menos se le acercaba a lo que yo verdaderamente quería.

No lo quería a él…quería a Robert…aun necesitaba a Robert.

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